lunes, 20 de abril de 2009

Reestatización y reconstrucción de Ferrocarriles Argentinos: ¿Es posible?


¿Es posible reconstruir el sistema ferroviario argentino a un estado operable digamos, de gama media?

Todos (o casi todos) vimos la documental de Fernando “Pino” Solanas “La Próxima Estación” sobre la destrucción de nuestro sistema ferroviario. De dicho material surge la siguiente pregunta: ¿Es posible reconstruir el sistema ferroviario argentino a un estado operable digamos, de gama media?
El mayor triunfo de este modelo privatizador de Cavallo fue desestructurar el país para servirlo en bandeja. Y esta desestructuración requería una empresa ferroviaria que no forme un sistema, sino que forme micro negocios para distintos grupos empresarios.
Para poder hacer esos micro-negocios se los desafectó de las obligaciones de servicio publico, y se les dijo: “ustedes corran los trenes por donde les convenga”; y ese “por donde les convenga” dio como resultado que, de los 39.000 Km. dados a los servicios de carga, solo estén en operación unos 7.000 Km, corridos por 3 consorcios, mas la brasilera ALL y Minera La Alumbrera, que además destrozan los rieles sin importarles un comino.
En principio, solo para revertir la situación, hay que re-estatizar los FFCC. Pero no es tan fácil.
El FFCC tenía 6000 propiedades técnicas, talleres, fábricas, talleres-escuela y administrativas, por toda le red que fueron liquidadas y desmanteladas.
Tenía una fábrica de rieles en Santiago del Estero, de la que queda solamente el piso de hormigón.
Tenía decenas de máquinas diesel funcionando en el Belgrano Norte (ahora de Pedraza y Macri) que desaparecieron del inventario misteriosamente y terminaron como chatarra en los altos hornos Zapla (en manos de Taselli).
Las mejores y más nuevas máquinas, las de serie 9000, las pasaron a operadores privados.
El plan primario, de reconstruir 14.000 km de vías es viable, pero no es el ramal principal.
El ramal principal es el del Belgrano Norte, en manos de Pedraza y Macri, porque es el más extenso ya que une con Bolivia y Brasil. De eso no se habla.
El Belgrano norte fue constituido como alternativa estatal en la época de los trenes ingleses, ya que llegaba a lugares que el FFCC ingles no lo hacía. Y además cubría las mismas capitales del norte que el Central Argentino, en manos inglesas y posteriormente F.C. Mitre, de una forma más económica.
Hay poca mano de obra especializada capaz de formar nuevos técnicos, ya que la mayoría de la época de Ferrocarriles Argentinos, está jubilado o muerto.
La mayoría de las estaciones del interior están destruidas, o convertidas en shoppings, como la de Rosario - Belgrano.
El material rodante, vías e infraestructura siguen siendo del estado, pero en un estado obsoleto. Como solución se importó material rodante (coches y máquinas) a Portugal con una antigüedad de 40 años. Las locomotoras están reparadas a nuevo, pero se compraron sin repuestos porque está descontinuadas hace rato, lo que hará que se desguacen algunas para obtenerlos.
La mayoría de los coches de larga distancia FIAT –Materfer y sus similares “Holandeses”: turista, pullman y pullman acondicionados, están abandonados y destruidos por estaciones de todo el interior; estaciones por las que no para ningún tren hace décadas.
Los que estaban en mejor estado los recauchutaron para Ferrocentral, un consorcio formado por NCA (Nuevo Central Argentino) y TBA. Cubren Rosario y Córdoba.
Los que estaban y siguen estando más o menos, los opera Ferrobaires, de la Pcia de Bs. As. y el gobierno tucumano.
Nos quieren engatusar con trenes fabricados aquí por la empresa ferroviaria de Sirigliano: los Puma V3, que no son otra cosa que los viejos Toshiba del Mitre y el Sarmiento reconstruidos a nuevo partiendo del chasis viejo.

Conclusión:
Construir los casi 50.000 Km de vías, estaciones, talleres, fábricas, escuelas; llevó unos 60 años.
Reconstruir lo existente adecuándolo a las exigencias tecnológicas actuales para trenes de gama media (hasta 150 km x hora) llevaría décadas. Y los gobiernos, por más que empiecen ahora, nunca continúan las políticas de sus predecesores.
Y nuestros amos imperiales están más interesados en el petróleo y en vender autos y camiones que pensar en una red ferroviaria.
Por lo tanto, pensar en un servicio ferroviario razonable, es una utopía.
Solo se puede pensar en trenes de juguete como el tranvía de Puerto Madero, que además, son carísimos.

Carlos Dilitio en Kaos en la Red

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