sábado, 23 de mayo de 2015

Negociaciones salariales en stand by

A pesar de los anuncios gubernamentales, los acuerdos salariales en UOM y Comercio no terminan de firmarse. Sigue el conflicto de los trabajadores aceiteros y los gremios opositores preparan el paro nacional.

En el día de ayer la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines informaba que había alcanzado un acuerdo de aumento salarial que llevaría el salario inicial de los trabajadores a $14.300 en un solo tramo. La negociación implicaba un 36% de aumento. Sin embargo, las cámaras empresariales condicionaron el acuerdo al aval del Ministro de Trabajo, que informó que no iba a aprobar un convenio de esas características.
La respuesta no se hizo esperar y los aceiteros han decidido continuar el paro por tiempo indeterminado. El conflicto es uno de los más agudos que protagonizan los trabajadores desde que se iniciaron las rondas paritarias. El “veto” de la cartera laboral al acuerdo demuestra lo que venimos denunciando insistentemente desde La Izquierda Diario: la voluntad del gobierno nacional de imponer un techo a los aumentos salariales en paritarias. Aunque de la boca para afuera los Ministros de Economía y de Trabajo, Axel Kicillof y Carlos Tomada, han repetido que las paritarias son “libres”, lo denunciado por los aceiteros es una prueba palpable de la decisión oficial de evitar cualquier acuerdo que supere el 27%.
Como informamos en La Izquierda Diario la UOM, Comercio, Suterh, UPCN y UOCRA, acordaron ese 27% de aumento que el gobierno busca generalizar a todas las negociaciones paritarias. Un claro favor a los empresarios. El vice de la UIA, Juan Carlos Sacco, salió inmediatamente a aplaudir el acuerdo. Sacco es el mismo que, hace pocas semanas, había pedido que el gobierno diera un aumento salarial del 25% por decreto. Lo acordado por estos cinco gremios de la CGT oficialista lejos está, sin embargo, de generar alguna conformidad entre la base de los trabajadores. Los dirigentes sindicales lo saben.
En una columna periodística Alejandro Bercovichseñalaba que “aunque la foto del almuerzo de anteayer mostró a empresarios y sindicalistas a pura sonrisa en la Rosada, la mayoría frunció el ceño apenas salieron los reporteros gráficos y la Presidenta reprendió con dureza a los que se resistían a ceder”. Antonio Caló (UOM) había sido quien mejor graficara esa bronca que recorre a la base trabajadora cuando dijo que lo podían “colgar del Obelisco”. Ayer, el metalúrgico declaraba: "los compañeros no están contentos, están un poco enojados". La sumisión de Antonio Caló a la política oficial terminó de envalentonar a los empresarios del sector y surgieron complicaciones: al menos dos de las cámaras empresarias involucradas se niega a firmar. En el caso de Comercio, se da una situación similar. La paritaria que involucra al gremio más numeroso por la cantidad de afiliados tampoco tuvo acuerdo formal aún.

Camino al paro

Como se señaló en la edición de ayer, el escenario hacia el paro nacional del 9 de junio convocado por las centrales sindicales opositoras está abierto. La situación se tensa. El gobierno intenta bombardear con munición gruesa –como acaba de hacer ayer con los aceiteros- y los empresarios aprovechan cualquier excusa para no ceder en sus pretensiones. Pero el malestar entre los trabajadores existe y es extendido porque la inflación ha seguido su curso y el promedio salarial apenas supera los 6.000 pesos. La medida de fuerza apunta a convertirse en un nuevo pronunciamiento de sectores de la clase trabajadora contra el gobierno. Los gremios del transporte, que fueron los que motorizaron el paro general están lejos de haber acordado con las patronales y exigen aumentos superiores al 30%. Pablo Moyano de Camioneros criticó anteayer los acuerdos firmados por los gremios oficialistas y su gremio viene pidiendo un 33% de aumento. Los bancarios han vuelto a ratificar ayer la nueva medida de fuerza nacional del gremio, un paro total de actividades para los días 26 y 27 de este mes (el martes y miércoles próximos). Exigen un aumento salarial superior al 30% que las cámaras se niegan a conceder en los más de cuatro meses que llevan de negociaciones. La medida de fuerza es parte de un plan de lucha y afectará a los bancos públicos y privados, será con asistencia del personal en sus lugares de trabajo y se realizarán movilizaciones de protesta en la City porteña.
El sindicalismo combativo y de izquierda se prepara para participar de la medida de fuerza, exigiendo que el paro nacional sea activo y con movilización a Plaza de Mayo. Promueve asambleas en los lugares de trabajo, tanto en los gremios opositores como en los oficialistas, y sus referentes como Claudio Dellecarbonara del Subterráneos o Javier Poke Hermosilla de Kraft afirman que la medida tiene que ser decidida desde las bases. Frente a las rondas de paritarias proponen una medida muy importante: que los paritarios que vayan a sentarse en la mesa de negociaciones sean elegidos por los mismos trabajadores y que ningún acuerdo sea firmado a sus espaldas. Contra los techos salariales, por la escala móvil de salarios, el 82%móvil para los jubilados y las demandas de todos los trabajadores, contra el trabajo en negro y la precarización laboral, y el apoyo a todas las luchas como la de WorldColor contra los despidos, el sindicalismo combativo y de izquierda se juega por el paro nacional con una política independiente de las direcciones sindicales burocráticas.

Eduardo Castilla
@castillaeduardo

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