sábado, 18 de abril de 2009

LA MESA DE ENLACE, ES EL CAMPO??

DÍA MUNDIAL DEL CAMPESINADO

En un contexto marcado por el debate periodístico sobre el sector rural-empresarial-capitalista, hoy 17 de abril, ha quedado establecido en todo el planeta, como Día Mundial de la Lucha Campesina. La de los campesinos auténticos. No la de los empresarios de la ciudad que explotan al campo.
La fecha tiene nacimiento en la conmemoración de la lucha reivindicativa del Movimiento de campesinos Sin Tierra, en Brasil, que fueron asesinados en 1996 como escarmiento para acallar los reclamos.
En nuestro país, el Movimiento Nacional Campesino e Indígena (MNCI), que agrupa a unas quince mil familias de productores del centro y norte del país, exhorta también a “rechazar el actual modelo agropecuario, impulsar la reforma agraria integral, la soberanía alimentaria y expresar las voces campesinas e indígenas, lejanas a las entidades patronales que pretenden representar el campo”.
Asimismo, expresan su repudio a los mercaderes y entidades patronales que llevan adelante el modelo sojero, por responsabilizarlos del genocidio ambiental, el desalojo y ataque a las comunidades campesinas pobres y a las aborígenes. Por propiciar la disminución y encarecimiento de los alimentos, la contaminación y envenenamiento de gentes con las fumigaciones de agrotóxicos, más la destrucción de economías locales y regionales. Manifiestan también su oposición a que las ganancias millonarias del modelo sojero impuesto sean repartidas sólo entre empresarios y Gobierno. Responsabilizan de ello a empresarios inescrupulosos y “multinacionales como Cargill, Syngenta, Monsanto y Bayer, que junto con Apresad, S.R.A., C.R.A., F.A.A. y la Secretaría de Agricultura han sostenido el modelo agropecuario de la exclusión de campesinos e indígenas.”
Se hace preciso explicar que “Campesino”, “El campo”, o “Campesinado”, es algo totalmente distinto a lo que pretenden mostrarnos por televisión los sectores del Lock Out patronal agrícola. La imagen presentada por los medios de difusión masiva, aparte de errónea; es perniciosa, burda y mal intencionada.
Partiendo de un punto de vista serio, a los efectos de informar y no de desinformar, “el Campesinado” no solamente hace referencia a un sector social. Es algo más que eso. Constituye una opción frente al modelo capitalista del todo vale en el agro-negocio. El auténtico modelo campesino, implica otra forma distinta de vida; de producción, comercialización y valoración de lo producido. Que no está integrado por industriales explotadores del campo, sino por trabajadores de la gleba, comunidades aborígenes, productores honestos, ingenieros agrónomos, científicos, artistas y distintos profesionales que no adhieren al neoliberalismo salvaje.
Desde la ciencia, se han llevado a cabo estudios antropológicos para tratar de entender qué es “el campo”, entendido como “el campesinado”. Se ha partido del estudio de poblaciones primitivas que conviven en forma aislada, tal como en caso de nuestro país y de Sudamérica entera. En estos grupos, por su funcionamiento independiente y autosuficiencia, se los denomina “sistema cultural autónomo”; como es el caso de los campesinos.
En la inteligencia, se refiere con el término “campesinos” a un concepto genérico para designar a un grupo cuyo comportamiento económico, se explica por sus actitudes, valores y expectativas frente al mundo. En estos grupos los procesos de apropiación del suelo, tanto como los de producción y distribución, no se rigen fundamentalmente por intereses valorados en dinero; sino más bien, con determinantes no económicas como el lugar de nacimiento, la necesidad de vida, el parentesco, las costumbres, tradiciones, la cultura ancestral, la mitología, la solidaridad y la cooperación. Inclusive, como en el caso de las comunidades originarias, ni siquiera existe la propiedad privada individual. Nadie piensa en vindicar el suelo como propio para excluir al semejante. En los casos de mayor concentración se habla de propiedad colectiva del grupo; porque se entiende que nadie tiene el derecho de privar a un semejante del uso de la tierra para su subsistencia.
Por otra parte, desde la antropología se considera al campesinado como una comunidad, cuyo estilo de vida presenta entre sí ciertas similitudes estructurales, culturales, sociales y económicas, que derivan en una característica propia de homogeneidad del comportamiento. Marcadamente diferente del las conductas citadinas de los individuos y corporaciones industriales explotadoras del recurso agrícola.
El sociólogo y antropólogo Redfiel propuso una tipología de las referidas comunidades, para diferenciarlas del empresario agrícola. Él habla de peasant y farmer (campesino y granjero), caracterizando como campesinos a los que tienen un “respeto sobre la tierra” que les permite llevar adelante un modo común de vida; muy distinto de considerar la actividad como una “inversión económica” para obtener una ganancia. En contraposición, el empresario agrícola considera a la tierra como un “capital” y una “mercancía”, y sólo le interesa en la medida que le pueda producir dinero.
Hoy, 17 de abril, Día Mundial de la Lucha Campesina, quienes levantamos la voz denunciando genocidios y demandando el respeto a los legítimos derechos del hombre como parte integrante de la naturaleza, somos todos los bien nacidos de este duelo. Sin distinción de piel, idiosincrasia, profesión u oficio.
Por el respeto a la vida campesina auténtica. Contra los agronegocios y el saqueo. Por la suspensión de los despojos y los desalojos judiciales. Por el reconocimiento de los territorios con posesiones ancestrales aborígenes y campesinas. Por la participación de las organizaciones campesinas en los programas de desarrollo social y por una presencia en el Congreso y las Legislaturas de las minorías indígenas. Por la defensa del suelo y el resto del ambiente. Por la defensa de la vio-diversidad biológica incluyendo a la especie humana; verdadera Ecología. Por la suspensión de la tala del bosque nativo y el uso contaminante de agrotóxicos.
Un entendimiento mejor no sólo es posible; es imprescindible.

Fernando-Chanquia-Aguirre

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