Una interna al rojo vivo.
La descomposición del “poskirchnerismo” está alcanzando niveles elevadísimos.
Por caso, el ex jefe del Ejército, César Milani, acusado de crímenes de lesa humanidad bajo la dictadura y enriquecimiento ilícito, dialogó con Ernesto Tenembaum por Radio por Vos y no sólo negó todas las acusaciones que pesan sobre él, sino que además sembró sospechas sobre la actuación de Horacio Verbitsky durante el gobierno militar.
“Antes de juzgarme, Verbitsky tiene que explicar muchas cosas a la sociedad: su paso en la dictadura general”. Con estas palabras Milani respondió a las preguntas de Tenembaum acerca de la posición contraria del CELS, organismo legal dirigido por el periodista de Página/12, sobre su promoción a jefe del ejército. “Él dice que yo por haber tenido 21 años debía haber sabido. Sus amigos no eran subtenientes, tenían jerarquías intermedias o altas, oficiales superiores. Y no estaban en La Rioja o en una ciudad chiquita, estaban revistando en el centro del conurbano bonaerense o en la Capital. ¿Cómo eran sus amigos nunca les cuestionó nada? Tiene que explicar muchas cosas a la sociedad”.
Milani está acusado en las causas por la desaparición del soldado Alberto Ledo, secuestrado en Tucumán mientras cumplía con la conscripción y cuyo acta de “deserción” lleva la firma del ex jefe del ejército; por el secuestro de Alfredo y Héctor Olivera en La Rioja, causa por la que fue citado a indagatoria, aunque tal instancia fue suspendida en junio debido a interposiciones de sus abogados y por el secuestro de Verónica Matta, cuyo testimonio fue conocido en una audiencia pública convocada por el diputado del Frente de Izquierda, Néstor Pitrola, junto a Graciela Ledo, hermana del soldado. Milani tiene pendiente un llamado a indagatoria en la causa por enriquecimiento ilícito, que se llevará a cabo a mediados de octubre.
El manto de sospechas que Milani arrojó sobre Verbitsky está basado en las versiones que dan cuenta de que éste habría actuado como autor de los discursos del jefe de la Fuerza Aérea bajo la dictadura, Omar Graffigna, y su relación con el comodoro Güiraldes, que le habría brindado protección en aquel tiempo a pesar de haber sido una figura prominente de Montoneros.
El ex jefe del ejército lanzó sus acusaciones contra Verbitsky (y su propia defensa) en el marco de su lanzamiento a la arena política, ya que manifestó que querría postularse para diputado como forma de “servir a la Patria” y hasta señaló que no tiene vinculación con el kirchnerismo, cuando explícitamente pronunció su apoyo al “proyecto nacional y popular” y era bancado –frente a los reclamos de renuncia y juicio y castigo– por la ex presidenta Cristina Fernández y Hebe de Bonafini. Por otra parte, vale recordar que Verbitsky fungía de asesor oficioso de la ex ministra de Defensa, Nilda Garré, en materia de implementación de la “doctrina de la seguridad democrática”, que incluía el Proyecto X y otras formas de espionaje e infiltración de las organizaciones populares.
Cuando el barco se hunde…
Tomás Bianco
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