miércoles, 25 de noviembre de 2015

Oscar Aguad: un “milico” al gabinete de Macri



En junio, Mauricio Macri designó a Oscar Aguad como el candidato a gobernador de Cambiemos en Córdoba. Aunque no logró su cometido, eso obliga al presidente electo a devolver favores. El “Milico” suena como posible sucesor de Agustín Rossi. Un amigo de los represores y cultor de la mano dura.

Este abogado, nacido en 1950 en Córdoba, comenzó su actividad en el Estado desde muy joven. En 1983 fue elegido por su amigo personal Ramón Mestre (P) como Secretario General de la Municipalidad de Córdoba. Cuando Mestre llegó a la gobernación en 1995, lo acompañó como Ministro de Asuntos Institucionales y Desarrollo Social de la Provincia.
Mestre asumió en medio de una crisis descomunal por la huida de Eduardo Angeloz, tras la quema de la Casa Radical por los empleados estatales, que hacía meses no cobraban sus sueldos. En su primer día de gobierno estableció una quita del 30% en los sueldos de los empleados estatales y los jubilados, y una reducción del horario laboral del 40%.
Se necesitaba una fuerte represión para hacer pasar los ajustes, en una Córdoba convulsionada por grandes movilizaciones de estatales, estudiantes y obreros industriales como en FIAT, así como los primeros piquetes en Cruz del Eje. Oscar Aguad fue el encargado de coordinar la represión y de hacer inteligencia ilegal para identificar a militantes obreros y populares participando en movilizaciones. Justificando los ajustes de los que había participado, en el 2009, consultado por un periodista local si en ese momento se habían cerrado escuelas rurales, Aguad respondió: “Eso no era enseñanza sino una simulación. Esos chicos son analfabetos, no aprenden nunca”.

Amigo de represores y estafador

Durante los ’90 era habitual que Aguad compartiera palco con el genocida Luciano Benjamín Menéndez. Pero no era el único miembro de la dictadura con quien se relacionaba. El Jefe de Inteligencia de la Policía provincial por esa época era nada menos que Carlos “Tucán” Yanicelli, que en el ‘76 se desempeñaba como segundo encargado de la División de Inteligencia del temible D2. Sindicado como uno de los más feroces torturadores, Yanicelli fue condenado a cadena perpetua en el 2010 (junto con Videla y Menéndez, entre otros) por el fusilamiento de 31 presos políticos en la ex cárcel de San Martín en el ’78. En dicho juicio varios testigos declararon que en los ‘90 Aguad conocía muy bien el pasado del “Tucán” y lo había protegido, garantizando su continuidad en los altos mandos de la fuerza.
En 1999, el entonces presidente Fernando De la Rúa designó a Ramón Mestre interventor de Corrientes y Oscar Aguad lo siguió una vez más, ocupando la intervención de la Municipalidad. Asumieron el 20 de diciembre, tres días después de una feroz represión al corte del puente General Belgrano, donde dos jóvenes fueron asesinados por Gendarmería Nacional.
Su paso por Corrientes es recordado sólo por los 60 millones de pesos-dólares (convertibilidad mediante) que se robó mediante una maniobra con los bonos provinciales que impuso Mestre. Aguad fue acusado de administración fraudulenta, fraude a la administración pública y abuso de autoridad, pero la causa fue declarada prescripta en el 2014 por la Corte Suprema de Justicia.
Del 2005 a la fecha, Aguad se ha desempeñado como diputado nacional por Córdoba. En el 2010, siendo vicepresidente primero de la Cámara, presentó un proyecto de Ley Antiterrorista junto a los máximos dirigentes de la oposición a Cristina Fernández. Pretendían en el mismo considerar que los cortes de ruta fueran calificados como “actos terroristas”, algo que iba más allá de la Ley Antiterrorista aprobada en el 2007 por el kirchnerismo.
En numerosas oportunidades Aguad se ha mostrado como cultor de la mano dura más férrea. Este año, durante su campaña provincial, dijo que “Córdoba está sitiada por la delincuencia” y justificó el linchamiento de un joven en la Capital porque “la ausencia del Estado convirtió a las víctimas en asesinos”. Reclamó (al igual que los otros candidatos) mayor presencia policial en las calles, cuando la Policía de Córdoba es famosa a nivel nacional por su brutalidad hacia la juventud de los barrios pobres, amparados en el Código de Faltas. También son conocidos sus vínculos con el crimen organizado, sobre todo el narcotráfico, lo cual se expresa en un cambio de la cúpula cada vez que sale a la luz algún escándalo.

De economía, ni hablar

Una de las últimas declaraciones de Aguad a la prensa fue el lunes de esta semana, luego del triunfo de Macri. En un medio local, afirmó que “el centro de la Argentina es el que produce, el norte y el sur viven del populismo clientelar”, y agregó que “la Argentina perdió casi todas las inversiones privadas, para industrializarla necesita una inversión privada del orden del 25% del PBI”.
En resumen, un protector de represores, un defensor de la Policía y de la mano dura, un representante fiel del neoliberalismo más feroz.

Daniela Aires

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