sábado, 7 de enero de 2017

Bergman: incendios e inundaciones en un tercio del país



También había contratado a un adolescente con un sueldo de 70 mil pesos. Las denuncias antiambientales contra la fundación que presidía.

Mientras un tercio del país sufre gravísimas inundaciones e incendios prevenibles y evitables, el rabino Sergio Bergman, ministro de Medio Ambiente, abandonó su retiro vacacional –se encontraba con paradero desconocido– para sacarse una marketinera foto de campaña frente a un mapa. En el interín se supo que había designado como asesor, con un sueldo de 70 mil pesos, a un joven de 19 años sin experiencia en la cuestión ambiental, que una fundación que Bergman presidía fue denunciada por contaminar un río con consecuencias para la salud de la población adyacente en una localidad de Entre Ríos y que su cartera había subejecutado los fondos asignados para la prevención, justamente, de los incendios e inundaciones que azotan al país. Lo que es realmente llamativo de todo esto es que Bergman todavía no haya presentado todavía su renuncia.
El fuego ya quemó cerca de un millón de hectáreas en regiones de las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y Chubut, una superficie equivalente a 50 veces el tamaño de la Ciudad de Buenos Aires. El humo de los incendios en Chubut cubría la región desde la montaña hasta la costa. El fuego se había iniciado en las vísperas de Navidad, pero Bergman recién apareció el 5 de enero para señalar que la magnitud de los incendios y las inundaciones se trataban de “profecías apocalípticas” que se estaban cumpliendo. No debería extrañar: al asumir su cargo Bergman había declarado que para combatir los incendios habría que “rezar”.
Las inundaciones que afectan al norte de la provincia de Buenos Aires y grandes regiones de Santa Fe y Entre Ríos no son sólo producto de la desidia el ministerio de Bergman, sino de la especulación inmobiliaria y la expansión agrosojera. La falta de inversión en obras que hubieran prevenido las graves consecuencias de las inundaciones confirman en el macrismo una política sostenida durante el kirchnerismo: basta recordar las que se produjeron en La Plata, en 2013, como resultado de la impermeabilización del suelo urbano y que causaron 89 muertos según las cifras oficiales –muchos más según las estimaciones de las víctimas. Estudios oficiales del INTA indican que, en el país, la superficie sembrada con soja se incrementó en un 30 por ciento durante la última década, sin que se hayan tomado medidas preventivas para el cuidado del suelo y evitar las inundaciones: las napas que antes estaban a diez metros bajo tierra hoy se encuentran sólo a un metro y, por lo tanto, el suelo no puede absorber la caída de las aguas pluviales ni, mucho menos, los desbordes fluviales. Una situación que explica la situación en el sur santafesino. En grandes áreas de Buenos Aires, el estado de las cosas se reproduce debido a la especulación inmobiliaria y la construcción de obras sin que se respete a los humedales, provocando de este modo el desborde de las aguas. En uno y otro caso, la voracidad capitalista es una de las principales causas de una tragedia evitable. Es necesario un orden social nuevo para planificar una economía que no destruya los recursos naturales y permita un desarrollo productivo en armonía con el medio ambiente.
A la vez, el ministerio de Medio Ambiente subejecutó las partidas presupuestarias en línea con la política de ajuste del gobierno de Mauricio Macri: no se realizaron obras ni se compraron insumos para prevenir ni inundaciones ni incendios (por ejemplo, los aviones hidrantes para apagar el fuego), a la vez que sólo a una semana de comenzados estos últimos se envió una mínima cantidad de personal especializado desde el Estado nacional a las regiones asoladas por la tragedia. Sin embargo, el rabino Bergman contrató a Juan Francisco Roust Elgue como asesor ministerial con un salario de 70 mil pesos, según el Boletín Oficial. Roust Elgue tiene 19 años y su experiencia laboral, señalada en su currículum, indica que trabajó como “relacionador público” en Pizza Banana.
No debería extrañar. La Fundación Raíces, de la que Bergman fue director ejecutivo, tiene denuncias realizadas por los vecinos de Colonia Avigdor, en Entre Ríos, por los desechos que la empresa láctea de su propiedad desecha en el curso de agua adyacente a la población, con consecuencias insalubres para sus habitantes.
Bergman había declarado que no poseía conocimientos técnicos en el área medioambiental cuando asumió su cargo, y recomendó “rezar”: que se vaya. Es el principal responsable político por los incendios e inundaciones que azotan a un tercio del país.

Juan Manuel Cicala

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