martes, 18 de octubre de 2016

El Operativo Aprender en jaque



Miles de docentes, estudiantes y familias rechazan las evaluaciones estandarizadas que impulsa el gobierno de Macri. Hoy hay paro activo en seis provincias y boicot en el resto del país.

A pesar de una extendida resistencia entre la comunidad educativa de todo el país, este martes el Gobierno nacional intenta implementar una evaluación estandarizada a estudiantes de sexto grado y quinto año (y en algunos casos de tercer grado y segundo/tercer año).
Lo llaman “Operativo Aprender”, pero en realidad el objetivo es generar información sobre las escuelas para descargar la responsabilidad de la situación de la educación en estudiantes, docentes y familias, desligando al Estado de su rol de garante de derechos.
Por eso se incluye como “novedad”, junto al multiple choice para estudiantes, una evaluación complementaria o de contexto para que involucra también a docentes y personal directivo.
Durante el fin de semana la filtración de algunas de las preguntas que se realizarán causó escándalo en las redes sociales, ya que se hacía evidente la intencionalidad que esconde el Ministerio de Educación con este operativo. A las y los docentes se les indaga sobre sus familias -por ejemplo, si ayudan en la escolaridad- y a las y los estudiantes sobre quienes los educan -por ejemplo, si las clases son divertidas y si se los escucha o se les explica hasta que entiendan-. Así buscan generar sesgadamente “datos” para luego usarlos en campañas mediáticas. El objetivo de fondo: justificar medidas de ajuste.
La otra “novedad” del “Operativo Aprender” es su alcance censal, es decir que se evalúa a todos los estudiantes de determinado año o grado. Cabe aclarar que desde la década de los 90 se vienen realizando exámenes estandarizados pero con un alcance muestral, también siendo muy cuestionadas metodológicamente porque sólo miden algunas áreas y no tienen en cuenta los procesos de aprendizaje. La ampliación de la población evaluada no sólo implica millones de pesos más que podrían invertirse en mejorar efectivamente la educación, sino que técnicamente también permite una sanción punitiva sobre el resultado, ya que se puede identificar estudiantes o escuelas, como bien demuestra el anuncio de las becas “Compromiso Docente”.

Una reforma neoliberal impulsada por el Banco Mundial

Este tipo de reformas basadas en evaluaciones censales, externas y estandarizadas viene siendo impulsado y aplicado desde hace más de diez años en gran parte de América Latina. El Banco Mundial es su principal impulsor e ideólogo. Esto se puede apreciar claramente en la publicación que hicieron hace dos años titulada “Profesores excelentes”. Allí el Banco Mundial analiza la implementación de reformas educativas durante la primera década de este siglo y saca conclusiones sobre cómo imponerlas con la “menor resistencia posible”.
Centrado en la experiencia de la región, la receta “Profesores Excelentes” se resume en tres pasos. “El primer paso son las pruebas censales a los estudiantes”; “el segundo paso ha sido la adopción del pago de bonificaciones a nivel de las escuelas, mediante el cual se establece el concepto de pago por desempeño” y el tercero, la evaluación de los docentes “en forma individual y de manera voluntaria, con el atractivo de recompensas financieras”. El trabajo no olvida a los sindicatos y la resistencia docentes: “Por lo general, los sindicatos se han opuesto a esto, pero con programas voluntarios se puede evitar la confrontación”.

Millones en evaluaciones que ya fracasaron

Cabe alertar que en países como Estados Unidos estas reformas por evaluaciones externas ya fracasaron, como incluso lo muestra la serie animada “Los Simpsons”. El impacto negativo de este tipo de exámenes estandarizados con carácter censal ya está comprobado. La presión a mejorar los resultados, ya sea por castigos directos o indirectos (premios), a lo único que conduce es a empobrecer y vaciar la educación.
Los docentes se ven obligados a dejar de enseñar uno o dos meses antes de estas evaluaciones para adiestrar a los estudiantes en responder preguntas tipo choice sobre temas básicos y memorísticos. Así se deja de lado la producción escrita, el pensamiento crítico, la creatividad, las artes y tantos otros aspectos fundamentales de toda educación.
Esta es una de las principales preocupaciones de miles de familias que hoy no van a mandar a sus hijos al colegio, ya que entienden que además “no refleja los procesos de aprendizaje” y “no tiene en cuenta las particularidades de cada chico”.

Poniendo en jaque al Operativo Aprender

El rechazo se ha extendido por todo el país. En Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén y Río Negro hay paro activo, al que también convocan Amsafe Rosario y los Suteba opositores. En el resto del país los docentes llaman al boicot por medio de renunciar a ser aplicadores y desarrollando una profunda campaña para que las familias y los estudiantes se sumen al rechazo.
La docencia ha demostrado un extendido repudio de las más diversas formas. El SUTE de Godoy Cruz y el Suteba de Escobar han realizado videos explicativos. Además, se desarrollaron decenas de asambleas zonales, charlas y audiencias en todo el país, fundamentando el rechazo y exigiendo un paro activo nacional con asambleas por escuela.
Sólo la pasividad cómplice de la conducción de Ctera, que se limitó a emitir pronunciamientos por la suspensión del operativo, ha impedido la concreción de una medida nacional que entierre de una vez estas reformas neoliberales de Macri y el Banco Mundial.
Las familias también se han sumado por miles. Hoy no enviarán a sus hijos o escribirán notas para no autorizarlos a responder los cuestionarios. A su vez a las 10 de la mañana presentarán en el Palacio Pizzurno cientos de firmas exigiendo la anulación del “Operativo Aprender”.
Los estudiantes no se han quedado atrás. Ya sea con charlas, asambleas o tomas de colegio se han pronunciado contra estos exámenes y se niegan a ser cómplices de esta farsa de evaluación educativa.
La magnitud del rechazo y boicot de docentes, estudiantes y familias, sumado a las filtraciones de los cuestionarios, invalidan técnicamente cualquier resultado que el Gobierno quiera utilizar de estas evaluaciones. Sin embargo, sólo redoblando las campañas y superando la pasividad cómplice de la conducción de Ctera se podrá terminar de derrotar estas reformas vía evaluación estandarizada.

Hernán Cortiñas
Congresal Unión de Trabajadores de la Educación (UTE)

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