jueves, 29 de noviembre de 2007

"Aunque sin cadenas, hoy la esclavitud continúa"



Día de la Conciencia Negra

El 20 de noviembre fue el Día de la Conciencia Negra y desde el Movimiento Afrocultural Bonga se organizó una jornada para conmemorar la fecha. El objetivo principal fue reivindicar la resistencia de millones de mujeres y hombres subyugados durante los tres siglos que duró ese régimen esclavista. El Quilombo de los Palmares se reconoce como una de las comunidades más combativas. Allí, el lider Zumbí, por su destreza y lucha incansable, se convertirá en una figura central en la lucha por la independencia. Fotos: Alexis Roitman

Por ANRed - Sur

El Movimiento Afrocultural Bonga es una organización cultural dedicada a la investigación, rescate y difusión de la cultura afro y sus diferentes aportes. En la actualidad representa un lugar clave de referencia para la comunidad afrodescendiente. "Consideramos que la cultura afro ha sido sistemáticamente negada, tanto por el Estado como por el sistema educativo y eso ha ocasionado la marginación y la invisibilización de esta comunidad contribuyendo a la pérdida de las costumbres y tradiciones", expresan los miembros del espacio.
Por ese motivo creen importante la realización de encuentros de reflexión, intercambio y difusión de los significados de la cultura afro recuperando la trascendencia histórica de la lucha de estos pueblos. El amplio galpón ubicado en la calle Herrera, en Capital Federal funciona desde el 2000 y en la actualidad se encuentra en peligro de desalojo.
Integrantes del Grupo de Capoeira Angola Liberación, que funciona en el Movimiento Afrocultural, sintetizaban el sentido que adquiere la convocatoria para conmemorar el Día de la Conciencia Negra: "Aunque sin cadenas, hoy la esclavitud continúa. Posee una forma más sutil. Por eso tomamos esta bandera para seguir peleando por la libertad. Creemos que la lucha debe seguir porque creemos que la abolición de la esclavitud es mentira, nunca de abolió la esclavitud, simplemente fue un cambio de estrategia. Hay toda una serie de armamentos que utiliza este sistema para esclavizarnos".
Los tambores a lo lejos sonaban, se iban preparando, calentando los parches y los cuerpos se movían acompañando el ritmo como una acción inevitable. En un rincón estaba el puesto de instrumentos autóctonos. Las y los que allí se detenían intentaban improvisar alguna forma para extraer su sonido característico. El inmenso galpón afrocultural se empezaba a teñir con los sentidos propios de los fundamentos que día a día lo construye.
La jornada comenzó puntual. Los distintos números programados para ese día no se hicieron esperar: danzas afro, candombe, capoeira, todas formas de expresión corporal y musical con un trascendental arraigo histórico y un significado inherente a sus raíces.
Uno de los modos de resistencia de los esclavos al régimen de sometimiento se expresaba a través del cuerpo, en los movimientos, en el gesto. "No hay nada porque sí en el baile, en los modos en que los cuerpos se desplazan, todo dice algo, y todo está sujeto a la raíz", comentaba Laura Rabinovich, profesora de danza afro quien presentó tres coreografías diferentes, todas con un fuerte discurso simbólico detrás. "El primer baile exponía la confluencia de dos energías, una arraigada a la tierra que expresaba dolencia y la otra que manifestaba fulgor, viento. La idea es reflejar en esa danza el modo en el que conviven esas dos energías", desarrolló Laura y agregó: "estas dos energías representan dos orishas distintos pero que mitológicamente son amigos y se ayudan uno al otro. Por un lado, la vitalidad y por el otro, lo sosegado, lo enfermo que conviven en uno todo el tiempo".
Otra de las coreografías estuvo pensada en torno a la situación de posible desalojo que vive hoy en día el Movimiento Afrocultural. Ese baile, con movimientos corporales quebrados, representaban la lucha, la defensa de un territorio, la necesidad de salir a pelar.
Luego se mostraron otros dos orishas, uno de ellos también asociado al ritual de la acción guerrera que abre el pasaje al mundo terrenal y el otro que expresaba el trabajo en la tierra: "Los gestos que se desprenden en la danza constituyen el lenguaje más primitivo, el lenguaje con el que se expresaba la humanidad era a través de los gestos e imitando la naturaleza. Todo lo que se hace a través del cuerpo tiene un contenido, un fundamento".
La coreografía que se preparó tuvo como objetivo principal conmemorar a Zumbi de los Palmares: "En esa danza se presenta Ogun, que es el orisha de la guerra y el otro fue la llegada del médico brujo que viene a sanar, a sembrar, a cosechar lo nuevo"

Día de la Conciencia Negra, su historia

La celebración del día de la conciencia negra tiene su historia. Su simbología es inherente a la lucha por la liberación que emprendieron los trabajadores americanos esclavizados.
Durante más de tres siglos de existencia, el salvajismo del régimen esclavista despertó resistencia. La lucha por la libertad adquirió diversas formas: las rebeliones esclavas, de millones de mujeres y hombres subyugados, comenzaron a desarrollarse a través de la constitución de los quilombos, comunidades productivas y autogestionadas organizados por los esclavos e indios que lograban fugarse de de las plantaciones e incluso hombres blancos que sufriesen algún tipo de opresión o persecución por parte del regimen colonial Una de ellas se denominó el Quilombo de los Palmares. Tal vez el más paradigmático por el nivel de tenacidad con el que defendían su inquebrantable pelea por la libertad definitiva.
Es a partir de 1624, en el marco de las invasiones holandesas a Bahía y del inicio de la llamada Compañía de las Indias Occidentales que se genera el crecimiento del Quilombo de los Palmares, más precisamente en la segunda tentativa de invasión, en 1630, cuando los holandeses terminan apoderándose de la Capitanía de Pernambuco.
Las expediciones represivas a los Palmares que realizaban tanto el gobierno holandes en Brasil como la Corona portuguesa, obtenían grandes fracasos debido a la fortaleza de los quilombolas.
Sin embargo, una de esas campañas tuvo éxito y ocurrió en 1677. Allí se consiguió invadir la población de Amaro hiriendo al jefe Ganga Zumba matando a importantes líderes quilombolas.
A pesar de que los hombres que comandaron esa represión querían la destrucción de las comunidades, la rebelión, lejos de ser aniquilada, retomó sus fuerzas y la resistencia se extendió 18 años más.
Zumbi se transformará en el líder máximo político y militar del Quilombo de los Palmares. La destreza que lo caracterizaba se demostró en el tipo de organización que adquirió la comunidad y el refuerzo de la fortificación, hizo que fuera casi infranqueable. De este modo, impidió la colonización planteada por los latifundistas. El valor de Zumbi se expresó en la reivindicación inquebrantable de los origenes de la raza y en el rechazo a un tipo de modus vivendi en el marco del régimen esclavista. De este modo, todo intento por parte de los colonizadores en negociar con con ellos estaba destinado al fracaso.
Tiempo después la corona portuguesa inicia un nuevo ataque, fortaleciendo su defensa con el objetivo de destruir por completo la rebeldía negra. Los quilombolas, nuevamente resistieron la represión ferozmente desatada. En la empalizada que dio en llamarse Cerca Real de Macaco, en el fuerte Nossa Sehora das Brotas, estaban los 11 mil guerreros preparados para combatir junto con Zumbi.
Y así fue como hasta el final, reducidos, diezmados, combatieron en el campo de batalla.

Información extraída de:

Palmares: una comuna negra del Brasil esclavista. Martin Maestri. Historia, Razón y Revolución, nro 2.

Movimiento Afrocultural: Herrera 313. Capital Federal.

Grupo Liberación: grupoliberacion@hotmail.com

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