lunes, 24 de agosto de 2015

Después de las lluvias, el barro de la política



Scioli y Cristina en tensión. Las operaciones de Clarín y la oposición. Lo que viene en el peronismo. El pueblo de Tucumán intenta elegir.

La casi totalidad de las editoriales de este domingo hacen foco en la interna del oficialismo. El discurso de Cristina Fernández sirve de vara para medir el nivel de tensiones al interior de la coalición oficialista donde se ventilan distintos proyectos. Intereses opuestos que, en caso de ganar Scioli, anuncian borrascas.

La tensión al máximo

Jorge Fernández Díaz, dice en La Nación, acerca de Cristina, que “empieza a considerar en privado su más grande error: Daniel Scioli. Cuentan sus allegados que desde la noche de las primarias la doctora no deja de criticarlo con vocablos soeces y que le hierve la sangre cuando escucha en televisión que al líder naranja se lo menciona como "el candidato de Cristina" (…) Mandó colgar el cartel "Zannini para la victoria" en un patio interior de la Casa Rosada para que todo el mundo recibiera el mensaje. A ella le llegó estos días, como a todos, la frase que Scioli le habría dicho a De la Sota en secreto: "Viene un tiempo de gran acuerdo peronista; si me ayudan, yo me saco de encima al camporismo".
En Clarín, Eduardo Van der Kooy nos trae un título “revelador”: “Entre Cristina y Scioli, algo no anda bien. Eureka. Después ilustra.
““Es un inservible”. La sentencia de Cristina Fernández retumbó varias veces en la residencia de Olivos después de las primarias del 9 de agosto. Pudo ser escuchada por su círculo íntimo. También, por algún ministro confiable de paso ocasional. Todos supusieron que la calificación apuntaba a su desencanto con cierto funcionario de importancia relativa. Quedaron pasmados cuando descubrieron que refería a Daniel Scioli”.
El periodista señala además que “Scioli espera que aquel malestar presidencial con él pase lo más rápido posible (…) Ese humor es inconveniente para el candidato por dos razones: lo perturbaría desde un ángulo emocional; lo expondría a la hipotética pérdida de los votos ultra K (…) le habría hecho perder al candidato K algunos casilleros en su plan de competencia. En estos meses hasta octubre, con el kirchnerismo asegurado, urdía una peronización de su campaña. Pero ahora estaría obligado de nuevo a ensayar otra aproximación con la Presidenta”.
Las peleas internas del oficialismo vuelven a evidenciar que son alas políticas diferentes, pero lejos están de ser proyectos opuestos como, durante muchos años, se presentó desde el ala progresista del kirchnerismo. Lo que está en discusión es como se mantiene el kirchnerismo en un eventual gobierno sciolista para no ser deglutido o desplazado completamente.

2019

Julio Blanck, también en Clarín. afirma que “en las mesas de análisis del peronismo se especula con que la jugada profunda de Cristina es apoyarse en Aníbal para alfombrar su camino de regreso. Si fuese cierto lo que esas mentes conspirativas suponen, con Aníbal apuntalándola como gobernador Cristina se postularía a senadora por la Provincia en 2017. De allí al retorno a la Casa Rosada en 2019 habría sólo un paso. Todo se monta sobre la suposición de que candidatearse y ganar es una sola cosa. Visto así, Scioli sería apenas un estorbo transitorio”. Sin embargo, y con justa razón, afirma que Cristina “está obligada a jugar con cartas ajenas. Su suerte ya no es enteramente suya”.
Ricardo Kirschbaum, editor del diario,escribe que “Scioli hizo en Tucumán algo que hace tiempo el PJ reclamaba: un acto en el que fue el convocante y el centro de la escena. Fue como decirle a Cristina que si Manzur triunfa en Tucumán (…) será un triunfo propio y no de la Presidenta. Macri se tomó vacaciones, un mal síntoma para la suerte del radical Cano (…) Scioli, también, cerró filas con Aníbal Fernández. Los rencores pueden olvidarse si el poder está en juego”.
Planteando el escenario a futuro, agrega que “Scioli sabe que el desbarajuste económico que heredará no se puede enfrentar con el “modelo” de sus escuderos. Y que inevitablemente deberá apartarse y buscar otras opciones (…) El conflicto, entonces, no podrá evitarse”.

Una oposición en busca de opciones

Las peleas en el oficialismo tienen a su favor el condimento de una oposición dividida y sin grandes ideas.
Esto lo ilustra Horacio Verbitsky, quien señala que “el primer movimiento lo realizó la crítica literaria Beatriz Sarlo, quien había anunciado su apoyo en las primarias a Margarita Stolbizer, cuya candidatura atrajo al 3,5 por ciento de los votantes afirmativos. Ex asesora de Elisa Carrió y de Graciela Fernández Meijide, Sarlo propuso ahora que el candidato presidencial Sergio Massa declinara su pretensión y que al mismo tiempo Maurizio Macrì bajara a su candidata a la gobernación bonaerense, María Eugenia Vidal. Agregó que sólo un torpe podría negarse a esa “combinación imbatible”
Agrega Verbitsky que "el político que entabló el diálogo con este aporte intelectual fue el primo inteligente del candidato presidencial del PRO, Jorge Macrì. “Es una lectura errónea. No dudo de la buena voluntad de Beatriz Sarlo, pero entiendo que puede ser funcional a Daniel Scioli. No se suman graciosamente los electores, eso es subestimarlos. A muchos les gusta el pescado y a otros muchos les gusta el dulce de leche. Pero un plato de pescado y dulce de leche es horrible”, dijo. Jorge Macrì fue precandidato a la gobernación bonaerense y partidario de un acuerdo con sectores peronistas, pero su primo prefirió que Vidal enarbolara el estandarte amarillo y optó por la pureza étnica, sin contaminaciones”.
Por su parte, en el mismo diario, Mario Wainfeld despotrica contra la oposición porque “su campaña se vuelca a denunciar a funcionarios o dirigentes oficialistas. Relegadas al desván las cuentas bancarias en paraísos fiscales refrescan casos viejos, inventan algunos nuevos. En su afán de criminalizar al kirchnerismo insinúan la existencia de asesinatos políticos, una novedad en su relato. La muerte dudosa del fiscal Alberto Nisman se encamina a un veredicto que descarta el homicidio (…) Un criminal condenado a cadena perpetua “revela” hechos que jamás declaró en juicio, cuando ponía en juego su futuro: se toma su dudosa palabra como verdad revelada ya que sirve para enlodar al jefe de Gabinete Aníbal Fernández. El debate político se minimiza o se judicializa al extremo”.
Como se ha señalado, que la acusación contra Aníbal Fernández haya tomado vuelo, solo se puede explicar por la descomposición del aparato peronista y por los estrechos vínculos entre política burguesa y narcotráfico, una demostración palpable de la crisis moral de los partidos patronales.

El techo y la crisis

El mismo periodista agrega en su nota que “pifiaron lejos quienes vaticinaron que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dejaría adrede la tierra arrasada, desvalidos a los trabajadores mejor o peor retribuidos, la economía en default, en quiebra el Banco Central. Las agorerías fueron refutadas por las acciones oficiales. El gobierno sostiene las vigas maestras de su “modelo” económico social lo que incluye una constante inversión y cobertura “por abajo” (…) el proyecto kirchnerista es discutible o perfectible, acaso tocó un techo. Sin duda, no atraviesa su tramo más promisorio... pero desde el vamos garantizó una elevación social compartida con predominio para los sectores populares y congregó un apoyo ciudadano envidiable y fácil de explicar”.
El techo de la creación de puestos de trabajo se tocó alrededor de 2008. Desde ese entonces, los niveles de trabajo precario se han sostenido en un tercio del conjunto de los trabajadores. Los números presentados por el INDEC en cuanto a la desocupación, además de carecer de credibilidad en un sentido global, tiene una explicación en la continuidad de la recesión, dado que “la leve recuperación del empleo se relaciona con la caída de la actividad, con el hecho de que más personas dejaron de buscar empleo, antes que con la creación de puestos de trabajo”.
En ese marco, los números de la macroeconomía son lo que generan altos niveles de ruido. Morales Solá, después de dar algunos datos, ensaya su habitual defensa de los sectores más reaccionarios del país.
Dice“en los últimos días salieron a la discusión pública dos conflictos que hasta ahora se debatían sólo entre economistas: el pobre nivel de las reservas y el monumental déficit fiscal que acumuló el cristinismo. En la medida que se corre el velo que cubre los números de la economía, puede advertirse el tamaño del desafío que deberá enfrentar el próximo presidente no bien haya recibido los adornos simbólicos del poder (…) "La Argentina no tiene un problema de falta de dólares. Tiene dólares, pero una parte no está donde debe estar", asegura uno de los principales ejecutivos del sistema financiero. Hay bienes (dinero, bonos o propiedades) de argentinos en el exterior por 400.000 millones de dólares, según los últimos estudios. Dentro del país, hay dólares circulando entre cajas de seguridad, colchones y covachas. No están en el Banco Central, porque la Presidenta nunca creó las condiciones de confianza necesarias para que eso ocurriera”.
La clase capitalista nacional puede fugar divisas tranquila. De la pluma (o el teclado) de este periodista no saldrá ni una línea de crítica.

Hoy Tucumán

Con importantes demoras se desarrollan las elecciones en Tucumán. Allí la izquierda apuesta a conquistar una banca en la legislatura provincial y una en el Concejo deliberante de la ciudad de San Miguel.
En el reino de Alperovich, como ya ocurre en otras provincias, se hace necesaria la voz de la izquierda y los trabajadores para enfrentar a los aparatos de partidos que solo defienden el interés de los grandes empresarios.

Eduardo Castilla
@castillaeduardo

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