jueves, 5 de enero de 2017

Del Conicet al Ministerio de Educación: cómo enfrentamos los despidos



Dos políticas.

Hace sólo dos semanas, el despido por motivos presupuestarios de 508 compañeros, que habían sido evaluados favorablemente para ingresar a la carrera de investigador del CONICET, desató una lucha sin precedentes en el sector. Lo que comenzó como una movilización convocada por Jóvenes Científicos Precarizados Bs As (JCP) al directorio del organismo (que firmó y avaló los despidos) culminó, ante la falta de respuestas, con la toma por cinco días del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MinCyT).
Luego de cuatro días en los que el gobierno de Macri se rehusó a recibir a los representantes de las organizaciones gremiales y de varias negativas a garantizar la reincorporación de la totalidad de los compañeros, el viernes 23 logramos arrancarle a la patronal un triunfo fundamental. El acuerdo firmado, avalado por una masiva asamblea, logró la reincorporación de los 508 compañeros al CONICET por al menos un año (incluso de aquellos que a la fecha estaban por fuera del organismo) y el compromiso escrito de que serían insertados en distintos ámbitos de la investigación pública, incluyendo al CONICET, en las mismas condiciones laborales. Además, el cumplimiento y aplicación de este acuerdo podrá ser monitoreado por una comisión de seguimiento donde habrá representantes de las organizaciones gremiales, de los compañeros directamente afectados y representantes de los CCT de otras provincias. Se trata de un primer triunfo que permitirá continuar la lucha en el 2017 con la totalidad de los trabajadores adentro.
Llamativamente, desde la firma del acuerdo, numerosos sectores del kirchnerismo han lanzado una campaña de ataques a JCP, calificando lo conquistado con la lucha como "insuficiente" e incluso como una "derrota". Los mismos sectores que en Capital Federal se sumaron a la ocupación recién el día miércoles (luego de boicotear públicamente la medida) y que en otras provincias (Córdoba, Mar del Plata, La Plata, San Luis), votaron sistemáticamente a favor de levantar las ocupaciones de los CCT, son los mismos que no perdieron un instante para intentar desmerecer a la dirección política y gremial de una lucha que venció.
Por otra parte, la burocracia de ATE Capital apostó a que el conflicto cediera: no aportó un centavo al fondo de lucha y convocó un paro recién para el viernes 23, tardío y en una fecha de asueto, cuando las cartas estaban jugadas. En este punto, fracciones de comisiones internas combativas rompieron con esta dirección y se sumaron al movimiento impulsado por JCP.

Dos políticas

El derrotero de la reciente ocupación del Ministerio de Educación por los 400 despidos de trabajadores/as contratados y de otros 2600 tutores que hacían tareas online permite, de modo lamentable, contrastar dos orientaciones muy distintas. La dirección kirchnerista de ATE Capital ("Verde y Blanca") propuso levantar la toma el viernes 30 luego de solo un día de ocupación, afirmando que estaba garantizada la reincorporación de la mitad de los 400 contratados despedidos. Su excusa era abrir una mesa de negociación con el gobierno y volver a tomar el lunes. Así, la ocupación fue levantada aún cuando existían cientos de compañeros movilizados y dispuestos a mantener y rodear de solidaridad la medida de fuerza. Desde nuestra agrupación, Tribuna Estatal, planteamos seguir con la toma durante el fin de semana hasta lograr el ingreso de todos los despedidos.
El levantamiento de la toma sólo permitió el avance del gobierno. Efectivamente, el lunes el ministerio amaneció vallado y rodeado de policías que reprimieron a los delegados que trataban de ingresar. Finalmente, en el acto realizado en Pizzurno el día martes, la dirección kirchnerista intervino con la línea de la derrota total, llegando a plantear que "los despedidos siempre serán compañeros" abandonando así cualquier perspectiva de seguir luchando. Los dirigentes de ATE Capital saludaban a los ex funcionarios K pero no permitieron que representantes de las últimas luchas en el ámbito estatal, como los Jóvenes Científicos Precarizados y una delegada del Ministerio de Hacienda que pelea su reincorporación, tomaran la palabra.

Recuperar los sindicatos

El desenlace de la toma del Ministerio de Educación aporta evidencia sobrada acerca de la impostura del kirchnerismo a la hora de balancear el conflicto en el CONICET al tiempo que confirma la orientación que deben tomar las luchas para frenar el ajuste macrista. La lucha impulsada por JCP en el MINCyT logró aquello que no sucedió en ninguna de las dependencias del Estado: la continuidad laboral de todos los trabajadores despedidos. Esto fue posible porque existió una organización que se puso a la cabeza del movimiento con un objetivo claro: frenar los despidos.
La toma del edificio no fue el único elemento que hizo posible esta conquista. La organización de base, la discusión en asambleas y la potencia de una organización independiente de cualquier gobierno y de la patronal fueron elementos clave.
Con este norte continuamos luchando por una ciencia al servicio de los trabajadores. El próximo 4 de febrero convocamos a todos los trabajadores del ámbito científico al plenario nacional que desarrollaremos en el Polo Científico.

Lucía Maffey y Lucila D'Urso

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