El Ejecutivo ingresó al Senado un proyecto de Ley Complementaria de la norma que rige las ART con el fin de reducir los juicios laborales. La cara oculta: las muertes obreras que crecen año a año.
El gobierno presentó el viernes al Senado un proyecto de Ley Complementaria de la norma que rige las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART), con el fin de establecer la intervención obligatoria de las comisiones médicas jurisdiccionales y disminuir la litigiosidad.
El proyecto señala que "se ha generalizado el concepto de que la reparación de los infortunios laborales se enmarca en una relación obligacional del derecho privado entre el trabajador siniestrado, su empleador y su ART" que provoca "una proliferación de litigios individuales que ponen en riesgo la finalidad de la ley".
El proyecto establece que la actuación de las comisiones médicas jurisdiccionales "constituirán la instancia administrativa previa, de carácter obligatorio y excluyente de toda otra intervención" para que el trabajador, con el patrocinio de su abogado, pida la homologación del otorgamiento de las prestaciones dinerarias por la ley de ART.
Recién cuando se agote esta instancia de la comisión médica jurisdiccional, el trabajador podrá solicitar la revisión ante la Comisión Médica Central, y luego podrá interponer en la justicia ordinaria del fuero laboral un recurso, que tendrá efecto suspensivo, contra lo dispuesto por la comisión médica.
La Ley de ART fue sancionada durante el gobierno menemista en 1995, luego en 2012 Cristina Fernández envió al Congreso un proyecto de ley para reformarla pero sin intenciones de anularla.
Ante las críticas de varios abogados laboralistas, que advierten que es una nueva concesión a los empresarios y que obliga a los trabajadores a estirar el proceso, pasar por comisiones médicas hasta que pueda iniciar juicio, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, negó que el proyecto de ley perjudique a los trabajadores y remarcó que "justamente es al revés". Además, agregó que "en los últimos 20 años, desde la puesta en funcionamiento del sistema de cobertura por riesgos de trabajo, ha bajado muchísimo la cantidad de accidentes, pero han subido enormemente la cantidad de litigios".
Detrás de los juicios: la salud de los trabajadores
Los “accidentes” de trabajo y las muertes son algo inherente a la explotación capitalista, los altos ritmos de trabajo, falta de elementos de seguridad, alargar las jornadas laborales, es un combo explosivo que detona en mayores probabilidades de accidentes.
Según el informe realizado por la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART), en el último mes la cantidad de juicios iniciados contra el régimen de ART llegó a 14.333 nuevas demandas mensuales, que significa un aumento del 45 % con respecto al nivel registrado en septiembre de 2015. Según cálculos del mismo informe, se estima que en 2016 habrá más de 122.140 nuevos juicios, un 15 % más que los comenzados el año pasado.
Sin embargo, detrás de los fríos números de la “industria del juicio” como acusan los empresarios se encuentran miles de trabajadores que fueron accidentados o fallecieron a causa de las mismas condiciones de trabajo.
Los “rotos” así se conoce a los trabajadores de las fábricas que producto de los ritmos de trabajo, las tareas repetitivas quedan imposibilitados de seguir trabajando. Luego de trabajar años en un mismo puesto, las empresas los desechan como material descartable.
Según las estadísticas de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo entre 2003 y 2015 (último dato publicado) fallecieron 11.376 trabajadores. En el mismo período, se registraron 8.087.262 de accidentes laborales notificados. Es decir, este número debe ser mayor si se calculan los trabadores que están en negro. Los últimos datos del Indec muestran que hay un 33,4 % de los trabajadores en la informalidad en todo el país.
En 2015 murieron 445 trabajadores por accidentes de trabajo, hubo 442.934 casos notificados de accidentes laborales, y 142.413 accidentes in itinere, se refieren a los accidentes ocurridos durante el desplazamiento desde su domicilio hasta su lugar de trabajo, y viceversa.
Los empresarios vienen reclamando reducir los juicios laborales porque el aumento de los juicios provocaría un aumento de sus costos al incrementarse la contratación de seguros de accidentes y enfermedades laborales. Sin embargo, para los empresarios el costo de la cobertura sólo llega al 3,4 % de la masa salarial en promedio.
Macri conoce el reclamo empresarial (él fue uno de ellos) y en un reciente discurso señaló que "cada día vamos a estar un poco mejor, eso se va a acelerar si entendemos que cada uno de los argentinos en su lugar entendiendo que cuando no cumple, cuando hace trampa al sistema y fuerza un ausentismo o inventa un juicio o pone un palo en la rueda está complicándole la vida a todo el resto de la sociedad". Para el presidente los “accidentes” y las muertes obreras son sólo palos en la rueda.
Además, uno de los ejes del Plan Productivo Nacional que presentó el gobierno “Capital Humano y Productividad Laboral” incluye el “Plan de reducción de costos laborales (Riesgos del Trabajo, ausentismo y ligitiosidad)”, es decir que el proyecto recientemente presentado al Congreso se corresponde con la estrategia de una Argentina competitiva, entendida para los empresarios y el gobierno como exprimir aún más las condiciones de vida de los trabajadores.
Es necesario que los trabajadores pongan en pie sus propias Comisiones de Seguridad e Higiene elegidas en asambleas conjuntas entre efectivos, contratados y tercerizados y la anulación de la Ley de ART que sólo es un gran negociado para las aseguradoras que lucran con la salud de los trabajadores.
Mónica Arancibia
@monidi12
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