jueves, 2 de abril de 2015

Cadena nacional: las mentiras de Cristina Kirchner y el intendente Espinoza



El mismo día del paro nacional, CFK realizó un acto político por la tarde en González Catán, con el supuesto motivo de la inauguración de una red de agua potable y de un polideportivo que incluye un microestadio.
En el acto se reunieron distintos sectores oficialistas. Desde el precandidato a gobernador e intendente local, Fernando Espinoza, hasta los gremios oficialistas y la militancia kirchnerista.
Cuando ya se sabía que el paro había sido masivo, CFK se dedicó a atacar el contundente pronunciamiento político de los trabajadores.

“Que la casa esté en orden”

Desde el lunes, la CGT dirigida por Carlos Gdansky, la UOM y el SMATA se dedicaron a garantizar que “la casa esté en orden”, para la llegada de la presidenta. Junto a las patronales pusieron a disposición todos los medios económicos (mediante llamados a los delegados de todos los establecimientos y el alquiler de autos y micros particulares) para que los trabajadores no se pronuncien. A pesar de ello en La Matanza, el día de la visita de CFK, las calles se vieron vacías, las escuelas cerradas y la mayoría de los trabajadores no fue a trabajar.
CFK dijo en su discurso que “si hubiera habido trenes y subte, sino hubiera habido huelga de transporte, no hubiera habido paro general”. Lo que contradice estos dichos es el hecho de la contundencia del paro que se demostró en las calles. El efecto “excusa” entre los trabajadores, encontró a cientos de establecimientos, sin que pudieran producir normalmente. Ejemplo de ello es la emblemática Mercedes Benz (SMATA) que no pudo garantizar la producción como cualquier día, y cientos de fábricas de la UOM por solo referirnos a algunas.
El motor del paro fue el reclamo contra el “impuesto a las ganancias”, que CFK desestimó planteando que eran los trabajadores que subieron “escalón por escalón en los últimos años”. Obvió que fueron los trabajadores referenciados en el sindicalismo de izquierda quienes levantaron, junto a los diputados del FIT, el conjunto de las demandas.
Es real que sólo el 10% de los asalariados se ve perjudicado por el impuesto al salario, por eso era preciso denunciar con un paro activo que por ejemplo el sueldo promedio de un operario metalúrgico, que responde a Caló, es de 7000 pesos. La mitad que la canasta familiar. Por esta situación es que el ausentismo se impuso en la mayoría de los gremios, y que incluso quienes trabajaron no dejaron de expresar la bronca generalizada, como pudo corroborar La Izquierda Diario.
Si bien es muy difícil llevar un registro sobre la situación laboral de los miles de empleados, dada la extensión territorial y descentralización de la industria local, es un hecho inegable que el ánimo mayoritario fue el de adherirse al paro, el más contundente de los 4 últimos.
La medida fue acatada por muchos sectores. Mención especial merecen los docentes del SUTEBA La Matanza, quienes en asamblea por escuela y reunión de delegados, votaron parar. En las escuelas el acatamiento fue total. La emblemática y combativa Alicorp (SOJO), a pesar de las amenazas de la empresa y que el sindicato jabonero carnereaba la medida por estar con el Gobierno, no pudo producir. Los gráficos de Interpack I, de otro sindicato carnero, también pararon.
En tanto, los gremios convocantes dieron de hecho “libertad de acción”, como Plástico y Alimentación, sin jugarse a garantizar y organizar el paro en las fábricas, contra la política de las empresas. Donde se paró fue por la decisición de los propios trabajadores.
Como hizo la burocracia por abajo, CFK quiso dividir a los trabajadores por arriba. Atacó a quienes “ganaron más” y supuestamente no quieren distribuir las “ganancias”. Lo cierto es que el Gobierno a quienes no quiere atacar es a los grandes empresarios y sus enormes ganancias. Incluso, lo cierto es que quienes ganaron menos tampoco han sido beneficiados por la política oficial después de 12 años de Gobierno. En La Matanza reina la precarización laboral y los bajos salarios.

Precarización del trabajo y precarización de la vida

Cínicamente CFK junto a Espinoza presentaron una Matanza que no existe. Dijo que casi un millón de personas tienen acceso al agua potable, pero lo que no dijo es que en el distrito viven casi 1 millón 800 mil, por lo que sólo alcanza este servicio esencial sólo al 50% de los habitantes.
Tampoco mencionó las obras hídricas que los Vecinos Autoconvocados del Arroyo Dupuy de Laferrere, siguen denunciando y exigiendo, luego de sufrir decenas de inundaciones en los últimos años.
Como así tampoco hizo referencia a la escacez de gas envasado que sufren los vecinos de Gonzalez Catán, la que hace tres día valía $30 hoy se consigue, por la especulación, a $80.
Tampoco dió respuesta a los vecinos que acampan frente a la empresa Klaukol, que siguen denunciando la contaminación y las amenazas que sufren. En el barrio lindero a la fábrica hay niños que tienen hasta 17 mg de plomo por litro de sangre.
El acto oficialista, teñido por la campaña política nacional y local, se realizó cerca del Barrio Nicole. Allí es donde cientos de vecinos se vienen organizando contra la contaminación de la planta de residuos del CEAMSE, donde a su vez sufren cotidianamente la falta de luz y las inundaciones. De esa “Matanza profunda” es de la que no habla CFK, y oculta Espinoza.
Sin embargo, aunque la situación en el distrito es preocupante para los trabajadores y habitantes del partido más grande, el Gobierno sólo anunció más militarización. Dijo CFK: “Vamos a destinar 700 gendarmes, efectivos policiales y 40 móviles en Sans Petesburgo, Puerta de Hierro y San Alberto”, cuando como se demostró el año pasado cuando cayeron bonaerenses de la DDI local, es la propia policía la que está implicada en el narcotráfico y organiza el gran delito. Como denunciamos en esta edición de La Izquierda Diario, más bonaerense significa más detenciones ilegales y golpizas a los jóvenes de La Matanza, mayor criminalización de la juventud.
Los trabajadores de La Matanza se pronunciaron con claridad, y la bronca es extendida, en los gremios oficialistas y opositores. Los mismos vecinos que reclaman contra las inundaciones, la contaminación ambiental (que conlleva graves enfermedades), la represión policial y persecución de los jóvenes, y las condiciones de precariedad en vivienda, salud, educación y transporte son los trabajadores que viven en los barrios más carenciados y que hoy tuvieron motivos de sobra para adherirse al paro nacional.


Matias Mora
UOM - La Matanza @MoraMatias2014
Franco Villalba
Delegado de Alicorp - La Matanza

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