Elecciones primarias del Frente de Izquierda y los Trabajadores
Desde las elecciones del 2011, el Frente de Izquierda y los Trabajadores ha contribuido a recrear la gravitación e identidad de la izquierda a nivel nacional. Conformó un bloque de tres diputados en el Congreso y obtuvo representación legislativa en diez provincias. La presencia de este frente es también importante en las principales luchas obreras y populares y obtuvo una llamativa visibilidad en los medios de comunicación. Los resultados conseguidos en los comicios de los últimos meses ratifican esta presencia.
Hay que valorar este último logro en las complejas condiciones del contexto actual. El FIT mantiene su presencia en un marco de derechización impuesto por los candidatos con mayores posibilidades de acceder a la presidencia. Scioli, Macri y Massa son promocionados por las clases dominantes para implementar el giro conservador que exige el establishment. El Frente no solo expresa una resistencia a esa involución, también aparece como una alternativa al desbarranque de las vertientes social-demócrata y social-cristiana de la centroizquierda.
La izquierda despunta, además, en un cuadro de prolongado estancamiento de la economía y crisis mundial, que acentúa los límites estructurales del capitalismo argentino. La combinación de este escenario con el deterioro de los indicadores sociales y la ampliación de las desigualdades, delinea un contexto pos-electoral que estará signado por ofensivas desde arriba contra los derechos democráticos y las conquistas de los de abajo.
Más allá de las diferencias discursivas, todos los candidatos del poder preparan un mismo paquete de devaluación, endeudamiento y ajuste. A lo sumo discuten si esa agresión será implementada con ritmos graduales o mediante un shock. Participar en estas PASO, votar al FIT y bregar por su ampliación es la mejor forma de preparar la resistencia popular contra esos atropellos.
Desde su constitución el FIT ha logrado sortear las fuertes tensiones internas que en el pasado también afectaron a otras coaliciones de izquierda. En la actualidad los principales conflictos derivan mayoritariamente de distintas concepciones de construcción partidaria y de formas de intervención política que no debieran obstaculizar su presencia y desarrollo.
Los partidos fundantes siempre denunciaron el carácter proscriptivo de las PASO ( primarias abiertas simultáneas y obligatorias) y resolvieron el orden de las candidaturas mediante acuerdos internos. Pero en los últimos meses no hubo coincidencia y la primacía entre dos listas presidenciales será ahora dirimida en las urnas. Por primera vez, desde la interna realizada por la coalición Izquierda Unida, se definirá en la izquierda una candidatura común a través del voto.
Las PASO ya han quedado instaladas en el imaginario electoral de la ciudadanía, permiten un método de selección y dirimir diferencias dentro de la izquierda. Además estas internas podrán incentivar debates estratégicos anticapitalistas entre los socialistas, que contrastarán con el conformismo, la mediocridad y la pobreza intelectual que prevalece en las fuerzas políticas mayoritarias.
El perfil inicial del FIT -constituido exclusivamente por tres corrientes trotskistas- representa un obstáculo evidente para su conversión en una fuerza masiva. Ese techo comenzó a modificarse en los últimos meses mediante un incipiente proceso de apertura. Dos corrientes del frente abrieron sus listas de la Capital Federal a otras representaciones de la izquierda y apareció la posibilidad de extensión nacional de ese precedente.
Este cambio constituye un paso significativo para atraer a otras fuerzas y movimientos sociales, que abandonan los prejuicios anti-electorales, y para superar la auto-suficiencia inicial del FIT. Es la actitud que se necesita para erradicar todo vestigio de sectarismo.
La integración al FIT de movimientos socio-políticos como Pueblo en Marcha y La Dignidad permite avizorar la posibilidad de forjar una corriente dentro del Frente, que aglutine a las organizaciones que sostienen la independencia de clase y el anti-capitalismo desde una perspectiva de socialismo latinoamericanista.
Entendemos que hay dos decisiones claves que podrían adoptarse para avanzar hacia la ampliación del FIT. Primero: acordar con el movimiento Tupaj Katari en Jujuy, otorgándole una presencia relevante en las candidaturas a un dirigente de alcance nacional, como es Carlos “Perro” Santillán. Segundo: encontrar un camino para integrar al MST, una fuerza con presencia y personería en casi todo el país. Las divergencias políticas del pasado no deberían obstruir esa confluencia.
Los abajo firmantes, que apoyamos a la izquierda, promovemos estas iniciativas, a las que pueden añadirse otras con la misma orientación, para construir a partir del FIT una fuerza socialista masiva, popular, anticapitalista, antiimperialista, antipatriarcal y ecologista .
Buenos Aires, 15 de mayo 2015
Primeras firmas:
Claudio Katz / Maristella Svampa / Guillermo Almeyra / Eduardo Lucita / Alberto Winaszky / Mercedes D’Alessandro / Jorge Marchini / Ezequiel Adamovsky / Horacio Tarcus / Martín Bergel / Susana Neuhaus / Hugo Calello / Jorgelina Matusevicius / Leandro Rodríguez / Martín Mosquera
Adhesiones a: eduardo.lucita@yahoo.com.ar
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