Las misma causas producen los mismos efectos
Para la neoliberal Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), la producción fabril empeora mes tras mes. En junio marcó el punto de mayor retroceso del año, con una baja del 8,2%, también la más acentuada en 16 meses. El deterioro es generalizado y se profundiza por medidas del Gobierno.
La producción industrial retrocedió en junio un 8,2% con respecto a igual mes de 2015 y anotó su quinta baja del año, ya que sólo en febrero se registró un crecimiento de la manufactura a partir de la liquidación de la cosecha, de acuerdo al Indice de Producción Industrial (en adjunto más abajo) publicado ayer por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL). Prácticamente todos los sectores tuvieron un mal desempeño, aunque se anotaron con caídas de dos dígitos automotor, metalmecánica, siderurgia, químicos y plásticos. La entidad de corte neoliberal calculó que la caída de la producción de la industria en el primer semestre de gobierno de Cambiemos fue del 3,6%. El panorama negro para la industria se explica en parte por la situación internacional adversa, por el derrape de Brasil, pero también por la política económica interna, que enfrió rápidamente el mercado interno, retiró el estímulo del Estado en varios sectores y abrió importaciones.
El año empezó para FIEL con una merma industrial del 2%, seguida por una suba del 3,9 en febrero, muy vinculada a la reactivación de la molienda por la liquidación de la cosecha ante la abrupta devaluación y la quita de retenciones. A partir de allí, la situación para la usina de pensamiento que ideológicamente está más ligada al macrismo fue de mal en peor: en marzo la baja fue de 1,7%; en abril, de 6,8; en mayo, 4,9, y el último dato es el de junio, con un -8,2%. Esta última caída es la más acentuada en 16 meses. La tendencia es de deterioro de las condiciones industriales, sector que tiene un fuerte impacto en el resto de la economía. En el segundo trimestre, la actividad industrial se redujo 2,3% en relación al primer trimestre, sin tener en cuenta los factores estacionales. Por eso la profecía sobre la que insistió el Gobierno acerca de un segundo semestre de crecimiento quedó enterrada y todos los economistas están corrigiendo sus cálculos a la baja. La propia FIEL dice que «en el corto plazo las perspectivas continúan sin cambios, prolongándose la fase recesiva que se mantiene extendida entre la mayoría de los sectores».
El rubro que mostró mayor caída fue automóviles, con una baja del 19,9% en junio en la comparación anual. Según los datos sectoriales de la Asociación de Fábricas de automotores (Adefa), que agrupa a las terminales automotrices, en su Informe Industria Junio 2016 [Español- English] indica que en junio se fabricaron 41 655 unidades, con lo que acumuló diez meses consecutivos con retrocesos. En el primer semestre se produjeron 224 038 vehículos, una baja de 14% contra la primera mitad del año pasado. El principal motivo que explica la situación es el derrumbe de las ventas a Brasil. Las terminales exportaron en junio 14 472 vehículos, un 47,1% por debajo de igual mes del año pasado, que superó largamente el aumento del 9,2% de los envíos a los concesionarios locales. De todas formas, ese incremento se debe en parte a los despachos de autos importados, que crecieron por encima de la evolución del mercado interno.
Otros dos sectores que tuvieron fuertes caídas están en parte asociados a la industria automotriz. El siderúrgico cayó 14,3%. Particularmente la producción de acero bajó 16,2% interanual en junio y acumula en el semestre una merma del 15,4. «La crisis del sector se enmarca en un exceso de oferta a nivel mundial, en la caída del precio internacional del petróleo, la recesión de Brasil y una menor demanda de las empresas locales de la cadena metalmecánica», explicó la Cámara Argentina del Acero.
La caída de la demanda de la cadena metalmecánica a la que hace referencia la entidad que agrupa a empresas como Techint y Aluar se explica por la baja del consumo a raíz del deterioro del salario real, luego de la devaluación y la disparada inflacionaria, y también por la apertura de importaciones que desplazó producción nacional. Según Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas de electrodomésticos (que utilizan acero como insumo) bajaron en junio 19,2%. FIEL calculó una caída de la actividad metalmecánica del 9,8%, que afecta a línea blanca, fabricantes de bienes de capital y autopartistas, entre otros.
El sector de minerales no metálicos subió 0,4% en junio, con lo que recortó su caída del semestre al 4,1%. Se trata del sector que produce insumos para la construcción, actividad que según el Indice Construya (que calculan las empresas más importantes del sector) cayó en junio un 21,3%. En este contexto, una de las medidas adoptadas por el Gobierno fue la modificación del Procrear, que fue un impulsor del sector años anteriores, para que no incluya la construcción de viviendas nuevas sino que se centre en el mercado inmobiliario. El INDEC calcula una caída de la construcción del 10,9% entre enero y mayo en la comparación con el mismo período de 2015.
El sector de químicos y plásticos cayó 12,8%, mientras que cigarrillos lo hizo en un 6,5%. Quedaron relativamente estables combustibles (-0,5%) y pasta y papel (-1%). En el sector textil, la actividad en junio bajó 0,4% y en el semestre creció 0,3% según FIEL, un dato que llama la atención a los empresarios del sector, que transitaron un semestre negro con caídas de las ventas de entre 10 y 20 por ciento y al mismo tiempo aumentaron las importaciones. El INDEC informó anteayer Intercambio Comercial Argentino. junio 2016 que mientras las importaciones en general cayeron en el semestre un 5,8%, las importaciones de bienes de consumo subieron 10,2 (22,2 solo en cantidades, sin contar la baja de precios) en el marco de un mercado interno deprimido. Uno de los sectores más afectados por las importaciones es el textil, situación que ahora el Gobierno agudizó con la autorización del servicio de «puerta a puerta», al que los empresarios marroquineros calificaron como « un golpe más a las industrias pymes » (ver abajo: «Producción desplazada»).
Por último, el sector de los alimentos dejó atrás el boom inicial por la devaluación y la quita de retenciones y registró una caída del 5,6% en junio, con lo cual terminó el semestre con una merma del 0,5%. También el sector es afectado por las importaciones, especialmente las economías regionales.
Producción desplazada
«La producción local de autopartes registró en lo que va del año una caída del 10 por ciento respecto de 2015», advirtió ayer Juan Cantarella, gerente general de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC). El representante de la cámara empresaria advirtió que la contracción de la fabricación local se explica por el sostenido retroceso de la demanda brasileña y el fuerte incremento en el ingreso de productos importados. «El crecimiento del mercado interno no significó un acompañamiento de la producción local, sino que fue cubierto por un aumento muy importante de importación, lo cual repercute en el sector autopartista», advirtió Cantarella al referirse a las consecuencias de la apertura comercial en marcha desde mediados de diciembre que también repercute sobre la producción local de automóviles. Aunque todavía no existe un escenario de crisis laboral en el sector, el directivo de AFAC consideró ayer que es «muy difícil mantener la totalidad de los puestos de trabajo ante la continuidad de esta situación de caída fuerte del nivel de actividad».
La inversión, una ilusión
La inversión anotó una caída del 5,3% en junio respecto del mismo mes del año pasado y marcó una baja del 4,2% en el primer semestre, según lo estimó el Estudio Ferreres (en adjunto más abajo). El detalle del relevamiento menciona que la inversión en construcción fue la que registró la mayor caída, al computar un descenso del 12,8% el mes pasado y del 9,6 en la primera mitad del año. La consultora de la city (sector financiero extranjero y local basado Buenos Aires) planteó que el flojo desempeño del sector se debe a las políticas de ajuste fiscal del Gobierno, lo que equivale a una recesión inducida por el equipo económico.
«Desde principios de año la evolución de la inversión real ha sido un reflejo de la trayectoria que muestra la actividad de la construcción, la cual se encuentra en franco retroceso en un escenario en donde el sector público está incrementando los esfuerzos por llevar a cabo una política fiscal contractiva. En este sentido, vale destacar que en lo próximo, la misma podría mostrar signos de recuperación a partir de algunas señales ofrecidas por la obra pública», indicó. Las inversiones no fueron el único elemento de caída entre los componentes de la demanda agregada en los últimos meses, donde sobresalió la fuerte reducción del consumo del sector privado y la merma de las exportaciones.
La apuesta del equipo económico era recomponer los niveles de actividad económica a partir del incentivo de las inversiones, tras la suba de la rentabilidad de sectores concentrados de la economía por la devaluación y la reducción de impuestos para la exportación, entre otros. Pero la respuesta del mercado, que experimentó un proceso notable de incertidumbre en materia de precios y volatilidad cambiaria en la primera mitad del año, no fue la esperada por el Gobierno. Los anuncios de inversión extranjera directa en lo que va de la gestión fueron casi idénticos a los registrados en años anteriores, mientras que sectores como la edificación crecían al 6,5% en 2015 y ahora anotan una baja en los negocios de más del 12%.
Javier Lewkowicz. Economista y periodista argentino especialista en comercio exterior e interior e industria. Escribe para el periódico argentino Página 12 y es editorialista de la Revista Turba.
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