domingo, 4 de septiembre de 2016

Córdoba: la clase obrera en emergencia



Renault anunció el cierre en octubre de un turno de trabajo afectando a 400 trabajadores, los cuales serían suspendidos; Fiat trabajará sólo siete días en el mes de setiembre y 21 de aquí a fin de año; Volkswagen sigue con las suspensiones en sus plantas MQ200. La presidenta de la cámara que agrupa a los autopartistas ha declarado que la caída de la producción se ha profundizado.

No es sólo el sector autopartista, la empresa Alladio (con más de 1.500 trabajadores) tiene a su personal suspendido un día a la semana; Tubos Weg suspendió y despidió trabajadores (hay un paro en la planta).
La directiva del Smata ha salido a mostrar abiertamente “su preocupación” e informó que el 20% de los trabajadores se han ido vía retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas. Tramposamente, el Smata no contabiliza trabajadores contratados por consultoras o de las tercerizadas. La burocracia ha reconocido que las inversiones, si se produjeran, no se pondrán en marcha hasta fines de 2017. Entretanto, havendido a los trabajadores que en la medida que cobren el 75% mientras están suspendidos, su trabajo esta defendido. Lejos de ello, tal como es sabido, las suspensiones son la antesala de los despidos, por ahora en forma “voluntaria” (retiros y jubilaciones) u oculta (no renovación de ccontratos).

Las inversiones no suman puestos de trabajo

Las inversiones previstas no suman puestos de trabajo. En el caso de Fiat fue explícitamente señalado; en Renault se prometieron 1.000 puestos para el 2018. Las inversiones plantean un mejoramiento de la productividad de los trabajadores -es decir, una mayor explotación.
Además, Renault terminó de confirmar su inversión cuando tuvo firmado el convenio con el Smata por el cual se reduce en un 15% el salario del primer año de los nuevos trabajadores, además de modificaciones en el régimen de comedor y descanso. Todo un dato sobre como las patronales ven la crisis capitalista como una oportunidad.

Impedir despidos y suspensiones

Los trabajadores metalmecánicos aparecen ausentes en la crisis, a excepción de luchas aisladas frente a los despidos en algunas fábricas de la UOM. La responsabilidad de la cabe enteramente a la burocracia, que actúa como “partícipe necesaria” de este ataque a los trabajadores.
Para Córdoba, la crisis de la industria metalmecánica es el derrumbe de la economía provincial. El gobernador Juan Schiaretti es un hombre, como él se define, de la “industria” (automotriz) y trabaja en función de esos intereses. La burocracia sindical acompaña.
La crisis impone convertir a la lucha contra los despidos y suspensiones en “cuestión de Estado” para la clase obrera. Exigir el reparto de las horas de trabajo, la apertura de los libros, aboliendo el secreto que los capitalistas imponen a sus negocios, el control obrero que, por ejemplo, verifique las inversiones anunciadas y su implementación. E, incluso, la expropiación sin indemnización de las empresas multinacionales que no se ajusten a una reorganización de la industria en función de los intereses generales.
Es necesario organizar comités en las fábricas (incluso ,en un primer momento, clandestinos si es necesario) para impulsar la asamblea de fábrica y la asamblea general de la industria. Al servicio de esta tarea colocamos nuestros esfuerzos y recursos.

PO

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