sábado, 23 de mayo de 2015

La noche de Tinelli con los candidatos



Un acto nada ingenuo

Los tres candidatos convocados al "Bailando por un Sueño" apoyan la candidatura de Marcelo Tinelli a la presidencia de la AFA, un acuerdo que se extiende a Máximo K, es decir a La Cámpora, es decir a CFK.
La elección está prevista para octubre y el conductor televisivo es hoy el principal candidato, a condición de modificar el estatuto para que pueda hacerlo. No es un cargo honorífico. Supone el manejo del Fútbol para Todos, que hoy tiene un presupuesto de 1.500 millones de pesos. El acuerdo de los tres presidenciables sobre la titularidad de la AFA incluye la incorporación de la publicidad privada a los partidos y, en debate, la introducción del Prode bancado, que a diferencia del convencional permite saber de antemano cuánto se ganará con cada apuesta -se puede jugar en un solo partido. Esto supondría el desembarco de Cristóbal López en la AFA para dirigir lo que, según algunos, sería el emprendimiento más redituable de la década.
Cristóbal López es el gran beneficiario del extraordinario avance del juego de la década K, que le ha permitido cubrir hoy el 80% del mercado, obtenido ciertamente con el apoyo del gobierno. Con la complicidad de Macri, que eximió a los casinos de la ciudad del pago de Ingresos Brutos -con el apoyo de la bancada K. Angelici, mano derecha de Macri, es socio de Cristóbal López en el negocio de los bingos.
Pero también con la complicidad de Scioli, que actuó para que la empresa Boldt lo aceptara como socio del Casino de Tigre y ha sido el padrino de su desarrollo en "la provincia". Pero Cristóbal López es, además, socio de Magnetto, desde el momento que Indalo (López) le vendió a Canal 13 (Clarín) un paquete de programas que incluye el "Bailando por un Sueño" (clave para elevar el rating del canal) en 1.500 millones de pesos por el período 2015/2017. ¿Ha llegado también la hora de "pregonar amor" con Clarín?
López es, por otra parte, quien acaba de incriminarse ante un juez en Santa Cruz para sacarle al juez Bonadio la causa que más preocupa a CFK (Hotesur). Bingo.

Un operativo político

Los medios no han destacado lo más relevante de la participación de Macri, Scioli y Massa en el show: la aparición de los tres candidatos en un programa de rating elevado es un esfuerzo gigantesco por concentrar la disputa electoral en tres figuras -en realidad, dos, si se toma en cuenta la debacle del candidato del Frente Renovador.
Es una radiografía exacta del acceso "igualitario" que el régimen ofrece a la totalidad de los candidatos. Luego de una "década ganada" y de ríos de tinta proclamando la "democratización de los medios", lo visto en "Bailando por un Sueño" revela que los partidos, nada menos que los instrumentos de la sociedad civil para intervenir en los asuntos del Estado, carecen de la posibilidad de expresarse debido al monopolio capitalista de los medios de expresión.
Pero, por otra parte, lo ocurrido es inmensamente instructivo sobre la hipocresía de los sistemas políticos modernos. Los partidos tradicionales se han derrumbado a raíz de los ajustes y de la crisis capitalista, y han perdido su rol histórico. No son más que aparatos y camarillas que disputan por negocios y por una porción del presupuesto estatal. El derrumbe de todos los gobiernos que se sucedieron desde el '83 es una prueba irrefutable de que esos partidos se han convertidos en ficciones.
De aquí que "la política" no pueda funcionar sin entregarse a los medios de comunicación privada. Dicho de otro modo, la política de la burguesía no podría existir sin la unión carnal con los medios de comunicación.
Por estas razones, la descomposición política que se expresó el lunes por la noche no comenzó ahora. Su punto de partida fue una noche de 1995, cuando el riojano innombrable cerró su campaña en el programa de Marcelo Tinelli, quien, por otra parte, fue quien demolió a De la Rúa, antes de su renuncia, y potenció a Francisco de Narváez frente a Néstor K, en 2009.
En el "Bailando por un Sueño", los candidatos pusieron como condición mostrarse separados, sin ninguna posibilidad de confrontación. En caso de un debate, la similitud de ideas podría haber sido exasperante. Finalmente, los tres vienen de votar a mano alzada la supuesta estatización de los ferrocarriles, que encubre su colosal privatización y su programa común es el ajuste, la devaluación y el arreglo con los buitres. Incluyendo a Scioli, que es la comprobación viviente de que el kirchnerismo se acabó.

Christian Rath

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