lunes, 27 de julio de 2015

¿Cuántos sueldos se necesitan para lograr el sueño de la casa propia?



Hoy en Argentina para acceder a la compra de la casa propia, ansiada por cada trabajador, se necesitan entre 55-70 sueldos enteritos. Así el sueño se convierte en pesadilla, con un endeudamiento a más de 30 años para unos, mientras 1.500.000 hogares sufren la emergencia habitacional.

El sueño de la casa propia, es un ideal que se repite seguramente en cientos de miles de charlas entre laburantes. Es lógico, si trabajas y de a poco podes ir guardando unos pesos que rescatas de los gastos cotidianos como la plata en bondi para llegar al laburo (o para el tren y subte), la comida del mes que siempre sube un poquito por la inflación, alguna actividad recreativa, servicios y alquiler. Si, luego de todo ese gasto, que en nuestro país está estimado en $14.000 mensuales para una familia tipo.
Esta semana fue noticia el aumento que hizo el Gobierno sobre el salario mínimo, vital y móvil llevándolo a $5.588 a partir de agosto, y a $6.060 desde enero de 2016. Demasiado mínimo el salario, y si vemos que cerca de un 50% de los trabajadores en nuestro país apenas superan este salario de miseria, muchos menos son los que tienen la posibilidad de soñar con tener una casa propia luego de trabajar años enteros.
Los que pueden aún intentar comprarse la casa propia, para no seguir dependiendo de alquileres usureros que a partir de este año se renuevan cada 6 meses, una gran estafa al inquilino. Poniendo un ejemplo, un departamento 2ambientes en el “gasolero” Barrio de Boedo de la Capital Federal, que cuesta de alquiler mensual $4.300, ante el aumento 1er aumento semestral se irá a $4.900, luego a $5.500 para terminar en $6.200 en los últimos seis meses del contrato. Es decir, este contrato de alquiler para 2 personas costará unos 125.400 pesos en total, sin contar expensas y servicios de luz, gas y ABL.
Si luego de habernos indignado por el robo de las inmobiliarias optamos por ir al banco, probar suerte con el tan publicitado plan PROCREAR u otros similares; y tomamos coraje para endeudarnos hasta la coronilla buscando pagar un techo propio, esto también parece una misión imposible.
Esta semana un estudio de Ecolatina mostraba como el crédito hipotecario se encuentra en su nivel más bajo en los últimos 15 años. En el año 2000 estos créditos representaban un 5,3% del Producto Bruto Interno (PBI), hoy representan el 1% del PBI. Según la misma consultora, esta caída en los créditos hipotecarios se explicaría porque los argentinos reemplazaron el sueño de la casa propia, por el consumo de autos, electrodomésticos y otros bienes, permaneciendo como inquilinos. En un ejemplo se puede apreciar esto que entre los economistas se llama “encarecimiento del crédito”, si ponemos el caso de un trabajador que gana un sueldo igual a la canasta básica, $14000; el Banco le otorgaría luego de corroborar su antigüedad, un crédito hipotecario en cuotas a mas de 30 años (variables según la inflación) que representará una parte del valor total de la vivienda deseada. Es decir, el crédito hipotecario NO ALCANZA para pagar la totalidad de la propiedad, es necesario haber ahorrado durante muchos años previamente y tener un colchoncito considerable. Así el trabajador que primero tuvo que ahorrar por años, luego debe endeudarse con el banco otros años y tal vez así consiga acercarse; siempre y cuando este en blanco y tenga estabilidad laboral. Verdaderamente una pesadilla.
En febrero de 2015 la Cámara Inmobiliaria Argentina presentaba un estudio realizado por una consultora, que al 60% de las familias del país les tomaría entre 34 y 70 años pagar un departamento estándar de 60 metros cuadrados si destinaran un tercio de su ingreso para ese fin. Y al 20% más pobre, 155 años.

La crisis de vivienda afecta a 1.500.000 hogares

No olvidemos, que estamos describiendo la situación de quienes pueden optar entre pagar alquileres estrafalarios o súper endeudarse; mientras en la provincia de Buenos Aires, luego de 12 años de crecimiento económico, la crisis habitacional de los que menos tienen, de la argentina en negro, alcanza a 1.500.000 familias.
Esta situación comprende a familias que habitan viviendas que son irrecuperables –casas muy precarias, ranchos, casillas- y a familias que viven en lugares que presentan rasgos de precariedad –sin instalaciones sanitarias, falta de terminaciones como pisos o aberturas- pero pueden ser recuperadas por medio de obras de mejoramiento e infraestructura básica. Si estimamos que cada hogar es habitado al menos por 4 personas, ascienden a 6.260.176 los bonaerenses que habitan en hogares deficitarios.
La resolución del problema de la vivienda está estrechamente vinculado a terminar con todas las privatizaciones de los servicios públicos como gas, electricidad y transporte, para poner todas las empresas bajo control obrero y popular, para que la infraestructura básica llegue a las mayorías trabajadoras. Por eso desde la Lista 1A de Nicolás Del Caño y Myriam Bregman en el Frente de Izquierda se defiende la necesidad de implementar un Plan de Obras Públicas, Infraestructura y viviendas populares basado en impuestos progresivos a las grandes fortunas y bajo gestión de los trabajadores y las organizaciones barriales.

Guadalupe Bravo
@GuadaBravo

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