En un artículo del día de hoy, titulado “Intentaron bloquear la salida del diario Clarín”, se ataca a los trabajadores de AGR. Lejos de tratarse de una nota periodística, que implicaría por lo menos considerar la opinión de los trabajadores de AGR, “el gran diario argentino” divulga pura propaganda patronal, cuyo objetivo no es otro que justificar la política de despidos masivos que está llevando adelante.
Sucede que los trabajadores de la gráfica -que se encuentran ocupando la planta ante el intento de cierre fraudulento que la empresa quiere imponer y que significaría el despido de todos sus trabajadores en pos de una reapertura con trabajadores precarizados, sin Convenio Colectivo de Trabajo, organización gremial, ni antigüedad- entre una serie de acciones, resolvieron en su asamblea la realización de un abrazo a la planta gráfica de Clarín en la calle Zepita, para ganar el apoyo a su causa de sus trabajadores y seguir ampliando el radio de acción contra la política de despidos de la patronal.
El abrazo fue llevado adelante el sábado 29 y contó con una participación masiva de trabajadores, sindicatos, comisiones internas, organizaciones obreras, etc. El impacto del abrazo fue tal que logró que se plieguen los trabajadores camioneros, que se negaron a repartir el diario frente al pedido de la movilización de apoyo a los trabajadores de AGR.
En el artículo, Clarín sostiene que “el taller de Pompeya de AGR fue cerrado debido a la crisis de este sector de la industria gráfica (con caídas del 70% de la producción y el cierre de grandes talleres del segmento, Quebecor y RR Donnelly) y a la intransigencia de la Comisión Interna enrolada en el PO. Esta rechazó todas las propuestas de la empresa para redimensionar el taller.”
Clarín miente. En primer lugar, con el abrazo quedó expuesta la falsedad de que el cierre de la planta responde a una crisis económica de la empresa. Todo el trabajo que se imprimía en la planta AGR, como por ejemplo la revista Viva, fue derivado a otras gráficas. Todos los productos que se imprimen en AGR se encuentran en circulación y vendiéndose en los kioskos de diarios y revistas -bajo la impresión "hecho en AGR". A Clarín no le falta trabajo, ni debe cerrar la gráfica porque cerraron sus publicaciones sino que pretende solamente deshacerse de los trabajadores de AGR que han conquistado importantes derechos laborales y condiciones de trabajo y retomar la producción en la planta con mayor tecnología de impresión de todo el país con mano de obra precarizada.
Pero, a su vez, Clarín introduce un engaño más profundo, respecto a una supuesta “intransigencia” de la Comisión Interna. No existe por parte de la empresa Clarín propuesta alguna a los trabajadores de AGR, a quienes el lunes 16 de enero recibió en su lugar de trabajo con un cartelito que informaba el cierre de la gráfica -y de quienes nunca más tuvieron noticias.
Algo similar ha hecho el gobierno nacional. Sin ir más lejos, los trabajadores de AGR convocan para el día viernes una movilización al Ministerio de Trabajo para reiterar la solicitud de que el ministro Triaca los reciba y que dé respuestas a su situación. Hasta el momento, las autoridades del Ministerio se han reclamado prescindentes en el conflicto. La Directora Nacional de Relaciones Laborales y el propio Viceministro de Trabajo no solo no han realizado ninguna “propuesta” a los trabajadores de AGR sino que han dicho que “no pueden hacer nada”.
Finalmente, Clarín miente respecto a que solamente unos 40 trabajadores se encontrarían llevando adelante esta lucha. Con tan solo acercarse a cualquier actividad, conferencia de prensa o medida convocada por la asamblea y la Comisión Interna AGR –o pedir un informe a los espías policiales que han instalado en las inmediaciones de la planta- puede comprobarse el alcance de la medida y la firmeza con la que los trabajadores de AGR -y sus familiares y compañeras organizadas en la Comisión de Mujeres y Familiares de Trabajadores de AGR- están peleando por sus puestos de trabajo.
Por donde se lo mire, se trata de una mentira que no busca sino amedrentar y desmoralizar a los obreros y quienes están apoyando su lucha, además de engañar a sus lectores y a la población en general respecto a lo que sucede en el diario. La causa judicial que anuncia el artículo busca este objetivo. En ese sentido, y gracias al espionaje que realizan sobre la fábrica las fuerzas de seguridad, Clarín está intimidando con llamados y mensajes amenazantes a trabajadores y sus familiares para que acepten los despidos ilegales.
La enorme solidaridad que viene reuniendo la lucha de los trabajadores de AGR tuvo otro hito este mismo fin de semana cuando, gracias a la campaña difundida en afiches, publicaciones en redes sociales y medios que colaboran en romper el cerco mediático que impone Clarín, se viralizó el pedido a la población para el domingo no comprar Clarín. Decenas de miles se sumaron a la campaña compartiendo el HG #NoComprenClarin o haciéndose eco de diversas formas para defender que la revista Viva no pase a producirse por personal precarizado.
El formidable apoyo y solidaridad que han recibido los trabajadores de AGR, sobre la base de estar dando una fuerte lucha contra el plan precarizador del gobierno nacional, es un sustento fundamental para que la misma siga en pie. La asamblea de AGR y la Comisión Interna convocan a todas las organizaciones y al conjunto de la población a acompañar su movilización el día viernes, de Plaza de Mayo al ministerio y solicitan al Ministro de Trabajo que los reciba para atender a su situación.
Miguel Bravetti
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