martes, 4 de agosto de 2015
Identifican el cuerpo de Leticia Oliva en las costas de Punta Indio
A partir de una comparación entre huellas dactilares se comprobó que el cuerpo encontrado en Verónica correspondía con la joven secuestrada durante el terrorismo de estado en diciembre de 1978.
Leticia Margarita Oliva era militante de Montoneros en Capital Federal, había estudiado psicología en la Facultad de La Plata, donde empezó sus primeros pasos en la política junto con su compañero Orlando Menéndez, desaparecido dos años antes.
Llamativamente a pocos kilómetros de la Base Aeronaval de Punta Indio, en 1979, en la costa de Verónica, encuentran el cuerpo de la mujer que había sido secuestrada el 27 de diciembre de 1978, pero esto se conocería mucho tiempo después.
En el año 2005, a partir de una denuncia realizada por las tumbas que se encontraban en Verónica y Magdalena, comenzó una investigación, que 10 años después resulta en este hallazgo que revela la identidad del cuerpo de Leticia Oliva.
Según relatan los habitantes de la zona, era común encontrar cuerpos por el Río de La Plata, pero las órdenes eran que tenían que enterrarse como NN, razón por la cuál en el caso en mención es llevado al cementerio de la localidad vecina de Magdalena bajo una partida de defunción, como "NN". Así sucedía con otros cuerpos durante la dictadura genocida, ya que provenían de los llamados vuelos de la muerte, en su mayoría con secuestrados de la ESMA, Campo de Mayo y Fuerza Aérea. Esto además fue comprobado por los signos que presentaban los cuerpos hallados, además de las torturas, provocados por la caída al agua. Un dato importante, dado a conocer por quienes trabajaron en el cementerio de Magdalena durante la dictadura, es que allí hay 43 tumbas NN.
Así como el silencio reinaba en el pueblo donde "mandaban" los militares, la impunidad se propagaba por décadas. Recién hace semanas, a partir del trabajo realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se pudo reconstruir la triste historia de Leticia, mediante el cotejo dactiloscópico entre las huellas de la víctima que figuraban en el Registro de las Personas y las huellas que figuraban en el acta de defunción del cuerpo NN. Este método es el mismo que permitió identificar el cuerpo de Luciano Arruga y al que se debe recurrir haciendo un trabajo de hormiga. Totalmente diferente sería si los archivos de la dictadura en poder de las Fuerzas Armadas y servicios de inteligencia y el estado mismo, se abrieran y se pusieran al servicio de conocer el destino de los desaparecidos y de los hijos apropiados que aún buscan su identidad. Treinta y cinco años después recién se logra hacer el cotejo de las huellas dactilares, con datos que estaban en el cementerio desde que la víctima fue encontrada. ¿Cómo puede ser que se siga dependiendo de los familiares de los detenidos desaparecidos para avanzar en la imputación a los responsables?
Laura Méndez Oliva, hija del matrimonio desaparecido, fue llevada a Casa Cuna y encontrada gracias a la lucha de las Madres y una nota de una compañera de su padre que la reconoció en la ESMA, desde entonces ella busca justicia.
El caso de Leticia Oliva se comenzará a investigar nuevamente, ya que su causa bajo el juzgado de Rafecas, estaba paralizada por falta de pruebas, algo inexplicable teniendo en cuenta la información que el mismo estado posee al respecto.
Aun son muchos los compañeros que continúan desparecidos, y tenemos que seguir luchando para abrir los archivos de la dictadura y hacer justicia y que no solo sean juzgados un puñado de genocidas sino todos los responsables civico-militares de la dictadura. Desde La izquierda Diario damos a conocer esta noticia publicada en la agencia de noticias Andar, ya que no fue tomada por los medios masivos de comunicación ¿Será que hay muchos intereses en juego y con esto salta a la luz la falta de voluntad política de encontrar a los detenidos-desaparecidos, así como los niños apropiados?
Celina Tidoni
Abogada | CeProDH
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