miércoles, 22 de marzo de 2017

Para Macri, es una inequidad "caer" en la escuela pública



Macri hizo una pausa, pensó las palabras que diría y luego las pronunció detenidamente: la terrible inequidad -dijo- de aquel que puede ir a la escuela privada versus aquel que tiene que caer en la escuela pública. De este modo el presidente -en medio de la disputa salarial de los docentes con el gobierno- aprovechaba para admitir y exhibir su preferencia por la escuela privada sobre la pública. Algunos resultados de la prueba Operativo Aprender, que Macri exponía en ese momento, arrojaban resultados negativos en cuanto a los niveles de conocimiento y aprendizaje de los estudiantes.
Es preciso recordar que el Operativo Aprender fue rechazado por la comunidad educativa e incluso se llegaron a tomar establecimientos para evitar su puesta en marcha. Es que se trata de una prueba externa al sistema educativo, bajo la forma del laberinto capcioso de las opciones múltiples, desligada por completo de las condiciones sociales de los alumnos y del cuadro de destrucción de las escuelas. El “operativo” tenía por función establecer un ranking de escuelas, alumnos y docentes (peligroso paso hacia un sistema de ‘premios y castigos’ y hacia el salario por mérito y el ataque a la estabilidad laboral) y poner en el banquillo de los acusados a la docencia y responsabilizarla del derrumbe de la educación argentina.
Sin embargo, los datos de la realidad condenan a los gobiernos anteriores y al de Macri mismo como responsables de tal derrumbe. Por eso mismo, el presidente no podría desmentir que los resultados del Operativo Aprender se enmarcan en una sostenida desinversión del Estado en la educación, a la vez que las escuelas públicas de gestión privada -es decir, colegios confesionales (en su mayoría) que cobran cuotas a los alumnos- reciben suculentos subsidios del Estado sin los cuales no podrían sostenerse. Que a la escuela pública se caiga en detrimento de la posibilidad de ir a una privada no es sino una provocación más contra la docencia y la educación pública en general en medio de los paros de los maestros en defensa de sus salarios.
El Operativo Aprender quiere lavar la cara de los gobernantes, responsables de la crisis en la educación. Por caso, Macri mismo gobernó ocho años la ciudad de Buenos Aires en los que de manera permanente hubo un sostenido retroceso en los parámetros educativos. Para maquillar estas responsabilidades políticas, el Operativo Aprender excluye elementos primordiales a la hora de evaluar el rendimiento de la educación pública y los estudiantes, como el desfinanciamiento educativo expresado a través de los ajustes en los presupuestos. En la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, la participación presupuestaria en educación disminuyó del 27,8% en 2011 al 18,5% en 2017: esto sí se trata de una verdadera "caída". A la vez, esos mismos presupuestos se subejecutan mientras se aumenta el subsidio a la educación privada, confesional (y regida por la Iglesia Católica) en su mayoría.
Macri no hizo referencia a las reformas y contrarreformas aplicadas en todos los niveles educativos y que devalúan los contenidos a enseñar, las orientaciones educativas y las titulaciones de los docentes. Más importante, el presidente no tomó como elemento para el análisis de la educación las condiciones materiales en las que se desarrolla la escuela pública, las carencias materiales y simbólicas que dificultan la tarea educativa ni la falta de profesionales ni equipos suficientes para abordar la creciente miseria social que rodea a la escuela y que estalla dentro de las aulas. Nada de esto fue mencionado por el presidente que, a pesar de haber concurrido al exclusivo colegio privado Cardenal Newman, desconoce cuánto cobra un jubilado con la mínima.
La pauperización del trabajo docente también explica la crisis educativa. Los docentes deben trabajar entre dos y tres turnos para llegar a un salario que se acerque a la canasta familiar. A la pauperización salarial se le suman las condiciones de trabajo precarias –infraestructura, falta de libros y recursos–. Todos estos factores son fruto de la acción antieducativa de los gobiernos anteriores y que se mantiene y profundiza bajo el gobierno macrista. La huelga docente es una forma de defender la escuela pública.
El proyecto educativo del macrismo no se ejerce en soledad. El ministro de educación Esteban Bullrich anunció que el proyecto que enviarán al Congreso Nacional tiene el apoyo de todos los gobernadores que, a través del Consejo Federal de Educación, vienen apoyando la política educativa desde el encuentro Purmamarca en febrero del 2016 a la fecha.
Los docentes, los estudiantes y las familias que conforman la comunidad educativa conocen las condiciones en las que se enseña y se estudia y saben que la responsabilidad por la crisis educativa corresponde a los gobiernos que sistemáticamente atacaron y atacan a la escuela. Para Macri, a la escuela pública "se cae". Todo lo contrario de la docencia que hoy hace paro en defensa de la educación pública, pasa sacarla de la caída en la que la condenan las políticas de los capitalistas.

Amanda Martín

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