sábado, 11 de julio de 2015

"Los pasajeros de la 60, al igual que nosotros, son víctimas de este monopolio que es el Grupo DOTA"

Entrevista a dos trabajadores de la Línea 60

-Mario Hernandez (MH): Un comienzo diferente de Plan B(aires) con Charly García interpretando el Himno nacional. ¡Feliz Día de la Patria! Iniciamos este nuevo programa del 9 de Julio con quienes hacen la patria que son los trabajadores. En este caso con dos compañeros de la Línea 60: Santiago Menconi y Angel Barrios, “El Guazón”, con quienes vamos a estar dialogando en esta primera parte del programa acerca del conflicto que afecta a la Línea 60 desde el 24 de junio. Recuerdo que ese día tomé un colectivo 60 y cuando iba a pagar el boleto el conductor me hizo pasar. Me llamó la atención, pero después recordé que los trabajadores comenzaban un reclamo por un despido y la medida de fuerza consistía en no cobrar el boleto a los usuarios.
Buenas tardes, gracias por venir, sé que están bastante ocupados con el conflicto que ya se prolonga por una quincena. Ayer realizaron una importante movilización al Ministerio de Transporte con la participación de más de 1.000 choferes de la Línea 60.
-Santiago Menconi (SM): Estaría bien que recordemos el inicio del conflicto y para eso tenemos que retroceder cinco años cuando el grupo empresario DOTA se hace cargo de la administración de la Línea 60. En ese momento vinieron con una patota armada y barras brava del club Nueva Chicago. Con el correr del tiempo despidieron a tres trabajadores que ahora están bajo juicio de reinstalación. Venían amenazando con el despido de Ariel Benítez y el 24 de junio lo hicieron efectivo. Hicimos una asamblea muy grande donde en forma unánime decidimos dejar de cobrar los boletos. La medida se mantuvo durante tres días y el sábado llegó el Jefe de Personal, acompañado por un empleado administrativo, con 47 telegramas de despido. A partir de ese momento resolvimos continuar con la medida en defensa de Benítez, los tres despedidos anteriores y los 47 nuevos. Ese mismo sábado por la noche el personal jerárquico abandonó todas las cabeceras dejando a la empresa acéfala y generando el lock out patronal. Los choferes decidimos quedarnos en las cabeceras y la empresa nos denunció ante las fiscalías de Escobar y Capital como ocupantes que la estábamos tomando. Esto es falso porque la medida solo consiste en el no cobro de boletos.
Fue el miércoles 1º de julio que decidimos reanudar el servicio bajo nuestra gestión y es lo que venimos haciendo hasta ayer (8/7) que decidimos sacar la pelea a la calle y hacer una gran marcha al Ministerio de Transporte, donde no solo fuimos choferes de la 60 sino que a través de la Agrupación Interlíneas participaron representantes de todas las líneas.
-MH: Precedida por el levantamiento de los molinetes en la Línea B de subterráneos.
-Angel Barrios (AB): Efectivamente, el compañero Claudio Dellecarbonara hizo en la estación Lacroze un acto solidario levantando los molinetes desde las 7:00 a las 8:00 de la mañana, permitiendo que nuestros compañeros volanteen y comenten a los usuarios del subte sobre nuestra lucha y reclamo.
-MH: Una medida de fuerza que cuenta con la simpatía del usuario. El tema sería cómo sigue porque, evidentemente, en algún momento se va a acabar el combustible y dada la política de lock out patronal llevaría a la paralización del servicio. ¿Cómo tienen pensado enfrentar esta situación?

De 54 colectivos que tienen que estar saliendo de las cabeceras solo lo hacen 22

-SM: Hay varias cuestiones. Efectivamente es una medida solidaria con el público usuario porque entendemos que los pasajeros, al igual que nosotros, son víctimas de este monopolio que es el grupo DOTA. De 54 colectivos que tienen que estar saliendo de las cabeceras para brindar el servicio salen solo 22, siendo que la empresa recibe $ 105.000 de subsidio por unidad.
Es cierto que se nos va a acabar el combustible, por eso estamos pidiendo en primer lugar que el Grupo DOTA se haga cargo de la Línea 60 porque fueron ellos los que la abandonaron, reincorporando a nuestros 53 compañeros, respetando las condiciones de trabajo del Cuerpo de Delegados y terminando con las suspensiones arbitrarias.
Si la empresa se borra estamos empezando a solicitar una intervención del Estado nacional o que sea estatizada bajo control de los trabajadores o nos dé una solución para que la 60 no quede paralizada por la falta de gasoil y podamos seguir funcionando.
De todos modos, en estos momentos estamos en asamblea porque la empresa llegó a las cabeceras de Ingeniero Maschwitz y Constitución para hacerse cargo, pero pidiéndonos que nos retiremos porque ellos iban a restablecer el servicio. Eso no lo podemos permitir, porque si bien no estamos ocupando sino esperando que nos den servicio, si nos vamos, no tenemos dudas que el grupo empresario DOTA, liderado por Angel Faija, va a entrar para desalojarnos y traer carneros que nos reemplacen.
Entonces, buscamos una solución a los despidos, a las condiciones de trabajo de los delegados, cortar con las suspensiones y salimos a trabajar normalmente. Si no cumplen seguiremos con el no cobro de boletos.

El subsidio no se vuelca en servicios al pasajero

-MH: Vengo observando desde hace algún tiempo en la 60, pero no es la única, esta política patronal de sacar los colectivos a dar una vuelta a la manzana y cobrar el subsidio. ¿Qué hace el Ministerio de Transporte frente a esto?
-AB: Es muy difícil poder explicarlo sin tener en cuenta que el Estado nacional como contralor en muchos casos actúa como un “socio” del empresario privado al no encargarse de controlar el estado de las unidades, el diagrama, las frecuencias y permitir bajo permisos precarios renovables cada seis meses que algunas líneas tengan concesiones a través del tiempo. Nosotros denunciamos que el subsidio no se vuelca en servicios al pasajero.
Es lamentable porque el Estado se debe hacer cargo y bajo ningún punto de vista vemos que haya ningún tipo de acción en pos de mejorar las condiciones del servicio. Son subsidios importantes. Para darte un ejemplo de esta empresa, en 90 días compraron el 80% de otra como la San Vicente, el 50% de la Atlántida y el 100% de la 168. Teniendo en cuenta que el Estado debe garantizar que se presten servicios adecuados, estamos ante la presencia de monopolios “amigos” que se benefician del dinero estatal sin tener en cuenta el verdadero motivo por el cual es necesaria una empresa de transporte. Uno termina por preguntarse ¿el subsidio es para el pasajero o para el empresario?
-SM: Aclaremos también que las denuncias por el vaciamiento del servicio las hicimos controlando cuántos colectivos salían por hora, las presentamos en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y además hicimos la denuncia por el abandono de cuatro recorridos históricos. De 23 cubrían 19 y los cortaban en Saavedra para que el pasajero tenga que utilizar dos colectivos en lugar de uno.
La CNRT falló a favor nuestro, pero la multa que le impuso a DOTA fue de $ 11.000 a pagar en boletos mínimos. A una empresa que le dan $ 100.000 por colectivo fue para tomarnos el pelo.
-SM: No solo en Brasil, también en EE. UU.
-MH: Un día antes de la movilización de la 60, hubo otra de los trabajadores de la Cerámica Zanón, que reclaman un subsidio para renovar las maquinarias de la fábrica recuperada en Neuquén. Se lo niegan a los trabajadores de Zanón, pero no lo hacen con empresarios privados como ustedes señalan en el caso de DOTA. Recuerdo la frecuencia de la 60, llamada La Internacional por lo prolongado de sus recorridos, pero que hoy se replica en la mayoría de las líneas de colectivo, que no brindan el servicio al usuario como lo hacían en el pasado.
Esperemos que lo que está pasando en la 60 les sirva a las autoridades del Ministerio de Transporte para tomar cartas en el asunto y corregir esta situación. ¿Cuál es la perspectiva que Uds. ven para este conflicto?
-SM: Es una pregunta difícil porque si bien ahora apareció el Grupo DOTA en las cabeceras, nunca tuvieron voluntad de diálogo ni de solucionar los problemas, por el contrario, como cualquiera lo puede ver en youtube a Angel Faija apelando al uso de patotas contra los trabajadores.
En primer lugar no vamos a bajar los brazos, estamos más unidos que nunca y vamos a seguir en la pelea hasta la reincorporación de los 53 despedidos. O deponen su actitud o vamos a seguir sin cobrar boleto. Esperemos que la solución llegue pronto y podamos volver a trabajar normalmente.

Mario Hernández

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