domingo, 22 de mayo de 2016

La izquierda exige paro nacional para derribar el veto



Todas las fuerzas de oposición criticaron la decisión de Macri. El kirchnerismo insistirá con el tratamiento legislativo de la ley pero no tiene los votos necesarios.

Tal como se esperaba, el conjunto de las fuerzas políticas de oposición salieron a criticar el veto de Macri a la ley antidespidos. Lo hicieron en declaraciones a los medios y también por las redes sociales.
Entre los mandatarios provinciales apareció Miguel Lifschitz, gobernador de Santa Fe, quien señaló que el veto “constituye un mensaje a los grandes grupos económicos y a las corporaciones”. Agregó además que “no creo que tenga efectos demasiados negativos ni positivos”. Lo paradójico es que, en la provincia que gobierna, el (falso) socialismo administra al servicio de las grandes patronales.
Sergio Massa, diputado nacional y líder del Frente Renovador señaló que “la facultad del veto el Presidente la tiene, pero en todo caso, tiene que escuchar la necesidad de los trabajadores, que hoy sienten miedo a perder el empleo”.

El kirchnerismo y una opción poco realista

Héctor Recalde, líder del bloque del FpV en la cámara baja, salió a anticipar que su bloque tratará de lograr los dos tercios necesarios para rechazar el veto. “No permaneceremos callados ni seremos testigos mudos” señaló. Sin embargo, resulta evidente que la oposición no tiene los números para lograr esa votación.
El pasado jueves, las abstenciones alcanzaron la cifra de 88. Si a eso se le suman los 3 votos que hubo en contra, la posibilidad de alcanzar los 172 votos requeridos para rechazar un veto presidencial se hace inalcanzable.
Pero además, el veto tiene que ser rechazado por dos tercios en ambas cámaras. En el Senado, donde la posibilidad de imponer esa relación es más probable –la norma fue aprobada por 48 votos a 16- todo parece indicar que el peronismo no estaría dispuesto a actuar a no ser que exista presión de las conducciones sindicales.
Juan Manuel Abal Medina, integrante de ese espacio, escribió en su cuenta de Twitter “El Gobierno elige marketing antes que gestión. Discute donde anunciar veto a #LeyAntidespido sin oír reclamo social”.
Por su parte, Diego Bossio (Bloque Justicialista) afirmó que se trata de “un día triste” y que “el gobierno de Macri expresa un preocupante desprecio por el Congreso de la Nación y su decisión soberana”.
Por su parte, Eduardo “Wado” de Pedro, actual diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, escribió que el veto de Mauricio Macri “es un ataque contra los trabajadores y confirma una vez más que sólo gobierna para los ricos”.
Se hace evidente que declaraciones en contra del veto sobran. Lo que faltan son los votos para garantizarlo.

La izquierda exige paro nacional a las centrales sindicales

Desde el mismo momento en que Macri anunciaba el veto, se conocieron las críticas de la izquierda. Nicolás del Caño y Myriam Bregman, ex integrantes de la fórmula presidencial del Frente de Izquierda, denunciaron la medida pero también exigieron que las centrales sindicales convoquen a una medida de lucha que permita derrotar el veto e imponer efectivamente la norma que prohíbe los despidos.
Bregman afirmó que “la pasividad de las centrales sindicales es una parte fundamental para vetar de manera casi monárquica una ley que, a pesar de todos sus límites, obliga a reinstalar a los despedidos, que también tienen la opción de optar por una doble indemnización”.
En ese marco, agregó que “para que la ley sea efectiva es necesario que las centrales sindicales rompan con esta tregua. Ya van cinco meses de aumentos, tarifazos y despidos, y solo se convocó a una marcha el 29 de abril, sin paro”.
Tal como están planteadas las cosas, ante la imposibilidad de imponer los dos tercios en ambas cámaras para derribar el veto de Macri, la opción planteada por la izquierda aparece como la única realista.

Redacción LID

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