lunes, 23 de mayo de 2016
Día del documentalista: homenaje y lucha
Los documentalistas realizarán su homenaje a Raymundo Gleyzer a 40 años de su desaparición. La oportunidad del encuentro –como celebraría Raymundo que así sea- se convertirá en una movilización por las reivindicaciones del sector y la defensa del cine documental independiente frente al ajuste.
El 27 de mayo de 1976, la dictadura secuestraba a Raymundo Gleyzer, militante del PRT y miembro del grupo Cine de la Base que dejó una prolífica obra documental encuadrada en la corriente del cine militante de los sesenta y setenta. La constitución de este día, como día del documentalista, es una conquista de los cineastas que en los noventa y principios de este siglo recuperamos su tradición y su legado, olvidado –entre otros- por los sobrevivientes de la primera generación de cine militante de aquellos años –Cine Liberación (Solanas, Getino).
La distinción entre unos y otros se hace evidente en una obra de los últimos, la “Actualización doctrinaria para la toma del poder” de Solanas y Getino, que preparó la vuelta del Perón, quien armó la Triple A para actuar conjuntamente con la burocracia sindical contra la vanguardia del movimiento obrero.
La elección de proyectar “Los traidores” –paradójicamente, una ficción- no puede ser más acertada, pues hace justicia con la historia y las necesidades del presente. Esta obra es reconocida como el mayor alegato cinematográfico contra la burocracia sindical de su tiempo.
Los trabajadores que hoy enfrentan el ajuste y los despidos del gobierno se encuentran en su lucha con las mismas trabas que los protagonistas del film, los traidores de siempre.
Los traidores del siglo XXI
Ante el estreno de ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?, la destacada revista Haciendo Cine publicó una crítica bajo el título “Los traidores del siglo XXI”. Su redactor, nos confesó que el “halago” tenía para él un segundo sentido que no creía que cualquiera lograra captar, nos decía “los traidores de este siglo son ustedes, que denunciaron en una película financiada por el estado, a funcionarios del estado en ejercicio (!)”.
No fue magia. El incremento de la producción documental en nuestro país desde 2006 fue el producto de una lucha independiente de los documentalistas, con la que logramos que se fomente el documental independiente, con comités de evaluación de proyectos conformados por representantes electos democráticamente en el seno de las seis asociaciones que los nuclean. Así, fueron posibles muchas representaciones documentales de denuncia de distintas formas de opresión del Estado.
Esta producción (de unos sesenta documentales anuales) ha sido combatida durante años desde los medios asociados a los intereses de las majors de Hollywood, que requieren un ajuste en su cantidad para liberar aún más las salas al dominio de los tanques. No han vacilado en tildarla de “kirchnerista”, lo que resulta desmentido no sólo por los ejemplos mencionados, sino porque también el ataque sistemático se sostuvo desde Página 12, con idénticos reclamos que La Nación.
Enfrentar el ajuste
Como en todos los órdenes, el gobierno macrista prepara un ajuste al fomento cinematográfico. La jornada del 27 constituye un primer reagrupamiento de la movilización de los documentalistas por la defensa de sus conquistas, el aumento de los presupuestos y la ratificación de la independencia de los comités de evaluación que garanticen la continuidad de la libertad de expresión del documental independiente.
Invitamos a los trabajadores, a los estudiantes, a las mujeres, a todos los protagonistas de nuestras películas y a su público a reventar el Gaumont el 27.
Ojo Obrero
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