Entrevista a Gerardo Bavio, militante de la Resistencia Peronista y Montoneros
M.H.: Recibí una información que te toca de cerca Gerardo, tiene que ver con la prisión perpetua a tres represores de Salta. Los jueces Santiago Díaz, Mario Marcelo Juárez Almaraz y Marta Liliana Snopek, condenaron a prisión perpetua a Miguel Raúl Gentil, Virtom Modesto Mendiaz y Joaquín Guil, en el proceso quedó demostrado que los represores fueron responsables de un plan sistemático de aniquilación bajo los delitos de privación ilegal de la libertad y homicidio contra 17 víctimas. El juicio había comenzado en diciembre, contó con la declaración de 77 testigos. Estos represores que fueron condenados, coordinaban un circuito provincial de persecución y exterminio con objetivos específicos, entre ellos el secuestro del gobernador Miguel Ragone en marzo de 1976, a quien acompañaste como intendente de la ciudad de Salta en 1973.
G.B.: Ragone era una figura insoportable para la clase dominante y oligarca, era un hombre de una entereza y una capacidad muy grande con el apoyo de la mayoría del pueblo. Yo seguí más o menos de cerca todo este juicio. El personaje más notorio es el Jefe de Policía en ese entonces, el Coronel Miguel Raúl Gentil, que ha sido condenado. Otros que mencionás están condenados por la muerte que sucedió ese 11 de marzo, días antes del golpe del 24 de marzo de 1976. Ragone fue una de las victimas previstas en lo que llamaban “La lista secreta”, que planeaban eliminar, de acuerdo a los dichos de Videla: “es necesario que muera mucha gente para que haya un orden en Argentina”. Gentil había sido antes el Jefe del distrito militar de Salta, pero pasó a depender de los mandos militares gracias a todas las leyes que se dieron en la última etapa del Gobierno de Isabel Perón en 1975.
M.H.: Inclusive los condenan por crímenes cometidos entre abril de 1975, un año antes del golpe, y septiembre de 1976 y mencionan los casos de Carlos César Martínez, Ramón Díaz Romero, Esteban Locascio Terán, Alfinio Elido Oroño, Mario Amelunge Vargas, Pablo Salomón Ríos, Nital Díaz, Ricardo Munir Falú y Lucrecia Barquet. Y a ellos se les suman Hugo Maza, Miguel Ragone, Santiago Arredes, Margarita Martínez de Leal, Rubén Yañez Velarde, Lidia Gómez de Colqui, Rolando Gómez, Alfredo Colqui y Luis Obrero Destello Iñíguez Vázquez.
G.B.: La ola de muertes de la Triple A en toda la República empezó en 1974, pero se agudiza más en 1975. Para mencionar solo algunos nombres: Rodolfo Ortega Peña, Silvio Frondisi, Atilio López. Hay una larga lista, todos los meses había diez o veinte asesinatos por parte de la Triple A, entre ellos Rubén Fortuny. Arredes y Martínez de Leal, cuando sucede el secuestro de Ragone en la calle Del Milagro, justo en ese momento el almacenero de la esquina de apellido Arredes, sale de su negocio y trata de defenderlo a Ragone y es asesinado por los secuestradores y su cadáver es dejado en la vereda. Ante el disturbio se asoma una chica que era empleada de una empresa llamada Detela Hermanos, y recibe balazos que la hieren gravemente, pero no la matan en ese momento y logra prestar declaración sobre el secuestro y desaparición de Ragone, porque nunca apareció su cadáver.
M.H.: Hoy se hizo un acto en memoria de Ragone, colocando una baldosa en el lugar donde el Gobernador de la Provincia fuera secuestrado y desaparecido el 11 de marzo de 1976 a las 10 de la mañana en la intersección del pasaje Del Milagro y Saravia.
G.B.: Es importante, es un avance en cuanto a hacer justicia con los represores.
M.H.: El tema que pretendíamos abordar hoy tiene que ver con la desaparición física del General Perón el 1º de julio del año 1974. ¿Qué significó su muerte en ese momento? Porque luego asume Isabel y se va a incrementar el fenómeno de los atentados y la violencia política.
G.B.: A partir de ese mismo mes comienza una ola de muertes muy importantes.
M.H.: A los pocos días lo asesinan al cura villero Carlos Mugica.
G.B.: La ola de la Triple A estaba en pleno funcionamiento, es muy importante esto. A mí me tocó estar preso en la cárcel de Villa Las Rosas en Salta, en realidad estaba recién trasladado a la cárcel de Villa Devoto, pero de todas maneras seguimos con mucho interés todo esto. Perón había tenido el 1º de mayo de ese año el famoso choque con la Juventud Peronista, al que hicimos una crítica interna porque lo encontramos inoportuno e inadecuado, a pesar de que había razones de peso para decirle cosas a Perón como aquélla de “¿Qué pasa General? Está lleno de gorilas el gobierno popular”, y era cierto, entre otros estaban personajes de la policía que habían sido exonerados y Perón los había reincorporado.
M.H.: Te estás refiriendo a los tristemente célebres comisarios Villar y Margaride que fueron nombrados como responsables de la Policía Federal.
G.B.: Efectivamente, también decíamos: “El pueblo es de los pibes queremos las cabezas de Villar y Margaride”. Eran consignas que eran ciertas pero no era el momento ni el lugar para plantearle esas cosas a Perón, que lo exacerbaron. Ese mismo 1º de mayo de 1974 a la mañana, en el Congreso Nacional, tuvo lugar el discurso de Perón en el cual explicitó su proyecto nacional y realmente es el testimonio que podemos decir que nos deja de recuerdo o de mando para construir el país, era realmente un proyecto de país diferente, muy fuerte, muy nacionalista, de justicia social, soberanía e independencia económica.
Después vino la concentración del 12 de junio del mismo año, días antes de su muerte, cuando dijo “llevo en mis oídos esta hermosa música que es la voz del pueblo”, ahí fue donde ratificó cuál era su proyecto, que para decirlo de manera sintética es lo antagónico a lo que hizo después Menem, porque planteaba que no quedara nada de capital extranjero en nuestro país, es decir, nacionalizar y estatizar todos los bienes y servicios.
M.H.: Decís que hizo todo lo contrario, y sabés que yo ni lo nombro a ese personaje (Menem), pero no me quiero ir tan acá, porque siguiendo el lineamiento de lo que planteás, tampoco el gobierno que sucede a Perón, el de Isabel, va a aplicar ese programa que enunció, es más, va a derivar en el Plan Rodrigo que va a dar lugar a la primer huelga que le hace el movimiento obrero organizado al peronismo un 29 de junio de 1975.
G.B.: Isabel fue interrumpiendo todas las acciones del verdadero peronismo, fue liberalizando la economía, privatizando todo lo que tenía a mano. Se lo dijo a Herminio Iglesias una vez y está registrado: “Vea Iglesias, los militares se van a quedar quietos y vamos a llegar al año que viene a elecciones porque le hemos quitado sus banderas”, lo cual fue totalmente equivocado porque ese mismo año la sacaron.
Cada dos o tres meses había cambiado de Ministro de Economía y había terminado haciendo el plan económico más neoliberal y entreguista que haya conocido el país hasta ese momento, lo terminó con ese personaje llamado Emilio Mondelli, que fue su último Ministro de Economía que fue defenestrado junto con Isabel aquel 24 de marzo.
Isabel traicionó, López Rega había sido defenestrado también. Uno de los reemplazos importantes que yo registré en esos años fue el de Jorge Taiana, Ministro de Educación y Cultura, el padre del actual legislador, que fue reemplazado por Ivanisevich, un personaje de la entrega, representante del neoliberalismo, un fascista total.
M.H.: Que ubica en el Rectorado de la Universidad de Buenos Aires a otro fascista que era Otalagano.
G.B.: Isabel se anticipó a lo que después sería el caso de este personaje que no querés nombrar.
M.H.: Sí, yo prefiero ni mencionarlo, más allá de que el candidato presidencial peronista, Daniel Scioli, le agradezca que lo haya introducido a la vida política. La próxima vez que hablemos me gustaría que vayamos un poco más atrás y recordemos el golpe militar de Onganía, el 28 de junio de 1966. Y otro hecho que también ocurre en junio, pero algunos años después, que es el asesinato de Augusto Timoteo Vandor, quiero que analicemos qué es el vandorismo, porque es un tema que no hemos abordado en profundidad.
G.B.: Es importante sacar el tema porque recuerdo palabras de John William Cooke respecto de la actitud de la burocracia sindical, que es algo estructural, no era cuestión de matar burócratas para resolver los problemas que genera la burocracia, sino cambiar la estructura, hacerla democrática.
Mario Hernandez
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