jueves, 5 de noviembre de 2015

El Pozo de Vargas



Luego del trabajo de excavación realizado por el Colectivo de Arqueología para la Memoria y la Identidad Tucumana (Camit), se pudo identificar en el Pozo de Vargas (ubicado en las afueras de San Miguel de Tucumán) a cuatro personas desaparecidas desde la instrumentación del plan de exterminio Operativo Independencia, en Tucumán, que comenzara en el año 1975, previo al golpe cívico-militar.
Según informó el Juzgado Federal Nº2, a cargo de Fernando Poviña, los fragmentos óseos cotejados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) corresponden a Francisco Eduardo Díaz, Moisés Antonio Ferreyra, Luis Magin Herrera y Héctor Raúl Vázquez. Los cuatro figuraban en el informe de la Conadep.
El denominado Pozo de Vargas funcionó como fosa común durante todo el proceso represivo de Tucumán. Hasta el momento se pudieron identificar 48 personas que fueron arrojadas en ese lugar.
Josefina Molina, querellante en la causa, donde además fue encontrado su padre, Dardo Molina (fue el único tucumano que integró la comitiva que acompañó el retorno al país desde España de Juan Domingo Perón, en junio de 1973), vicegobernador de la provincia, secuestrado y desaparecido en diciembre de 1976, aseveró que por el trabajo que lleva adelante el Camit, “podría haber cerca de 200 víctimas”.
“Hasta ahora se excavó 31,90 metros y en otro cuadrante 31,70 metros. Y es impresionante la cantidad de esqueletos que se pueden ver a esta altura del pozo. Y todavía faltan 10 metros más. Por eso creo que no es descabellado en pensar que existen centenares de víctimas que fueron arrojadas allí”, aseguró a Página/12 Molina.
Francisco Díaz tenía 36 años, estaba casado y fue secuestrado en Delfín Gallo el 13 de febrero de 1976, durante el Operativo Independencia. Mientras que, Moisés Ferreyra, de 19 años, era obrero azucarero, y lo secuestraron en San Pablo, el 26 de mayo de 1976. Luis Magín Herrera, secuestrado el 7 de abril de 1976 en Santa Ana, tenía 41 años y era carpintero. En cuanto a Héctor Raúl Vázquez Guzmán era secretario de la Legislatura y fue secuestrado el 29 de diciembre de 1976. Tenía 57 años y fue visto en la Jefatura de Policía por otros detenidos desaparecidos. Guzmán estaba entre el listado de la Policía de Tucumán, bajo la denominación Destino Final (DF), según se pudo conocer en los juicios por delitos de lesa humanidad realizados en la provincia.
La querellante Molina consideró importante que los familiares de las víctimas puedan reconocer elementos que se extraen de las excavaciones.
“Es necesario que se impulse a los familiares y soliciten en la Justicia Federal el ingreso a los laboratorios donde se hacen el muestreo. Allí se deberá hacer reconocimiento de elementos que tenían los cuerpos, no sólo textiles, prendas, sino también anillos, alhajas y otras cosas que no sólo tienen valor material sino también afectivo para cada uno de los familiares”, dijo a este diario.

Ramiro Rearte
Desde Tucumán

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