martes, 28 de marzo de 2017

Habla la abogada de Belén luego del fallo absolutorio

En diálogo con Prensa Obrera, Soledad Deza caracterizó el fallo que determinó su absolución.

¿Qué balance hacés del fallo?
Creo que es un fallo justo y doblemente importante. No sólo porque hace justicia para el caso concreto de Belén -que recordemos que estuvo 29 meses presa y condenada por un poder judicial que la criminalizó sin pruebas- sino que también es importante en un momento en el que en nuestra provincia (Tucumán) los sectores fundamentalistas protagonizan una avanzada contra los derechos de las mujeres.
El fallo es doblemente importante porque compone un mensaje que alienta a las mujeres que atraviesan un evento obstrético adverso a que acudan a un hospital a pedir ayuda (...) le da importancia al secreto profesional, a respetar el derecho de las mujeres que atraviesan un aborto como paciente, al derecho a la confidencialidad y a recibir una atención médica libre de violencia.
También habla de los derechos de las mujeres en términos de acceso a la justicia, en algunos pasajes del fallo se refiere expresamente al hecho de que la deficiencia en la defensa oficial de Belén contribuyó de forma decisiva para a que ella este presa, injustamente acusada y luego condenada.
¿Qué papel desempeñó la Mesa de Libertad para Belén en la campaña por su absolución?
La actuación de la Mesa por la Libertad de Belén fue central y tuvo un papel trascendental en esta lucha.
Mostró un movimiento de mujeres de un arco político muy amplio, unidas todas por una misma causa, más allá de las banderas y los partidos, que mostró una madurez y fortaleza que ha sido determinante para este resultado.
Creo que el hecho de habernos organizados detrás de los argumentos jurídicos y de haber podido articular y amplificar todo eso, cada una en sus espacios, muestra una madurez y una fortaleza imparable.
¿Cómo creés que repercute el fallo respecto de la penalización del aborto?
Creo que el caso de Belén en sí mismo sirvió para desarticular esa falsa aseveración de los poderes políticos, puntualmente del Congreso, que decía que no había mujeres presas por aborto en nuestro país, que el artículo 85 no se aplicaba, que no existían mujeres privadas de su libertad.
Sirvió para poner en el tapete por qué las mujeres necesitamos que el Código Penal no atraviese nuestros cuerpos y por qué necesitamos que se derogue ese artículo 85 a través del cual el Estado utiliza la herramienta más violenta, que es la amenaza de cárcel, para inducirnos a ser madre.
Creo que esta sentencia tiene que coadyuvar a otras causas de aborto, para fortalecer la idea de una atención sanitaria atravesada por los derechos humanos, que es la que se merece toda mujer que atraviesa un evento obstetricia adverso, sea aborto espontáneo o provocado.
Que sirva para disuadir esa falsa creencia instalada desde la enseñanza de grado y motorizada por los sectores conservadores acerca de la "obligación" de denunciar que pesa sobre los sectores de la salud. Espero que sirva para concientizar acerca de que toda atención de aborto, sea provocada o espontáneo, está atravesada por derechos.

Prensa Obrera

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