El entramado de las coimas confesado por los brasileños llega a los más altos niveles del gobierno anterior y del actual.
Ángelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri y dueño de la empresa Iecsa, fue denunciado ante la justicia para que se investigue su participación en el entramado de corrupción confesado por el brasileño Marcelo Odebrecht.
Odebrecht y los Calcaterra fueron socios en emprendimientos como el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, una obra de $45 mil millones. Si hubo pagos ilegales a funcionarios, es plausible que hayan participado juntos de la cometa.
La trama de corrupción que sale a la luz luego de la confesión a cambio de rebaja de penas y de pago de multas realizada por Marcelo Odebrecht, preso en Brasil, ante tribunales estadounidenses y brasileños implicó la exhibición de una red internacional de compras de funcionarios a cambio de obra pública en América Latina y África. Uno de los gobiernos incluidos en el entramado coimero es el de Argentina, y las sospechas apuntan al ex ministro Julio De Vido y su equipo. Sin embargo, los Calcaterra –que tienen una cercanía no sólo familiar, sino comercial con los Macri– no sólo fueron socios de Odebrecht, sino que constituyeron el segundo grupo económico más beneficiado con contratos de obra pública, sólo superados por Techint. ¿Por qué, si se le cobraba coimas a Odebrecht, esta práctica sería ajena a los demás grupos empresarios de la patria contratista? La confesión de Odebrecht indica que coimearon por 35 millones de dólares entre 2007 y 2014 en el país. ¿Qué parte de esas coimas también pagó su socio Calcaterra? La Procuraduría de Investigaciones Administrativas, a cargo del fiscal Sergio Rodríguez, investiga los presuntos lazos entre una y otra compañía y su accionar delictivo con funcionarios estatales a partir de la denuncia del abogado Daniel Igolnikov. Pero la denuncia también alcanza a Juan José Aranguren, el ministro de Energía del tarifazo y la quita de deudas a las empresas eléctricas, quien tuvo tres reuniones con directivos de Odebrecht en el último tiempo. “Entre la adjudicación obtenida en la administración kirchnerista y la macrista, existe una diferencia fundamental que agrava la responsabilidad gubernamental, porque es el Estado argentino quien le provee los fondos a Calcaterra, pues en la primigenia, era el adjudicatario el que debía proveerlos, y al hacer efectiva la adjudicación, cuyo origen espurio se encontraría evidenciado, el actual gobierno podría resultar partícipe del delito", señaló Igolnikov (Ámbito Financiero, 4/1).
El escándalo Odebrecht no sólo pone de relieve los negocios espurios de la compañía brasileña con funcionarios locales, sino que evidencia un método de la clase capitalista que se extiende a distintos actores que negociaron con funcionarios del anterior y del actual gobierno, algunos -como los Calcaterra- de llegada íntima a los más altos niveles del ejecutivo. Es necesario que se abran los libros de las empresas adjudicatarias de la obra pública para conocer la ruta de los fondos destinados a comprar las voluntades del personal político de la burguesía.
Juan Manuel Cicala
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