domingo, 26 de abril de 2009

Jorge Ricardo Masetti: la gran aventura de ser revolucionario


Apenas 30 años le bastaron a Jorge Ricardo Masseti para acometer una de las empresas más monumentales de su tiempo. Con la creación de Prensa Latina en 1959, sentó no solo las bases de un nuevo periodismo revolucionario, sino que también fundó una sólida alternativa, sin precedentes en nuestro continente, para combatir a las transnacionales de la información.
Una breve pero enriquecedora existencia caracterizó a este intelectual argentino, catalogado por sus compañeros de inquieto y apasionado, adjetivos a los que pudiéramos sumar, sin temor a equivocarnos, el de aventurero.
Solo así podríamos explicar su viaje a Cuba en la década del 50 del pasado siglo para conocer los pormenores del movimiento insurreccional contra la dictadura de Fulgencio Batista.
De esta hazaña surgió la primera entrevista realizada por un periodista latinoamericano a Fidel Castro en la Sierra Maestra, con la cual concretó una de las acciones más efectivas para difundir la realidad de nuestras luchas de liberación, cuya esencia se evadía y tergiversaba, sistemáticamente, por la prensa de la época.
Pero Masseti no se limitó a observar el devenir social desde una cómoda distancia. A partir de ese encuentro con el líder cubano y con el propio Ernesto Guevara, se consolidó su deseo de tomar parte activa en la Revolución en ascenso.
Así lo probó en 1959, cuando creó la Agencia Latinoamericana de Prensa junto a luminarias de la talla de Gabriel García Márquez y Rodolfo Walsh.
Su reclamo de un periodismo objetivo, pero no imparcial, aún alienta el ejercicio de la profesión en nuestro país, donde se ha transformado en un arma imprescindible a la hora de enfrentar las campañas mediáticas contra el proyecto social cubano.
Rapidez, claridad, sencillez, veracidad y precisión son las claves que nos legó Masseti para abordar el acontecer, como parte de su estrategia, destinada a desalinearnos cultural y políticamente. No obstante, si una virtud lo dimensionó en las páginas de la historia, esta fue su arrojo como hombre de acción, que lo llevó a integrarse a la lucha de guerrillas en su país natal. Tamaño reto concluyó con su muerte, hacia 1964, en las montañas de Salta, situadas en la nación sudamericana.
No obstante, Masseti y su legado permanecen vigentes en la oleada de jóvenes que asumen el periodismo desde una posición comprometida y revolucionaria, o simplemente en el recuerdo afectuoso de sus colegas de generación, a quienes alertaba día a día con excelente humor:
“Hay que impedir que la incompetencia nos tome la delantera”.

Pavel López

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