De acuerdo al organismo, el desempleo en el noroeste argentino (NOA) se mantiene estable y cayendo en el noreste argentino (NEA), ubicándose entre los niveles más bajos del mundo. ¿Alquimia estadística o una realidad que la mayoría se niega a aceptar?
De acuerdo a los indicadores del mercado de trabajo del primer trimestre del año publicados por el INDEC, el desempleo se ubicaba en el 7,1%, una tasa interanual estable aunque aumentando un 0,2% respecto al último trimestre de 2014.
Sin embargo, la caída simultánea de la Tasa de Actividad (que mide la población económicamente activa como porcentaje de la población total) y de la Tasa de Empleo (la población ocupada como porcentaje de la población total) nos están diciendo que durante el primer trimestre del año se destruyeron puestos de trabajo y que disminuyó la Población Económicamente Activa. Esto último ocurre cuando los desempleados dejan de buscar trabajo y pasan a ser considerados como inactivos. De esta manera, la destrucción de puestos de trabajo queda estadísticamente disimulada.
Pero la clave para alcanzar este nivel de desempleo está en el contrapeso estadístico que aporta la prosperidad del NOA y el NEA.
Como las estadísticas están hechas en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), tenemos que confiar en que los datos que se relevan son verdaderos. O al menos confiar en la interpretación y manejo que hacen de esa información quienes se encuentran al frente del organismo oficial de estadísticas. Tarea que se hace difícil cuando registran un 0,6% de desempleo en Chaco y 0,9% de desempleo en Formosa.
De conjunto el NEA registra un nivel de desempleo del 2,6%, más abajo que Suiza (3,3%).
En el caso del NOA, la región en su conjunto está midiendo un 6,3% de desempleo. Niveles inferiores a los de Canadá (6,8%).
Si el Gran Tucumán (8%) y Salta (8,4%) mide por encima de la media, el contrapeso lo hacen Jujuy-Palpalá (3,6%) y Santiago del Estero (1,2%), con uno de los niveles de desempleo más bajos del mundo, cercano a los que se registran en Dubai.
En relación al último trimestre de 2014, Tucumán y Salta registran, sin embargo, un crecimiento en los niveles de desempleo del 0,5% y 2,1% respectivamente.
En estas dos regiones la Tasa de Actividad y la Tasa de Empleo se ubican bastante por debajo de la media nacional y con tendencia decreciente desde el tercer trimestre de 2014. Esto significa que en esta región el nivel de ocupación es menor y que además se están destruyendo puestos de trabajo. Pero el efecto compensatorio estadístico no alcanza para pintar este panorama de pleno empleo, la clave de los niveles de desocupación registrados está en la información relevada por las encuestas.
En cuanto a la Tasa de Subocupación, que mide población que trabaja menos de 35 horas semanales y está dispuesta a trabajar más horas, nuevamente las regiones del NOA y NEA, con sus niveles pico de empleo en negro, registran los niveles más bajos del país.
En el NOA se ubicaría en 6,4%, mientras que el NEA registra un 2,1%. Una realidad que poco se condice con el relato de varias decenas de miles de trabajadores de la cosecha que son convocados semanalmente de acuerdo a las condiciones climáticas del momento.
Los incrédulos de las estadísticas oficiales podríamos imaginarnos a Norberto Itzcovich, director del Indec, rememorando la célebre frase de Groucho Marx: “¿A quién le vas a creer, a mí o a tus propios ojos?”.
Emiliano Trodler
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