martes, 4 de octubre de 2016
Entre Macri y el golpista Temer está “tudo bem, joia y legal”
El Presidente recibió a su par brasileño en Buenos Aires para acordar medidas sobre el Mercosur, el aislamiento al Gobierno de Maduro y una agenda para fortalecer un polo de derecha regional.
Ayer el presidente Mauricio Macri recibió a su par brasileño, Michel Temer, que accediera al puesto luego del golpe institucional contra Dilma Rousseff. El encuentro se realizó en Buenos Aires, en lo que fue la primera visita oficial del político brasileño a otro país. La elección de la Argentina parece una devolución de gentilezas. Vale recordar que el gobierno macrista fue el primero en reconocer al nuevo mandatario brasileño a pocas horas de consumado el golpe contra Rousseff. Se realizaron protestas contra la visita del presidente brasileño, marcando el repudio que existe al golpe institucional en el vecino país.
El encuentro le sirvió a los dos gobiernos para comenzar a trazar una agenda, de derecha, con “ambición” regional. Firmaron acuerdos en materia de diálogo y facilitación para el comercio y el desarrollo productivo y de simplificación de procedimientos de comercio exterior, en especial en torno al estado del Mercosur, bloque integrado además por Uruguay, Paraguay y Venezuela.
Luego de la reunión ambos presidentes brindaron una conferencia de prensa donde dejaron en claro algunos objetivos comunes: la flexibilización del Mercosur, en especial buscando la apertura hacia un acuerdo con la Unión Europea y avanzar para expulsar a Venezuela del bloque comercial regional.
“Creemos que en un mundo globalizado y de desafíos globales el que estrechemos y potenciemos el Mercosur va a servir para que encaremos esa integración al mundo de una mejor manera”, sentenció Macri.
“Llegamos a la conclusión de que podemos trabajar en conjunto para fortalecer el Mercosur como institución suramericana que tiene los mayores intereses en todo el mundo”, dijo Temer, quien hizo hincapié en que uno de los principales objetivos ahora es formalizar las negociaciones con la Unión Europea.
Ambos presidentes presentaron los acuerdos abordados como parte de una “ambiciosa agenda”, aunque rápidamente aclararon que también buscan dar “flexibilidad” a los países miembros del bloque para avanzar por caminos propios en su “apertura al mundo” y la búsqueda de mayor endeudamiento con el capital extranjero.
Un plan común para sumar presión contra el gobierno de Maduro
Un punto aparte mereció Venezuela, donde ambos presidentes ratificaron la política que han llevado adelante en el último tiempo, la de aislar al gobierno venezolano buscando sacar al país del bloque regional.
Macri fue incluso más allá y haciendo referencia al gobierno de Nicolás Maduro, volvió a mostrar su apoyo al discurso de la oposición derechista: “En lo que hace a Venezuela le hemos dado un plazo, si no cumplen perderán su condición de miembros activos del Mercosur. Más allá de que es más preocupante la violación de derechos humanos y la no aceptación del plebiscito que se les planteó. Pero seguiremos atentamente lo que pasa en Venezuela”.
Vale recordar que hace pocas semanas, con el gobierno del golpista Temer a la cabeza, se avanzó en el veto a Venezuela para la presidencia del Mercosur y que el viernes 30 se conoció una declaración en la que los cancilleres de Argentina, Brasil y Chile, entre otros, manifiestan su “preocupación por la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de la República Bolivariana de Venezuela” de retrazar el referendo revocatorio contra Maduro para 2017.
A pesar del “No” en Colombia debe continuar el diálogo con las FARC
En la conferencia de prensa, tras ser consultados sobre los resultados del plebiscito en Colombia donde triunfo por estrecho margen el No, Macri y Temer dijeron que creen “en la paz. Creemos que Colombia seguramente seguirá buscando vías para lograr esa paz que es importante no solo para los colombianos sino para América Latina entera”
Macri agregó que su gobierno brega “para que cese el fuego y el conflicto para que haya realmente un espacio para encontrar alternativas. El resultado ha sido muy parejo”, acomodándose rápidamente a una situación nueva que plantea el triunfo del “no”. Vale recordar que Macri participó del acto en que se firmaron los acuerdos entre el gobierno colombiano y las FARC, a la vez que en el marco de la colaboración y alineamiento con el imperialismo que caracteriza la política exterior de la Casa Rosada, Macri promueve una amplia participación del Ejército argentino en la Misión de la ONU que supervisará la fase de desmovilización guerrillera.
Buscando fortalecer un polo de derecha regional
El encuentro de Macri y Temer tuvo más de gesto que de avance concreto en materias políticas o comerciales entre ambos países. Basta ver las declaraciones generales sobre “intereses comunes” y “acuerdos para el beneficio común” que poco sirven para resolver la difícil situación económica que enfrentan ambos países y que se expresa en la caída del intercambio comercial que afecta a importantes ramas de la industria en especial de la Argentina.
El mayor gesto político es buscar legitimar al gobierno golpista de Temer y a su vez mostrar un polo regional (al que habría que sumar al gobierno paraguayo) de la derecha, capaz de imponer una nueva agenda de ajuste. Aunque el objetivo parece ser claro, no esta del todo definido la posibilidad de realizarlo.
Por un lado el gobierno del gigante sudamericano asumido luego del golpe institucional todavía debe mostrar su capacidad de llevar hasta el final el ajuste iniciado por el gobierno del PT, en un panorama de descrédito contra la casta política y fragmentación de los partidos tradicionales. Este hecho fue marcado por un periodista en la conferencia de prensa, a lo que cínicamente Temer respondió que “es un mensaje que se da a la clase política brasilera para que reformule eventuales costumbres (...) Pero tenemos que festejar la democracia que se produjo en este tiempo (haciendo referencia al golpe institucional) y que fue restablecida en las elecciones de ayer”.
Por su parte Macri, mientras respira aliviado por la tregua que le brinda la burocracia sindical, no consigue que la tan anunciada “lluvia de inversiones” llegue y tampoco pudo imponer las condiciones del tarifazo sobre los servicios públicos como hubiera deseado. Así la “nueva derecha” argentina no logra avanzar en su plan ajustador hasta el final.
En este panorama, la búsqueda de Macri y Temer por presentar un polo de derecha (que avanzó sobre el terreno abierto por el giro a la derecha de los gobiernos progresistas) para que reconfigure la relación de fuerzas regional, todavía no logra pasar de “buenas intenciones”.
Diego Sacchi
@sac_diego
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