miércoles, 22 de marzo de 2017

Fuga de capitales: ¿existen recursos para repartir las horas de trabajo?



Al mismo tiempo que avanzan los despidos la remisión de ganancias al exterior está pegando un salto exorbitante.

Frente a la creciente desocupación y la insaciable búsqueda de los empresarios para que los trabajadores dejen la vida en las fábricas y lugares de trabajo, el PTS en el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) está realizando una propuesta para que la crisis la paguen los capitalistas que la generaron: la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial.
Muchas compañeras y compañeros hacen la siguiente pregunta: “¿Hay recursos para repartir las horas de trabajo y generar miles de puestos de trabajo?”. La respuesta es clara: sí, existen recursos.
Las empresas que despiden y suspenden trabajadores, como General Motors o Volkswagen, entre otras multinacionales, dicen que los números no dan, pero la fuga de ganancias lo desmiente.
Una de las vías de esa fuga es la remisión de intereses y utilidades de las multinacionales: pasó de ser U$S 306 millones en 2015 a multiplicarse por diez en 2016, año en el que se llevaron del país U$S 3.162 millones. Este monto es equivalente a 160.000 salarios anuales de $23.000. Pero mientras se promete una “lluvia de inversiones” en realidad se hace lo contrario: se saquea el país y se ataca a los trabajadores.
No es muy distinta la conducta del empresariado “nacional”. El lunes se conoció que siete argentinos figuran en la lista de los más ricos del mundo elaborada por la revista Forbes: Alejandro Bulgheroni, Eduardo Eurnekian, Alberto Roemmers, Gregorio Pérez Companc, Jorge Horacio Brito, Eduardo Constantini y Marcos Galperin. Sus fortunas alcanzan a U$S 12.430 millones. Muchos de ellos figuran en otra lista: la de “fugadores seriales” de los Panamá Papers.
Son solo un “ejemplo” de lo que hace habitualmente el empresariado “nacional”, más interesado en refugiar sus ganancias en paraísos fiscales que en invertir en el país.
Un documento del Centro de Estudios del Trabajo y Desarrollo (Cetyd) señala que el 43 % de los puestos de trabajo perdidos entre el cuarto trimestre de 2015 y el tercero de 2016 tuvo lugar en las grandes empresas (con más de 1.000 empleados), tanto nacionales como extranjeras.
Ni que mencionar que esas patronales, si se les exige que dejen de fugar sus ganancias, pondrían el grito en el cielo antes que volcar esos recursos a repartir las horas de trabajo entre todas las manos disponibles, garantizando un salario equivalente a la canasta familiar.
Para defender las condiciones de vida del pueblo trabajador no queda otra que atacar las ganancias de la clase capitalista, que explota y oprime diariamente a las mayorías.

Pablo Anino
@PabloAnino

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