El gobierno de Macri -y su nuevo ministro Dujovne- han abierto el año con una declaración de guerra contra los trabajadores:
-en nombre de “relanzar” al yacimiento Vaca Muerta, han herido de muerte al convenio colectivo de los petroleros, a costa de su salario y de su seguridad laboral. Macri anunció la intención de extender ese convenio negrero a otras ramas;
-ha dispuesto una nueva reducción en las contribuciones patronales y, en contrapartida, el recorte de las prestaciones médicas del Pami;
-han resuelto otro tarifazo en las naftas, que las colocará un 15% por encima del promedio internacional.
Según el gobierno, una crisis nacional de fondo, que ha dejado a sus trabajadores y jubilados precarizados y mal pagos, tendría como salida una mayor precarización y una liquidación aún más profunda de sus conquistas históricas.
Pero los responsables de la crisis nacional son otros: los megaevasores capitalistas beneficiados por el blanqueo; los monopolios petroleros que saquearon una y mil veces las reservas energéticas; la gran patronal argentina, que es, ella misma, acreedora de la deuda externa usuraria que todos los gobiernos acrecentaron.
Por eso mismo, el paquete oficial de flexibilización y tarifazos agravará la crisis y la miseria social existentes.
La “respuesta” oficial a ese cuadro se ha dejado ver en la brutal represión a los manteros de Once o a los mapuches en el sur.
La oposición de los Massa o Kirchner, que convivieron desde el gobierno con el trabajo precario y toda la herencia menemista -como el negrero régimen de las ART- no ha abierto la boca sobre la reforma laboral macrista. Mucho menos la burocracia sindical, que pactó con el gobierno y los monopolios energéticos el negrero convenio de Neuquén.
Le cabe al activismo obrero y a la izquierda la gran tarea de poner en deliberación a los sindicatos y a todos los trabajadores, y oponerle un programa y una lucha contra el paquete flexibilizador:
-abajo la reforma laboral, defensa de todas las conquistas de los convenios colectivos;
-restitución de los aportes patronales, por un Pami y Anses dirigido por trabajadores y jubilados electos;
-ningún despido ni suspensión, reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario;
-estabilidad laboral y pase a planta a los trabajadores de los planes sociales;
-por paritarias sin techo y con representantes electos en asamblea.
-abajo los tarifazos, fuera los vaciadores capitalistas de la industria energética, por su nacionalización integral bajo control obrero;
-por un plan económico de la clase obrera, por una salida de los trabajadores.
Partido Obrero
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