En el día de ayer, se conoció que la Gendarmería Nacional volverá a desembarcar en la ciudad de Rosario. El Secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni, reunido con dirigentes kirchneristas de Santa Fe, adelantó la medida que implementará a partir de la semana entrante.
Se cumplió un año del primer operativo en donde 2000 gendarmes desembarcaron en la ciudad de Rosario. En aquel entonces Sergio Berni descendía de un helicóptero, cientos de camiones de la GNA ingresaban a Rosario como una verdadera fuerza de ocupación.
En la semana entrante 1000 efectivos de la Gendarmería ocuparan nuevamente los barrios rosarinos. Así se dio a conocer luego de una reunión que mantuvieran el Secretario de Seguridad de la Nación, junto a referentes del kirchnerismo local, como Omar Perotti, candidato a gobernador.
Luego de la retirada de la GNA de Rosario a fines y principios de este año no se hicieron tardar los reclamos de casi todo el arco político, desde el “progresismo” con Mónica Fein como vocera hasta el PRO pasando por el peronismo, todos ellos pedían que los uniformes verdes oliva vuelvan a patrullar las calles rosarinas.
En medio de la campaña electoral donde se pretende instalar la seguridad como el eje central a discutir tal como lo dijo Perotti, Berni siempre está allí para colaborar. De esta manera 1000 efectivos federales junto a la Policía santafesina establecerán nuevamente una ocupación territorial a lo llamadas las “zonas calientes”.
Los usos del espectáculo de la “seguridad”
Como se demostró en la ciudad la fórmula más fuerzas de seguridad menos delito es tan falsa como inocua. Las tasas de homicidio no bajaron, el narco siguió siendo dueño de los barrios rosarinos. Los resultados del operativo se redujeron a 89 allanamientos a bunkers y 25 detenidos, la mayoría de ellos soldaditos, jóvenes entre 15 y 25 víctimas de las redes de la narco criminalidad. No hubo ninguna disposición que atacara a los financistas, abogados, empresarios y funcionarios que viven del negocio narco pero no habitan en las barriadas de la ciudad.
Al momento de ese megaoperativo se habían delimitado unos 70 puntos caliente, “territorios peligrosos” donde lo ilegal, la droga y el vicio habitan. No casualmente esos puntos coincidían con las villas y los barrios de trabajadores y sectores populares. La marca de la pobreza es la marca de la inseguridad. Por supuesto que el centro de la ciudad no estaba manchado por esta marca.
La imagen de gendarmes “desembarcando” como en una guerra, Berni descendiendo de un helicóptero, una hilera de jóvenes contra la pared completaban este cuadro de “guerra contra el narco”. En la guerra para prevenir el delito, saturando de efectivos los barrios, los jóvenes como “productores de inseguridad” se llevan la peor parte.
A fin de cuentas esta imagen es bastante fiel a los orígenes de la Gendarmería en la Argentina. Allá, por el 1921, cuando las fuerzas de la Gendarmería Volante un cuerpo armado costeado por La Forestal reprimía a los trabajadores en huelga.
De esta manera lo que dejó el paso de la Gendarmería por Rosario fueron decenas de denuncias de abuso, de violencia institucional, de ataques homofóbicos, golpizas por parte de los gendarmes. Porque a fin de cuentas prevenir el delito es eso: vigilar la pobreza.
Rodrigo López
No hay comentarios:
Publicar un comentario