jueves, 30 de abril de 2009

Primero de Mayo


A todos los trabajadores en lucha

“Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!
¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.
Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.
Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!
Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...

¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!

¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!...”

Proclama obrera - mayo 1886, Haymarket

Hoy como ayer el mundo contempla (y las mayorías lo sufren) uno de los tantos debacles económicos del funcionamiento cíclico del sistema capitalista, donde miles de millones de personas son privadas de lo único que poseen para su subsistencia: su fuerza de trabajo. No sólo se contentan con expropiarnos la mayor parte de nuestra riqueza sino que, en una crisis que nosotros no provocamos – y ellos para no perder un privilegiado nivel de ganancia – nos obligan a los trabajadores a pagarla a través de suspensiones, despidos y reducciones salariales.
Asistimos una vez más al salvataje ejercido por intervención de los Estados burgueses que defienden los intereses y salvaguardan los ingresos de una minoría explotadora sobre las grandes masas oprimidas.
Hoy, conmemoramos y renovamos nuestro compromiso con la clase obrera y trabajadora, rememorando a quienes el 1º de Mayo de 1886 protagonizaron la huelga proletaria de Chicago que se establecería como el Día Internacional de los Trabajadores, en la Segunda Internacional (aún hoy no reconocido por el Imperialismo)
Como si describiéramos nuestra realidad actual, en aquella histórica revuelta de Haymarket se peleaba por la reducción del horario laboral obrero a 8 hs (se trabajaba entre 12 y 14 hs y en casos excepcionales hasta 18 hs). Tal como si habláramos del presente, la huelga desataría una fuerte represión policial sufrida por los más de 20.000 asalariados que se manifestaban y culminaría con cinco luchadores condenados a ejecución en la horca – conocidos como los Mártires de Chicago – tras un juicio repleto de irregularidades y arrebatando la vida de muchos trabajadores, la mayoría de ellos vinculados al sector sindical.
La división de clases aun yace imperante y por ello, nuestra lucha no ha terminado.
Intentemos crear la herramienta política que nos permita demostrar que hay una alternativa definitiva para la liberación de todos los trabajadores del mundo, el socialismo.

Saludamos a los trabajadores en lucha, a todos quienes día a día renuevan su compromiso clasista.

A quienes hoy tienen la posibilidad de decidir sobre el producto de su trabajo tras la consigna fábrica que cierra, fábrica que es tomada por los trabajadores.

A quienes comparten el deseo y la lucha por la felicidad de nuestra clase, la clase trabajadora!!

Proletarios del mundo, uníos!

Socialismo o barbarie


PCT Juventud

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