martes, 19 de mayo de 2015

Pravda: un periódico obrero para la conquista del poder



Ante un nuevo aniversario de la primera publicación del periódico obrero Pravda en 1912, una reflexión sobre la visión que tenía Lenin acerca del rol de esa herramienta de prensa en el desarrollo de la Revolución Rusa y su legado en la actualidad

Si hay algo que puede reconocérsele a Lenin es su perspicacia para leer y estudiar los momentos políticos y económicos de Rusia y tratar de actuar en consecuencia. Por eso, la iniciativa de impulsar un periódico destinado a influenciar con ideas marxistas a grandes masas de obreros y campesinos, quienes comenzaban a despertar su conciencia de clase, fue mérito suyo. El Pravda (La Verdad), periódico de los bolcheviques en sus años de ascenso, intentó cumplir esta función durante más de una década, abrazando la causa revolucionaria y organizando a la clase trabajadora en un país atrasado y extenso, dominado por una monarquía ancestral.
En este mes se cumplen 103 años del lanzamiento del Pravda de Lenin, la fecha es una simple excusa para pensar la importancia de los periódicos y diarios obreros en el pasado y en el presente. En esta primera parte analizaremos qué pensaba Lenin acerca de la prensa y la etapa de auge del Pravda en los años previos a la Revolución rusa.

Lenin y la prensa: los primeros pasos

A comienzos del Siglo XX el movimiento revolucionario era aún muy pequeño como para tener influencia en la realidad política de Rusia. El Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), creado en 1898, estaba formado por un grupo de intelectuales marxistas y algunos pocos obreros que actuaban, en su mayoría, desde el exilio ya que el autoritarismo del régimen zarista perseguía incansablemente a todo militante opositor. Esta organización presentaba un mosaico de personalidades que preocupaba a Lenin, quién veía un gran problema en la falta de unidad teórica dentro del partido. Por eso escribió¿Por dónde empezar?, artículo donde planteaba la urgencia de publicar un periódico nacional que llegue a toda Rusia y que logre organizar colectivamente a todos los grupos socialdemócratas dispersos. Por aquellos años el país estaba atravesando una etapa de mayor politización social con miles de jóvenes que se acercaron a las ideas marxistas. Pero quiénes bregaban por la difusión de estas ideas formaban parte del “marxismo legalista” que había abandonado la lucha teórica y política hacía mucho tiempo. Combatir la malversación del marxismo era tarea fundamental para la prensa leninista. Esta fue una pelea muy importante que dio Lenin contra los economicistas defensores de la lucha sindical, escindida de la organización política de los trabajadores.
El proyecto de Lenin va a cobrar forma en diciembre del 1900 cuando se publicó por primera vez Iskra (La Chispa) en Munich (Alemania) que buscó combinar su rol propagandista, de agitador entre las masas y el de organizador a partir de ideas que fueran cada vez más conocidas. El periódico como organizador no fue una política más para el dirigente bolchevique sino, más bien, una definición estratégica para la construcción del partido que prepararía la insurrección. La función de la prensa obrera ocupó la tensión de Lenin desde antes de la creación del POSDR. Destinó varios años de su vida a estudiar su relevancia e inserción en la clase obrera emergente, por eso cuando gana su línea de crear un periódico como Iskra -que logra tener cierta periodicidad- comienza a producirse un importante trabajo político en las propias entrañas de la Rusia proletaria que sentarían las bases para el desarrollo de los años posteriores.
La publicación entraba al país en forma clandestina y los militantes locales lo distribuían bajo el lema: “una chispa puede encender la llama”, así fue adquiriendo prestigio entre los obreros. El periódico debía tener un lenguaje claro pero que permita, a su vez, elevar el nivel de los trabajadores; por ello propuso sumar al Comité de Redacción del Iskra a Trotsky en 1902, quién a través de su pluma podía volver más atractivo el contenido del periódico mientras que, a la vez, inclinaba la balanza a su favor frente al bando de los viejos marxistas que se habían convertido en grandes conformistas (Plejanov, Zasulich y Axlerod). Mientras que Lenin se convertía en el director político del periódico, su compañera Nadehzda Krupskaia era la responsable de mantener las relaciones con los comités rusos que nutrían al periódico de noticias y denuncias obreras.
Años más tarde la lucha fraccional hizo que Lenin abandone el comité de redacción por la creciente influencia que estaban teniendo los mencheviques. Luego de la derrota de la insurrección de 1905 se profundizaron aún más las diferencias estratégicas dentro del POSDR, la reacción iba recobrando fuerzas frente a las masas que se encontraban dispersas. Pero como ya lo había “pronosticado” Trotsky, el desarrollo de la industria rusa llevaría a una nueva etapa de ascenso revolucionario del movimiento obrero.

El Pravda y los años de preparación

La década de 1910 comienza con un nuevo despertar de las luchas obreras y de la radicalización de los estudiantes: “En 1911, 100.000 obreros provocan huelgas parciales y su número aumenta hasta 400.000 el primero de mayo. Las descargas de fusilería del Lena, en el mes de abril de 1912, que arrojaron un saldo de 150 muertos y 250 heridos, marcan un nuevo hito en la lucha obrera” (1 ). Los bolcheviques se deciden a actuar y en la Conferencia del partido, que se realiza en la primera quincena de enero de 1912, se profundiza la escisión entre las fracciones y el Pravda pasa a convertirse en su órgano de publicación oficial. Este periódico había sido publicado por primera vez en 1905, luego fue editado por Trotsky en 1908 y tiempo después se hizo cargo de su publicación Kamenev. Sin embargo con los bolcheviques en la dirección es cuando alcanza su período de auge. El papel se trasladó de Viena a San Petersburgo y su primer número fue publicado bajo la dirección de Lenin el 5 de mayo de 1912 (22 de abril del viejo calendario). Antes de su lanzamiento se hizo una masiva campaña de agitación en las fábricas para incentivar las suscripciones públicas.
Fue la primera vez que Pravda (La verdad) se publicaba como periódico legal, costaba dos kopeks y tenía cuatro páginas donde se mezclaban artículos económicos, del movimiento obrero, huelgas y dos poemas proletarios.
Entre la paciencia y la audacia, Lenin logró contribuir enormemente a la organización de la clase obrera y no sólo del partido. El Pravda denunciaba el verdadero carácter de explotación del sistema capitalista y el autoritarismo del Zar y, a la vez, educaba a miles de obreros con conciencia de clases.
A diferencia del Iskra, que fue un periódico para los trabajadores -que llegaba a unos cuantos centenares de lectores-, el Pravda de 1912 era un periódico hecho por los trabajadores y dirigido a decenas de miles de obreros de vanguardia. Corresponsales de toda Rusia enviaban 40 denuncias diarias de diferentes fábricas – nucleadas en la reconocida sección “Informes de Corresponsales”- y se crearon 327 grupos que apoyaron financiéramente la salida del Pravda a través de colectas grupales. Los corresponsales tenían una importancia fundamental porque actuaron como antenas transmisoras del estado de ánimo del proletariado, sus informes fortalecían la conciencia colectiva.. Mientras tanto sus números eran reimpresos en imprentas clandestinas para difundir en otras ciudades más lejanas.
Los trabajadores rusos hicieron suyo el diario bolchevique y lo identificaron como “nuestro diario”, esto permitió que la difusión se acreciente: si el primer número tuvo una tirada de 25 mil ejemplares, en las semanas siguientes superó los 60 mil. Las obreras rusas también denunciaron las condiciones de explotación y de opresión a las que eran sometidas cotidianamente. En la sección especial titulada “Trabajo y vida de las obreras” se informaba acerca de las manifestaciones y preparativos para la conmemoración del Día de la Mujer e impulsaba la creación de organizaciones sindicales y políticas de mujeres.
El diario logró publicarse entre 1912 y 1914 a pesar de las demandas judiciales, las clausuras, la detención de militantes, las multas y los juicios. La persecución policial y la fuerte campaña antibélica que se venía gestando desde las páginas del Pravda llevaron finalmente a que el Zar clausure la publicación en julio del ’14. El diario cambió de nombre numerosas veces, el periódico del PTS toma su nombre de uno de ellos: La verdad obrera.
Junto con la clausura vino un reflujo de la organización obrera y del partido bolchevique ya que la mayoría de sus militantes fueron detenidos, enviados al exilio o reclutados para la guerra.
Cuando el movimiento obrero comenzó a recobrar nuevas fuerzas, en 1916, el partido contaba con apenas 5 mil militantes, muy jóvenes todos ellos (entre 18 y 30 años). Estos hombres y mujeres fueron la vanguardia obrera revolucionaria que Lenin anhelaba construir y que, a lo largo de 1917, organizaron a cientos de miles en las fábricas y los soviet, preparando la insurrección. Como veremos en la segunda parte de esta nota, el Pravda se convirtió en el “tribuno del pueblo” y en un organizador colectivo durante todo el proceso revolucionario, aún después de 1917. La prensa leninista y la organización de la vanguardia de la clase obrera es una discusión actual y por eso proponemos seguirla.

Claudia Ferri

Referencias:

1. Pierre Broué. El partido Bolchevique. Cap II.
2. Ver carta de Lenin en Berna a “Shliapnikov 28/11/14 en Lenin XXXIX, 189 en Pierre Broué.El partido bolchevique. Cap II.

Recomendamos las lecturas de:

- Lenin, Obras Selectas. Ediciones IPS.
- Lenin y la Prensa. Cesar Coca

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