sábado, 10 de septiembre de 2016

Efedrina, internas y crisis política



La aparición de un contenedor con 250 kilos de pseudoefedrina en un depósito fiscal agravó las internas en el gobierno y en el aparato de seguridad que estallaron con la separación del ex titular de la Aduana, Ricardo Gómez Centurión.

El hallazgo se produjo después de las declaraciones de Gómez Centurión ante la Justicia, y salpica a los organismos de seguridad. Como contragolpe, la ministra Patricia Bullrich dijo inmediatamente que la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA) había advertido al ex funcionario de la existencia de ese cargamento en el pasado mes de abril.
"Gómez Centurión y su equipo ya sabían que estaba la efedrina ahí. Si la Aduana no lo denunció (…) es otra cosa", señaló la ministra (La Nación, 9/9). El secretario de Seguridad interior, Gerardo Milman, insinuó que el ex funcionario no quiso dar la orden de destrucción del cargamento.
Los 250 kilos descubiertos no serían un caso único. Según el ex titular de la Sedronar, Rafael Bielsa, "hay depósitos que no han sido abiertos. Pueden aparecer más sustancias" (Perfil, 9/9).
Las serias irregularidades en la Aduana comprometen a numerosos organismos del Estado.

Internas

Gómez Centurión, acusado de apañar maniobras de contrabando, atribuyó su desplazamiento a una operación conjunta del Ministerio de Seguridad y de la Agencia Federal de Inteligencia (ex Side), como represalia por una serie de denuncias.
Entre ellas, el ex funcionario señaló una estafa (confirmada por el titular de la AFIP, Alberto Abad) del orden de 14 mil millones de dólares –en el período 2012/2015- que consistía en simular importaciones para obtener dólares al tipo de cambio oficial y venderlos en el mercado negro (“dólar blue”).
Por las dimensiones del fraude, es imposible que en éste no se encuentre involucrada la gran burguesía que, de todos modos -según Abad- no tendría problemas legales porque dichos fondos ilícitos podrían ingresar al blanqueo de capitales del macrismo.
Con Gómez Centurión (bajo cuya gestión en la Agencia de Control de la Ciudad ocurrió el desastre de Iron Mountain) se alineó Elisa Carrió, quien dijo que el ex titular de la Aduana tocó también “intereses de poderosos grupos dedicados al contrabando y al tráfico de estupefacientes” (Perfil, 1/9).
Nos encontramos ante un choque de camarillas que refracta una fractura del aparato estatal.

Efedrina

Alrededor de la pseudoefedrina y la efedrina, insumo para la elaboración de drogas sintéticas, se montó un entramado mafioso de importaciones desde los países productores y reexportaciones a México que golpeó severamente al kirchnerismo.
Ahora, el gobierno macrista puede verse envuelto en las mismas redes.

G.M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario