El fiscal federal cuestiona al Poder Judicial, acaba de ampliar la citación a indagatoria para Daniel Angelici y renunció a la Universidad de Palermo por “persecución ideológica”.
En los pasillos judiciales los más contemplativos lo miran de soslayo. “No responde a nadie”, dicen. “Nadie” sería la familia judicial, los políticos y los servicios de inteligencia. Algunos se atreven a calificarlo de “outsider adaptado”.
Pero el propio fiscal Federico Delgado se desentiende: “La verdad es que no presto mucha atención a los demás, aunque no puedo escapar a la sentencia sartreana: el infierno son los otros”.
Este año el titular de la Fiscalía N°6 ante Juzgados en lo Criminal y Correccional está en el centro de la escena judicial y política por tener a su cargo varias causas importante. Entre ellas la que involucra al presidente de Boca, Daniel Angelici, por su presunto “tráfico de influencias” en el fuero judicial; la del exfuncionario kirchnerista José López y su cinematográfica aparición lanzando bolsos con casi U$S 9 millones en un convento; y la que tiene como protagonista al propio presidente Mauricio Macri luego de que se conociesen los Papeles de Panamá.
Pero no queda todo ahí, ya que recientemente renunció a las materias que daba en la Universidad de Palermo (UP) por “persecución ideológica”.
¿Qué sucesión de hechos lo llevaron a renunciar a la Universidad de Palermo?
- Habíamos propuesto una materia optativa llamada “La historia de la deuda externa y sus aspectos penales” (no recuerdo el nombre con precisión). El curso fue aprobado y anunciado. De golpe lo bajaron. Preguntamos por qué y nos dijeron que era por “razones presupuestarias”.
Informalmente los chicos que hacen la parte administrativa me informaron que era por razones ideológicas y que mi perfil ya no era bien visto por las autoridades.
A los dos o tres días una persona con un cargo importante, que luego también renunció y cuyo nombre no quiero decir para no comprometerla ya que no le pedí permiso para suministrarlo, me llamó llorando para pedirme perdón por lo que habían hecho. Me confirmó que era una cuestión de perfil ideológico y algunas cosas más. Lo concreto es que me dijo expresamente que conservaba otras materias, pero que no me querían las autoridades de la universidad y que comenzaría un hostigamiento para que me vaya.
Según Delgado, si se pudiese abrir un debate tras el hostigamiento en la UP, “escogería discutir si estos tiempos toleran esa vieja palabra que alojaba las lógicas de acción colectiva de los antiguos griegos: la parresía”. Es decir, en el fuero idóneo discutir sin tapujos todos los elementos que están en juego en cada ámbito, dejando al margen la hipocresía de las formas. Justamente, hablar sin pelos en la lengua, sin mediaciones, es algo que lo caracteriza.
¿Se puede decir que hay una ideología reinante dentro el Poder Judicial?
- Hay ideología en todos lados porque en todos lados hay visiones del mundo. La alegada ausencia de ideología es la más fuerte de las ideologías y la que logró despolitizar el espacio público. La hegemonía neoliberal está anclada en esa ideología presente, pero ausente.
¿El Poder Judicial en su estado actual es democrático?
- El sistema judicial no es democrático y para democratizarlo hay que trabajar en el plano cultural y en la educación de los empleados. Pero también hay que democratizar la sociedad, porque el sistema judicial se alimenta del entramado social del que es parte.
Delgado viene encabezando la investigación contra Daniel Angelici que se abrió tras la denuncia de la diputada de Cambiemos Elisa Carrió, quien en su presentación sostuvo que tomó “conocimiento de que un tal señor Angelici, que no sabía quién era, dado que no miro fútbol ni juego fútbol, hablaba con Oyarbide pidiéndole que se jubilara, almorzaba con jueces y fiscales vinculados a Boca, y que ‘ayudaba’, como lo dijo el propio Presidente en un reportaje en La Nación, al presidente sin cumplir función institucional alguna”.
Sintéticamente, Carrió indicó que empezó a “escuchar” sobre los vínculos de Angelici con el Consejo de la Magistratura; que era “un ser del juego” y que, tras estudiar su derrotero, concluyó que “era uno más en la larga tragedia nacional de operadores y vínculos promiscuos entre operadores políticos, la Justicia, los servicios de Inteligencia y los clubes de fútbol”.
En la investigación se reconstruye la red labrada por el mandatario boquense, que tiene como ejes a sus aliados radicales ex Franja Morada -como, por caso, Darío Richarte y Lautaro García Batallán-, Boca -como una usina político/judicial- y el Colegio de Abogados de CABA -donde es vicepresidente tras la victoria de Jorge Rizzo-.
El fiscal federal declaró durante la semana que Angelici “es una persona que altera o tuerce la voluntad de los jueces en nombre del Gobierno o de él mismo -según la denuncia- y tiene cierta capacidad para torcer la aplicación de la ley y eso es un delito y es lo que estamos investigando”. Ahora La Izquierda Diario accedió al dictamen del fiscal en el que asevera que “Angelici gestionó la renuncia de Oyarbide”.
En el escrito se explica que, tras pedir todas las comunicaciones del secretario del exjuez Claudio Hernán Blanco, “tuvo dos comunicaciones con la línea que pertenece a Fernando Miguel Pontoriero”, a lo que añade que “Pontoriero aparece relacionado con World Games, empresa de Daniel Angelici”. Ahora todo está en manos del juez Sebastián Cassanello.
Asimismo, en lo relacionado con las filtraciones del bufete panameño Mossack-Fonseca que tienen a dirigentes del oficialismo, como al propio Macri y al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, en el centro de las sospechas, Delgado señaló que la causa “está en pleno proceso de reconstrucción de los hechos. Hay un gran coeficiente de adversidad derivado de la información que tiene que venir desde el exterior. Pero estamos trabajando duro”.
Finalmente, respecto del expediente sobre el exsecretario de Obras Públicas del kirchnerismo, José López, Delgado explicó que “el tema corre por dos andariveles. El enriquecimiento ilícito está en condiciones de ir a juicio oral y su rol como secretario de Obras Públicas ahora lo investiga el juez Ercolini. Tres años luchamos por eso y lo conseguimos: que López sea investigado dentro de la trama de sentido en la que se desenvolvió”.
Julián Maradeo
Periodista
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