El conflicto contra los despidos en la planta gráfica lleva más de dos semanas. El kirchnerismo brilla por su ausencia. El relato de lucha “contra la Corpo” no pasó la prueba.
Durante el conflicto entre el Gobierno kirchnerista y las patronales agrarias en el 2008, se produjo la ruptura entre el oficialismo de aquél entonces y el Grupo Clarín. En los cinco años anteriores, la “corpo” había sido oficialista y Néstor Kirchner la retribuyó con creces. Tras el quiebre, el “Clarín miente” fue una constante del discurso kirchnerista. Sin embargo, ante los 380 despidos en AGR-Clarín el kirchnerismo, y el peronismo en general, se han borrado olímpicamente, al igual que agrupaciones filo kirchneristas como Patria Grande y otras.
En primer lugar los grupos mediáticos ligados al anterior Gobierno fueron parte del cerco mediático al conflicto. Ni C5N (sólo trató el tema por cuenta propia Gustavo Sylvestre en su programa Minuto1 y Víctor Hugo Morales en su programa radial), ni Crónica TV, ni Canal 23 dieron mayor cobertura a las acciones de lucha de los trabajadores. Página 12, por su parte, lo hizo a cuentagotas. En este conflicto no hubo “grieta” entre las patronales mediáticas.
En segundo lugar, las organizaciones sindicales y políticas afines al kirchnerismo, incluyendo la conducción de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB), no participaron de las principales acciones de lucha, como el corte de autopista frente a las oficinas de Canal 13 (donde funciona la gerencia de Recursos Humanos de todo el grupo) ni en el abrazo a la planta Zepita donde se imprime el diario entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. Esa acción impidió la llegada del diario y la revista Viva (que se imprime habitualmente en AGR) a numerosas ciudades del país y su llegada tardía en otras.
Tanto la FGB como otros gremios de la llamada Corriente Federal sí se habían movilizado al Ministerio de Trabajo el día del paro general de los gráficos (que el gremio no garantizó en las plantas donde se imprimen los diarios), pero luego no hicieron ninguna otra acción y no tienen presencia alguna en el acampe solidario frente a la planta ocupada.
En tercer lugar, con la excepción de la FGB que puso $ 400.000, ninguna otra organización K (ni ninguno de sus legisladores, intendentes o gobernadores) realizó hasta el momento aportes al fondo de lucha, un instrumento crucial para enfrentar el chantaje patronal. Tuvieron que pasar quince días de ocupación para que la CTA conducida por Hugo Yasky accediera a reunirse con los delegados de AGR-Clarín y comprometiese su presencia (veremos en qué medida) en la marcha convocada al Ministerio de Trabajo para el próximo viernes. El triunvirato de la CGT había recibido a los trabajadores la semana anterior pero, desde entonces, como hace con todos los conflictos en curso, no ha movido un dedo.
En conflictos como el de AGR-Clarín mueren los relatos. En contraposición a la borrada kirchnerista de esta lucha, desde el PTS y el Frente de Izquierda tenemos el orgullo de haber estado en la primera línea de combate desde que se inició la ocupación frente a los 380 despidos.
Christian Castillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario