Documentos aportados por el ex técnico de la CIA Edward Snowden muestran la existencia de la Operación Quito, un programa secreto para intervenir comunicaciones militares y de seguridad con el objetivo de obtener información e influir en la opinión pública.
Preocupado por la posibilidad de que la Argentina recuperara las islas Malvinas, el gobierno británico montó un plan de espionaje y vigilancia a líderes y militares argentinos, a través de un grupo de tareas de Inteligencia denominado Jtrig (por sus siglas en inglés). Se trató de la Operación Quito, conocida a través de documentos secretos fechados entre 2008 y 2011 y filtrados por el ex empleado informático de la CIA, Edward Snowden. Los archivos señalan que nuestro país era “el principal interés” de la región para la central de Inteligencia británica y que la misión era calificada como “de larga duración y alcance y de efectos pioneros”. La documentación revela, además, que a pesar de la posición distante que mantiene la administración de Barack Obama sobre el conflicto por la soberanía de las islas, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense ha brindado cooperación sobre este tema a la Central de Inteligencia (GCHQ) del gobierno británico.
Así como los cables filtrados por Julian Assange desnudaron las tramas más oscuras de gobiernos y dirigentes políticos de todo el mundo, la información recopilada y difundida por Snowden permite ahora conocer un capítulo especial sobre la actividad de los gobiernos británicos de Gordon Brown y de su sucesor, el actual primer ministro David Cameron, en el conflicto por la soberanía de las islas Malvinas. La filtración se conoció a través de The Intercept –un diario online norteamericano dedicado a trabajar con la información de Snowden– en asociación con el canal de noticias TN, del Grupo Clarín. La existencia del grupo Jtrig (siglas de la traducción al inglés de Grupo de Inteligencia y Búsqueda contra Amenazas) ya había sido revelada por Snowden el año pasado. Según informaron en simultáneo ambos medios, entre las tareas del Jtrig se encuentra la de recolectar información de Inteligencia, disminuir o desacreditar oponentes e implantar propaganda encubierta.
La Operación Quito comenzó a organizarse a partir de 2008 y ya estaba casi lista en 2009. Esta “incluye operaciones encubiertas en redes sociales, intervención de comunicaciones militares y de seguridad”, con el objetivo de “estar informados acerca de los planes de Argentina respecto de las islas Malvinas e influir en la opinión pública”. Las tareas de Inteligencia eran también una forma de brindar “apoyo” para cumplir los objetivos de la Oficina de Asuntos Extranjeros inglesa, entre los que se encontraba el de “prevenir” que la Argentina pudiera recuperar la soberanía de las islas, ya sea de manera diplomática o militar.
Esta información se conoce en un nuevo aumento de la tensión entre Argentina e Inglaterra, luego de que el ministro de Defensa inglés, Michael Fallon, anunciara la semana pasada el incremento de su presupuesto en más de 400 millones de dólares con el pretexto de una supuesta compra de aviones de combate rusos por parte de nuestro país. En contraposición, la presidenta Cristina Fernández ratificó el pedido histórico de la Argentina, que reclama una negociación diplomática bilateral para darle una solución pacífica al conflicto y recuperar la soberanía del archipiélago. Además, CFK anunció la desclasificación de todos los documentos secretos del gobierno nacional sobre la guerra de Malvinas.
Según los documentos, las actividades de Inteligencia británicos no terminaban en Argentina sino que también había preocupación por el apoyo creciente de otros países de la región. “La GCHQ ha trabajado por debajo de las expectativas en Brasil, mientras hay crecientes preocupaciones de que las actitudes sudamericanas con respecto a Malvinas están cambiando y ubicándose detrás de la iniciativa argentina”, detalla uno de los archivos. Además, se informa sobre negociaciones con Chile para que deje de apoyar el reclamo argentino: “Una futura visita ministerial a Chile va a proveer una oportunidad para contrarrestar esta tendencia y nuestra Oficina de Asuntos Extranjeros está a la espera de consejos”.
Las autoridades de inteligencia dejaron en claro que su preocupación no pasa por posibles apariciones de células terroristas o la repetición de atentados. “Dos de las actuales misiones del Departamento Resto del Mundo son lograr un cambio de régimen en Zimbabwe, desacreditando el actual, y prevenir que Argentina recupere las islas Malvinas utilizando la manipulación de la Inteligencia humana a través de las redes sociales”, revelan los textos.
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