Estos días se presentan “celebratorios” en el discurso gubernamental respecto de cuestiones económicas, tales como la vuelta a los mercados externos de préstamos de la Argentina, tanto como a la suscripción de variados acuerdos de inversión suscriptos en la reciente visita presidencial a Moscú.
Otra vez con más deuda
Respecto de la deuda, el Ministerio de Economía demandó financiamiento vía el BONAR 2024, o sea con vencimientos a 10 años, por 500 millones de dólares. Se informó que se receptaron ofertas por casi 2.000 millones de la moneda estadounidense, y que finalmente se aceptó la colocación de títulos de la deuda pública por 1.410 millones de dólares.
Una parte importante de más de 1.200 millones de dólares engrosaron inmediatamente las reservas internacionales que al viernes 24 de abril contabilizan 32.600 millones de dólares. La recuperación del piso de los 27.300 millones de dólares en octubre del 2014 está motivada en las operaciones de crédito externo que se habilitaron luego de los pagos a Repsol, el arreglo con el Club de París y a las sentencias del CIADI.
Así se confirma que la Argentina paga para volver a tomar deuda, y que toma deuda para seguir pagándola. Aunque se diga que los dólares ingresan para obras, la verdad es que esos dólares engrosan las reservas y se usan pesos emitidos localmente para financiar esas obras. Las reservas luego son utilizadas para cancelar deuda con dólares u otras divisas.
Desde la oposición vinculada a las clases dominantes se destacaba que el país debía pagar a los fondos buitres para volver al mercado de crédito, y algunos sostenían que el intento de emitir deuda podía ser obstaculizado desde EEUU, y de hecho, los fondos buitres lo intentaron. El gobierno operó en la postergación de una acuerdo y pago de la sentencia Griesa y por ello valoró la operación financiera de colocar Bonos con vencimiento en el 2014.
Así se pronunciaron varios funcionarios, especialmente desde el Ministerio de Economía, donde se valoró la capacidad de reinserción en el sistema financiero con una colocación de títulos de legislación local, sorteando la restricción pretendida por los fondos buitres y la justicia de Nueva York. Al respecto, Emmanuel Álvarez Agis, Secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo de la Nación, reivindicó la buena recepción de los títulos de la deuda pública señalando que “nosotros pagamos en estos años más de 200 mil millones dólares y la mayor parte del mercado financiero sabe que pagamos. De hecho, el año pasado, los bonos argentinos fueron de las mejores inversiones a la que un ahorrista podría aspirar”. La información puede encontrarse en: http://www.mecon.gob.ar/alvarez-agis-esta-colocacion-de-dueda-es-una-respuesta-contundente-a-los-fondos-buitre/
Un detalle no menor es que la tasa de interés de este endeudamiento es del 8,95%, menor a ofertas anteriores que realizó el país, sí, pero el doble de la tasa que pagan varios países en la región, y muy alejada de las bajas tasas del mundo del capitalismo desarrollado, con una tasa de interés que tiende a cero. Se trata de una renta muy apreciada por los inversores especulativos en las condiciones financieras actuales. Agreguemos que parte del éxito se debe a compras de títulos realizadas desde el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que administra la ANSES con recursos de los trabajadores y la seguridad social.
Expectativas por inversiones externas
Los acuerdos integrales con Rusia son diversos y están en el rumbo de los acordados oportunamente con China e incluso se proyectan más allá de la economía, a la cultura y la defensa. En cuestiones económicas se trata de probables inversiones en el área energética, especialmente en hidrocarburos no convencionales y electricidad. Pero también en mejoras del intercambio comercial, deficitario para la Argentina desde el 2011 y en la provisión de material militar. Son avanzados los acuerdos en la cooperación nuclear, un rubro que Argentina desarmó en los noventa ante la presión de EEUU, donde el acercamiento con Rusia y China genera tensión.
Todavía es incierto el desembarco de capitales rusos y queda por ver la letra chica de los contratos; los que, si remiten al estilo del acuerdo YPF con Chevron, se reitera la prórroga de jurisdicción a propósito de los contratos por ingresos de capital de riesgo o préstamos. Además, son inversiones que insisten en potenciar el modelo productivo en curso, asentado en la dinámica inversora del capital externo, no solo por límites del capital local, sino y especialmente por la imposibilidad de disposición de recursos públicos afectados al pago de la deuda.
No se trata solo de incomodar a EEUU, incluso a los inversores del capitalismo desarrollado, sino de discutir el sentido de la inversión productiva en la Argentina. Es interesante pensar en la diversificación relativa a la inserción internacional, pero previo se requiere discutir el modelo productivo y de desarrollo.
Es por tanto materia de análisis la celebración oficial, lo que supuso cierta euforia en el mercado de capitales, con evidentes alzas de acciones y títulos en la Bolsa ante esos anuncios, sea por ingresos de divisas vía préstamos o inversiones.
Queda claro que los inversores en el mercado local ven con satisfacción la reinserción del país en el mercado de deuda, que parecía cerrado desde la cesación de pagos del 2001, y más aún la perspectiva de ingreso de inversiones externas.
Recesión industrial
La euforia resulta contrastante con la información del Indec que puede recogerse del informe de prensa fechado el viernes 24 de abril. La información del INDEC puede leerse en: http://www.indec.mecon.ar/uploads/informesdeprensa/emi_04_15.pdf
Se señala que “De acuerdo con datos del Estimador Mensual Industrial (EMI), la actividad industrial de marzo de 2015 muestra disminuciones del 1,6% en la medición con estacionalidad y del 1,9% en términos desestacionalizados con respecto a marzo de 2014.”
El informe del Indec continua destacando que “La actividad industrial del primer trimestre de 2015 con respecto al primer trimestre del año anterior presenta bajas del 2% tanto en la medición con estacionalidad como en términos desestacionalizados.”
Agrega en el informe mencionado que “El indicador de tendencia-ciclo observa en marzo de 2015 una merma del 0,2% con respecto a febrero pasado.”
Con estos datos se confirma el problema de la caída industrial en Argentina, que lleva 20 meses de recesión productiva en el sector industrial, donde sobresale la caída del sector automotor, mayoritariamente orientado a las exportaciones, especialmente de Brasil, con serias dificultades para que el país vecino pueda estabilizar su economía y por ende las compras a la Argentina. Es importante también la caída del sector textil, y se morigera el promedio de la caída general por el alza de la producción de petróleo, que no alcanza para cerrar la crisis energética y que motiva una factura anual superior a los 7.000 millones de dólares.
Esa mejora en petróleo explica el éxito del endeudamiento de YPF, quien esta semana salió a buscar 500 millones de dólares y obtuvo ofertas por 1.500 millones de dólares, cerrando la búsqueda de crédito externo para el 2015.
La situación productiva en la industria se compensa con alzas de la producción agraria con 59 millones de toneladas de soja, 30 millones de toneladas de maíz, 13 millones de trigo y totalizando más de 114 millones de toneladas en la cosecha récord. La producción es expansiva en el sector primario y recesivo en el sector de la industria. Esa es la razón por la cual se informa del crecimiento de la actividad económica en general, donde los beneficios no se reparten equitativamente.
Síntesis
En síntesis, los “mercados” contentos, el MERVAL subió con nueva deuda estatal por 1.500 millones de dólares del Estado Nacional y otro tanto de YPF, y a la espera de nuevas inversiones externas rusas. La nueva deuda estatal y los inversores hacen subir las cotizaciones y las ganancias en la Bolsa. ¿Qué pasa con el empleo, los salarios y otros ingresos populares? De eso se habla menos en el marco de un fuerte condicionamiento de las patronales y el Estado ante la demanda de las organizaciones sindicales.
Queda clara la iniciativa política de las clases dominantes, en la cuestión de la deuda y la dependencia de las inversiones externas. Se necesita más visibilidad a la iniciativa política popular, caso de la lucha por la investigación de la deuda y mientras la suspensión de los pagos, como se sostiene en la Audiencia Pública del próximo martes 28 en el Parlamento. En la ocasión, se recordará a Alejandro Olmos a 15 años de su muerte, un 24 de abril del 2.000.
No solo se trata de esa u otras actividades, sino de la densidad social y política que se requiere para instalar una propuesta alternativa al orden vigente. Algunos sostienen que el debate es solo en el marco de los posible y por ende solo se puede abonar el camino de lucha dentro del capitalismo, en una búsqueda neo-keynesiana o pos-keynesiana contra el neoliberalismo ortodoxo. Otros pensamos que se puede ir más allá y organizar en nuestra cotidianeidad una propuesta anticapitalista, antiimperialista, anticolonial, por la liberación y el socialismo.
Aunque desde el posibilismo nos llamen utópicos, con Galeano repetimos que la Utopia nos ayuda a caminar en la construcción de una cotidianeidad para la transformación y la emancipación.
Julio C. Gambina
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