jueves, 16 de abril de 2015

Tinelli, la década bailada entre políticos y vedettes



En abril arranca la décima edición de “Bailando por un Sueño” conducido por Marcelo Tinelli, “personalidad destacada de la cultura” para la ciudad porteña. Precursor de la “farandulización de la política” y los formatos machistas de los programas de TV.

Tinelli no necesita presentación. Hace más de veinte años que está en el horario central de la televisión argentina. Pasó de ser relator de fútbol a un mega empresario, productor y un factor influyente en la política local. Es el actual vicepresidente de San Lorenzo de Almagro, secretario de prensa de la AFA, fundador de Ideas del Sur, actual socio del empresario K Cristóbal López, Haras del Sur, propietario de miles de hectáreas en Chubut para un megaproyecto turístico, para el cual necesita desalojar a familias Mapuches. Este abril empieza la décima edición del certámen “Bailando por un sueño”.
No sólo ocupa el aire en su programa, sino que lo hace a través de los otros programas de chimentos que siguen reproduciendo durante el día lo que acontece en la noche. Se pasan las horas en tertulias sobre las disputas de estrellato de unas figuras con otras, entre los cuerpos esbeltos y en menor proporción debaten sobre los tecnicismos de la danza o los tropiezos de las bailarinas y bailarines y el resto de las figuras.
Pero en su currículum, lo más destacable, y no positivamente, es ser el precursor de la “farandulización de la política” y de un modo de hacer televisión donde el principal entretenimiento está vinculado al deleite frente al cuerpo femenino.

Diez años soñando…

Los medios masivos de comunicación nos sorprenden con noticias que a pocos le importan. Pareciera que falta algo en la televisión al no tener el programa de Marcelo Tinelli ya que proporciona el material para muchos otros programas. Durante todo el verano especularon con quiénes serían los nuevos participantes del programa. Un certámen donde el baile y los sueños son una excusa para seguir cosificando a la mujer y exhibiéndola impunemente como un objeto. Esta semana conocimos más acerca de cómo será la nueva edición.
Juana Viale, “Juanita”, fue convocada a participar de Bailando por un Sueño. La nieta de Mirtha Legrand según trascendió en los medios le pagarán $500.000 por semana por bailar en ese programa. Cifra que se elevaría a $8.000.000 por su participación en el certámen; una cifra obscena y vergonzante comparada con el sueldo que ganan la mayoría de los trabajadores.
El programa se jacta de cumplir los “sueños” de quienes más lo necesitan, como ayudar a un comedor infantil o llevar útiles a un pueblito escondido en el norte del país. Pero poco les importa a ellos los pobres, sino que son puestos en pantalla con música melancólica para conmover al espectador; son parte del espectáculo aún sin desearlo. Los métodos de este programa resultan tan violentos comparados con las enormes cifras de dinero que se le pagarán a los participantes famosos, ricos y exitosos.
Así funciona el programa con mayor raiting en el país, donde millones de argentinos, luego de la jornada laboral prenden la televisión buscando un poco de entretenimiento y ven la naturalización de los estereotipos más retrógrados del capitalismo.

Año electoral. ¿Tinellización de la política?

En el 2009, el programa de Tinelli desató una gran polémica desarrollando la farandulización de la política. Por medio de un reality de políticos, día a día se iba marcando la agenda. Estaban representados entre otros Francisco de Narváez, Néstor Kirchner, Mauricio Macri, Julio Cobos, Cristina Fernández de Kirchner, Fernando de la Rúa, Sergio Massa , Daniel Scioli, Felipe Solá, entre otros. Un personaje poco conocido como Francisco De Narváez saltó a la fama, quien finalmente le ganó a Kirchner en las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires.
Esta construcción de la política que está instalada en los políticos de los partidos patronales, que a cualquier precio tratan de conseguir votos, no ha hecho más que profundizarse en los últimos años. Un ejemplo es el crecimiento de los programas televisivos que toman la agenda política para mezclarlo con debates frívolos, superficialidades y donde los problemas que sufren millones de personas quedan en un segundo plano. En estos programas hacen uso del humor, pero no del humor de los de abajo para reírse de los de arriba; sino una broma pesada donde se reproducen los estereotipos de género basados en la discriminación a las mujeres, a la comunidad LGTBI, donde los políticos lejos de discutir propuestas buscan mostrarse como “personas comunes”, contar curiosidades de sus vidas o simplemente legitimarse por sus relaciones con personajes del espectáculo.
El último tramo que le falta en la carrera de Marcelo Tinelli, es lanzarse abiertamente como político. En la última semana se escucharon rumores de propuestas en ese sentido. Trascendió que en una charla con Máximo Kirchner, donde se habló de Fútbol Para Todos, también se conversó sobre una propuesta electoral y la posibilidad de presentarse como candidato para gobernador de Buenos Aires. En otro ámbito, el conductor televisivo se fotografió junto a Horacio Rodríguez Larreta y tuiteó "Gracias querido @horaciorlarreta por el apoyo al barrio de Boedo y al CASLA. A full con la construcción del gimnasio", un claro apoyo para las internas del PRO.
Más allá de postulaciones, está claro que Tinelli apoya las opciones políticas de los partidos tradicionales, representantes de distintos sectores de las clases patronales. No podía ser de otra forma de parte de quien ha sido el impulsor de la banalización de las problemáticas de la vida de millones de trabajadores, de reírse del patetismo y los estereotipos. Marcelo, también junto a la diva Susana Giménez fue parte de la cruzada contra la “inseguridad”. "El que mata debe morir" dijo ella, y Marcelo agregó “Los delincuentes están todos libres y yo tengo que vivir en un country encerrado entre rejas”. Y más recientemente, cuando Argentina pasó a la final de la copa del mundo, arrancó su programa diciendo que los brasileros (son) “(...) como la mujer golpeada que dice que igual es bueno mi marido, no es mal tipo”. Una frase que le valió el repudio de un amplio sector por su machismo, y por hacer una “jodita” con la violencia hacia las mujeres que se convirtió en la principal causa de muerte de mujeres a nivel mundial y donde sólo en Argentina una mujer es asesinada cada 35 horas.

Cambiar de canal

Con esta trayectoria resulta importante agudizar la crítica a estos productos televisivos. Cientos de miles de personas luego de jornadas agotadoras de trabajo, horas de viaje en el transporte público para llegar a sus casas, buscan alejarse de la rutina y se sientan a ver estos programas que son instalados con millonarias campañas publicitarias, muchas veces financiadas por grandes empresas y que invaden el día a día a través de todos los medios de comunicación.
Los valores y prejuicios que se transmiten necesitan ser cuestionados en cada lugar de trabajo y estudio, en las charlas con amigos y familia. Una visión crítica de la televisión podrá lograr más humor y conciencia que una recepción pasiva de sus contenidos.

Carmela Torres

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