Argentina vive una realidad marcada por recortes sociales y movilizaciones ciudadanas. Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980 y actual presidente ejecutivo del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) en ese país sudamericano reflexiona sobre esta nueva etapa que atraviesa su país.
-P: ¿Cuál es su balance general sobre estos primeros meses del gobierno del presidente Mauricio Macri?
-R: Todos sabíamos que se trataba de la llegada de un gobierno neoliberal. Sus primeras medidas fueron levantar las retenciones a las grandes empresas mineras y los grandes consorcios rurales. Implementan una política de ajuste muy duro. Ya se contabilizan más de 140 mil trabajadores en el desempleo, tanto del Estado como de la empresa privada, lo que está generando grandes dificultades sociales. El Observatorio de la Universidad Católica Argentina señala que en los primeros cuatro meses del 2016 el número de pobres aumentó en 1 millón 400 mil personas. Es muy grave por las consecuencias sociales en general y muy particularmente hacia la infancia.
-P: ¿Corresponden estas medidas a las promesas que el entonces candidato Macri anunciara durante la campaña electoral?
-R: En las campañas electorales se prometen muchas cosas y las prácticas, después, son distintas. Por ejemplo: hablaban de *pobreza cero*. Pero en realidad la pobreza ha ido en aumento en estos primeros meses. Y no se ven políticas para enfrentar este incremento. Redujeron los presupuestos en el área educativa. Lo que determina movilizaciones constantes de los educadores y en las universidades. Han cerrado, por ejemplo, las escuelas de las orquestas juveniles lo que significa que 3 mil educadores quedaron en la calle y cerca de 20 mil niños no pueden seguir estudiando. Se tratan de políticas de ajuste. Debilitan mucho lo que es la educación y la salud. Lo que produce movilizaciones diversas. Por ejemplo de los médicos, dada la realidad hospitalaria y por la falta de insumos. El Gobierno insiste en que todo esto se debe a la crisis económica heredada. Y que se va a frenar la inflación en los próximos meses lo que facilitará avanzar en políticas sociales. Prometieron buscar recursos en el exterior e impulsar grandes obras públicas para reactivar la economía.
-P: ¿Tiene la posibilidad de expresar sus preocupaciones a las autoridades?
-R: Tuve una reunión con el Ministro de Desarrollo Social y me expresó que están en una etapa de reordenamiento presupuestario y de preparación de programas para dar respuestas a la situación social. También me reuní con la Gobernadora de la Provincia de Buenos, María Eugenia Vidal y con su Ministro de Seguridad, para intercambiar sobre los problemas para regular las cárceles y las comisarías. Ellos enfatizan que solo han pasado unos pocos meses, que deben tratar de equilibrar presupuestos y gastos, que la situación económica heredada es muy difícil.
-P: ¿Qué pasa específicamente n el terreno de los derechos humanos?
-R: Están tratando de abrir un espacio de diálogo con los organismos de derechos humanos. Me vino a ver a la sede del SERPAJ el secretario de este sector. Pero los derechos humanos no se limitan ni agotan en lo que respecta a la época de la dictadura militar (1976-1983). Son también derechos humanos los relacionados a los problemas territoriales; a los ambientales, con la intensa deforestación -que ya se venía dando desde antes en el país - y que provoca situaciones muy difíciles, incluyendo inundaciones, con la repercusión directa que tienen en la realidad económica. Los organismos que trabajamos en este sector estamos reflexionando juntos sobre el camino a seguir. En nuestro caso, como siempre lo hemos hecho, ratificamos la autonomía hacia cualquier gobierno.
-P: ¿Se percibe el incremento de las tensiones sociales y políticas?
-R: Claro que se da un incremento de la polarización social. Si la situación sigue así van a aumentar los conflictos. Y también se dan reacomodos políticos. El antiguo partido de gobierno, el Frente para la Victoria, hoy en la oposición, se está dividiendo en varios bloques. Y se observa una fuerte disputa de poder al interior del peronismo. Todo esto, lo social y lo político, va a tener repercusiones electorales. Ya el año próximo se deben realizar elecciones legislativas.
P: ¿Cuál es su opinión sobre las acusaciones contra el kirchnerismo por corrupción?
-R: Hay muchos juicios abiertos. En algunos de ellos se involucran a personas que estaban antes cerca o en el poder. Es el caso del empresario Lázaro Báez, o del ex ministro de Planificación Nacional. Son procesos que se están recién iniciando. Habrá que ver cómo se desarrollan y sus resultados.
-P: ¿Cómo interpreta la detención desde enero de la dirigente social Milagro Sala en la norteña provincia de Jujuy?
-R: Es una presa política. Se la ha condenado antes de juzgar. Hay acusaciones contra ella pero no sabemos hasta ahora si son reales o no.
Sergio Ferrari, en colaboración con el periódico suizo Le Courrier
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