viernes, 23 de septiembre de 2016
CGT: sin fecha no hay paro
Minutos antes de que comenzara la reunión del Comité Central Confederal de la CGT, el miembro de Dragado y Balizamiento Juan Carlos Schmid, uno de los triunviros de su conducción, confirmó que los popes de la burocracia sindical resolverían un paro sin fecha para el mes de octubre.
Además, la medida estaría condicionada a la apertura de negociaciones con el gobierno. "El Ejecutivo tiene q poner un ofrecimiento para instaurar una negociación que tenga resultados concretos a los problemas que plantea la CGT", tuiteó Schmid antes de comenzar la reunión. El jueves de la próxima semana, la conducción cegetista sería recibida por el ministro Prat Gay, por lo cual el paro sin fecha podría quedar postergado indefinidamente. La intención del gobierno es que el amague no pase de eso, de un amague.
A principios de septiembre, cuando el triunvirato recibió a la CCC, el Movimiento Evita y Libres del Sur en Azopardo, uno de sus jefes les anticipó, en relación a la reunión del Confederal y la posible concreción de alguna medida, que “definición va a haber, no fecha”. Un operador central en la contención de un plan de lucha es la Iglesia, al cual tributan los “movimientos sociales”.
La tregua de la burocracia con el gobierno está llegando a límites insuperables para los trabajadores.
Pocas horas antes de que Schmid se despachara con el “no anuncio” de una medida de fuerza nacional, los trabajadores de Bimbo eran reprimidos en la entrada del Parque Industrial de Pilar, tras dos días de paro, cuando pretendían instalar un piquete para parar un centenar de despidos. Finalmente, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y la reincorporación de los despedidos mientras dure. Un aliciente en una dura lucha.
Casi simultáneamente, los choferes de la ex Ecotrans se anotaban un triunfazo con la reincorporación de 100 despedidos, en la víspera de lanzarse a la huelga por tiempo indeterminado.
Estas luchas, junto a los paros de los pilotos y la enorme movilización de los trabajadores bancarios, de los tercerizados telefónicos, ocurridas en las últimas horas, expresan grandes reservas de lucha que recorren al movimiento obrero y que la CGT pone todo su empeño en contener.
En el transcurso de los primeros ocho meses de gobierno “neoliberal”, los trabajadores cargaron con más de 200 mil despidos, un retroceso salarial superior al 10%, el tarifazo en los servicios de luz y agua y la dolarización de la factura del gas. Los docentes universitarios, los Sutebas combativos, los trabajadores del Ingenio Tabacal, del gremio de la televisión, los municipales del interior de la provincia de Buenos Aires, entre otros, fueron protagonistas de intensas luchas, aisladas por la CGT. Huelgas como la de los petroleros de San Antonio Internacional en el norte de Santa Cruz –una lucha tenaz, en un gremio que sufrió casi cinco mil despidos en los últimos meses– fueron saboteadas por la burocracia.
La CGT se borró de todo, incluidos el veto a la ley “antidespidos”, el tarifazo y la continuidad del impuesto al salario. Por su parte, la CTA, que convocó a una multitudinaria Marcha Federal, condicionó su continuidad a un acuerdo con el bloque cegetista. Hasta aquí, los resultados.
Los trabajadores necesitamos un plan de lucha por la reapertura de paritarias, el reparto de horas de trabajo sin reducción salarial, el aumento de emergencia a los jubilados y la abolición del impuesto al salario.
Jacyn
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