miércoles, 25 de enero de 2017
La Tablada: el último combate de la guerrilla
A 28 años del copamiento del cuartel de la Tablada, repasamos lo que significó el “último combate” de la guerrilla para la política Argentina.
La madrugada del 23 de enero de 1989, se produjo lo que se conoce como el "combate de la Tablada". Este se inicia con el ingreso de un camión de gaseosas, el cual embiste los portones principales del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 General Belgrano del Ejército Argentino, en La Tablada, partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires. Quienes ingresan lo hacen al grito de “¡Viva Rico! ¡Viva Seineldín!”, con el propósito de confundir a la guardia con un supuesto levantamiento carapintada y así ocupar el cuartel.
Durante las primeras horas reina la incertidumbre tanto en el gobierno como en el ejército y la policía, sobre quién había perpetrado el ataque, pero a medida que el combate se va recrudeciendo, la hipótesis de que este había sido realizado por unos 46 militantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP), encabezados por el exdirigente del PRT-ERP, Enrique Haroldo Gorriarán Merlo, se terminó de confirmar.
El copamiento fue planificado para terminar a media mañana, sin embargo, los 46 militantes del MTP, se ven sorprendidos por la resistencia de los militares en el casino de suboficiales y el cerco tendido por la policía bonaerense y el ejército argentino, los cuales impiden que estos se replieguen.
El cerco tendido por 2.000 efectivos de las fuerzas de seguridad, permite la represión sangre y fuego por 36 horas, utilizando armas de fuego pesadas como morteros, ametralladoras antiaéreas, tanquetas, llegando incluso a utilizar bombas de fósforo, las cuales están prohibidas por convenciones internacionales.
El rápido despliegue de las fuerzas represivas se debió a que el ejército contaba con información sobre un presunto ataque guerrillero a uno de sus cuarteles, por lo que el entonces general Francisco Gassino, reforzó la seguridad de las principales unidades del ejército ante la inminencia de un ataque.
El combate de la Tablada dejó un saldo de 33 militantes muertos, 7 miembros del ejército y 2 policías. Dos de los miembros del ejército cayeron producto del fuego cruzado, mientras que del lado del MTP no hubo un solo herido, solo muertos. Entre los los 33 militantes del MTP hay cuatro desaparecidos: Iván Ruiz, José Díaz, Carlos Samojedny y Francisco Provenzano. Ruiz y Díaz, fueron capturados con vida, los cuales incluso aparecen rindiéndose en la secuencia de fotográfica tomada por Eduardo Longoni, sin embargo estos después fueron torturados y desaparecidos. Tanto Berta Calvo, como Pablo Ramos fueron fusilados con tiros a quemarropa, es decir, la represión no se guardó de utilizar los métodos más cruentos del terrorismo de Estado como son las torturas,los fusilamientos y la desaparición forzada de personas.
Ríos de tinta se escribieron/escriben tratando de dilucidar los motivos que llevaron a Gorriarán Merlo y al MTP a llevar adelante el ataque al cuartel de la Tablada, sin embargo son dos las hipótesis más fuertes que giran en torno a este hecho.
El MTP consideraba que el gobierno de Alfonsín, luego de una "primavera democrática", en cuanto a políticas progresistas, como el juicio a las Juntas, ahora había frenado su curso debido a las presiones por parte de las corporaciones y los militares que se veían amenazados por los juicios sobre los crímenes cometidos durante la dictadura.
En el momento del copamiento de La Tablada, el fantasma de un inminente golpe cívico-militar encabezado por Seineldín y el menemismo cobraba más fuerza en la cabeza de Gorriarán Merlo, para el cuál el golpe buscaba desplazar a Alfonsín por el entonces vicepresidente Víctor Martínez, para así garantizar una transición ordenada a un futuro gobierno justicialista que indultara a los militares.
Una versión indica que la información que manejaba el MTP sobre el golpe, fue suministrada por la Guardia Nacional Panameña, la cual colaboraba con los Sandinistas y a su vez era entrenada por Seineldín.
Otra de las hipótesis se basa en una supuesta información brindada por Enrique "Coti" Nosiglia quien tenía relación con Francisco Provenzano, uno de los desaparecidos, la cual, como se conoce en la jerga popular fue “pescado podrido”, es decir información totalmente falsa.
Más allá de estas dos hipótesis, la acción de La Tablada, dejó al desnudo la concepción política y el aventurerismo del MTP. Estos consideraban que la toma del cuartel, empujaría tanto al gobierno radical como a las masas populares a detener el golpe y defender la democracia burguesa.
El MTP, bajo el espectro del Sandinismo
El MTP (Movimiento Todos por la Patria) surge en 1986 a partir de la fracción del PRT-ERP encabezada por Enrique Gorriarán Merlo.
El MTP surge bajo el espectro de lo que significó la revolución nicaraguënse dirigida por el Sandinismo en toda Latinoamérica. Gorriarán había participado junto a un grupo del PRT-ERP en esta gesta, tomando las tareas de contrainteligencia, formación de la policía sandinista y la eliminación de elementos contrarrevolucionarios, como así también a la Brigada Simón Bolívar, de orientación trotskista (formada por Nahuel Moreno).
Es al calor de esta experiencia que Gorriarán Merlo va a trasladar el modelo sandinista al MTP, en el sentido de un movimiento político amplio, en el que se encuentran sectores de reformistas, cristianos, justicialistas, entre otros. Es interesante destacar el llamamiento que hacían en el órgano de difusión partidaria, la revista Entre Todos, donde debajo del título hacen un llamamiento a todos los sectores que buscaban la liberación: “Peronistas, radicales, intransigentes, cristianos, socialistas, comunistas, independientes”.
Es a través de este movimiento amplio que se va a ver cristalizado el modelo de construcción partidaria sandinista.
En cuanto al programa del MTP este deja entrever una política de defensa de un gobierno democrático burgués, donde la participación de las masas ya no era de una manera revolucionaria, sino de rueda de auxilio del gobierno radical que ya había capitulado frente a los militares sublevados, es decir un movimiento claramente reformista.
Un punto interesante y contradictorio del programa es el viraje con respecto al rol de las fuerzas armadas, ya no está en su perspectiva la derrota de estas por ser instrumentos del imperialismo, sino que ven la posibilidad de que éstas puedan ser reformadas e integradas a la sociedad.
Punto 4 del programa del MTP: " Fuerzas Armadas. Deben ser transformadas para recuperar su carácter sanmartiniano y para que se subordinen al poder político de la Nación. Terminar con los barrios militares y que los militares se eduquen en establecimientos civiles y se especialicen en instituciones castrenses".
Lo que dejó la Tablada
Las hipótesis que manejaba el MTP se dieron de una manera contradictoria, al igual que su política. Por un lado se confirmó el pacto de Menem con los carapintadas, del cual resultó el indulto hacia éstos ni bien asumió, por el otro, el sector carapintada del ejército no buscaba un golpe de Estado, sino que acusaban a los generales de querer salvarse ellos solos por los crímenes cometidos durante la última dictadura militar.
Se podría decir que las lecciones que dejó La Tablada fueron que a partir de este ataque se dio una mayor unificación de las Fuerzas Armadas y siguieron siendo un sujeto gravitante en la política Argentina, las leyes de obediencia debida y punto final de Alfonsín habían confirmado esto.
Otra importante lección es el error al plantear que a través de una vanguardia, podía movilizar a las masas a resistir el supuesto golpe, sin embargo lo que hizo esta acción fue separarlos aún más de las masas. Es por eso que es necesario partir de una mirada crítica de los hechos, para poder sacar las conclusiones correctas.
El MAS, a través de su figura pública Zamora, mandó las condolencias a los familiares de los policías muertos, repudiando el accionar guerrillero. Esto no se condice con la política de un partido revolucionario que, aunque el accionar del MTP haya sido totalmente aventurero parte de defenderlo del Estado burgués y no justifica su accionar. Más allá de las diferencias no podemos dejar pasar los crímenes cometidos contra los militantes del MTP por los órganos de represión del Estado burgués y pelear por el castigo a sus responsables.
Gustavo Barrera
Bibliografía:
Celesia Felipe, Waisberg Pablo. (2013). La Tablada: A vencer o morir. La última batalla de la guerrilla Argentina.
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