sábado, 22 de octubre de 2016

Garfunkel: tour de caza luego de dejar en la calle a trabajadores



Conmoción por las fotos en las que exhibe sus presas. Retrato de la decadencia de la burguesía.

Las fotos filtradas de Matías Garfunkel y Victoria Vannucci posando junto a animales salvajes cazados en las estepas africanas provocaron una conmoción generalizada y las redes sociales se poblaron de repudios a la pareja. No es para menos. En las imágenes se ve al empresario y a la modelo posando junto a los cadáveres de leones, antílopes, hipopótamos y cocodrilos. Se trata del fruto de una gira de caza por África a través de una agencia de viajes que cobra por animal cazado: un elefante cuesta cerca de 40 mil dólares, un león cotiza 8.450 dólares, un búfalo 12.250 dólares, un cocodrilo 6.450 y un hipopótamo 7.950.
Las fotos fueron filtradas por una cuenta de Twitter llamada Mucamas de Garfunkel luego de que parte de su personal doméstico denunciara que habían sido despedidas sin indemnización, preaviso ni nada. A principios de año la pareja Garfunkel-Vannucci abandonó el país atribuyendo su “exilio” a supuestas amenazas realizadas por los antiguos socios empresariales en el negocio de los medios.
En realidad, Matías Garfunkel era una de las patas del Grupo 23, que aglutinaba a los medios que regenteaba Sergio Szpolski y en el que estaban asociados personajes turbios como Darío Richarte, ex jefe de la SIDE durante el gobierno de Fernando De la Rúa. Garfunkel y Szpolski recibían cuantiosas sumas por parte del gobierno kirchnerista al punto de que el conglomerado de medios encabezaba el ranking de las empresas comunicacionales beneficiadas por la pauta oficial. Una vez que el poder pasó hacia el macrismo, el Grupo 23 dejó de recibir muchos de esos fondos y sus dueños abandonaron a centenares de trabajadores. El propio Macri, vale aclarar, tiene en común con la dupla Garfunkel-Szpolski la hostilidad hacia los trabajadores: calificó de “usurpadores” a los trabajadores de Tiempo Argentino y Radio América que mantenían ocupadas las instalaciones en defensa de los puestos de trabajo, apenas días después de que una patota de la patronal los agrediera e intentara desalojarlos.
De un día para el otro, cientos de trabajadores dejaron de percibir sus sueldos y vieron cómo los medios en los que trabajaban eran vaciados por la dupla patronal. Entre sus víctimas se encuentran los trabajadores de Tiempo Argentino, Infonews, Radio América, entre otros. De quien ostenta tamaño desprecio por los trabajadores de sus empresas, no puede esperarse alguna consideración por especies animales en peligro de extinción.
El día que se filtraron las fotos del patrón que gusta de asesinar animales se conoció que Garfunkel había sido embargado y procesado por el delito de contrabando de obras de arte y joyas. Se trata de "The Painted Bridge" de William Russell Flint, valuado en 130 mil dólares; "Deux Tapire face a face", de Rembrandt Bugatti, 307.912 dólares; y una cómoda "Vautheret" de Emile Jackes Rullmann, 627.615 dólares. Son obras que forman parte del patrimonio familiar, pero que habían sido embargadas por un juicio realizado por un abogado al que no le había pagado los honorarios. Garfunkel es hijo de Mónica Madanes, heredera de la familia que les dio vida a los gigantes industriales Aluar y Fate, y del empresario Jorge Garfunkel, fundador del Banco del Buen Ayre.
Garfunkel forma parte de lo más granado de las familias dueñas de la Argentina y con las estafas a los trabajadores a las que está acostumbrado -desde los miembros del grupo mediático que ayudó a vaciar junto a Sergio Szpolski a las mucamas que prestaban servicios en su mansión en el barrio de Belgrano- y las fotos en las que se lo muestra disfrutando del asesinato de animales salvajes en la sabana africana brinda una metáfora de la decadencia absoluta de la burguesía nacional.

Antonia Torrebruna

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