jueves, 22 de noviembre de 2007
IRAQ: LA RESISTENCIA PATRIOTICA SE FORTALECE.
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(...) La propia Resistencia patriótica combate a la red terrorista Al-Qaeda, y se deslinda de sus acciones indiscriminadas, que han sembrado de muertos y dolor el suelo iraquí, haciéndole el juego a la invasión. ...Los elementos unificadores del pueblo no han podido destruirlos ni los invasores, ni los fundamentalistas, ni los colaboracionistas. Las luchas del pueblo iraquí se manifiestan en la diversidad de la resistencia. La clase obrera iraquí ha realizado huelgas en el sector petrolero, las mujeres luchan por mantener sus logros -los mas avanzados en el mundo árabe-, y los pobladores se agrupan en los diversos núcleos de apoyo a la resistencia que desborda las tropas agresoras. ...La Resistencia patriótica iraquí, el mes pasado realizó un congreso de unidad, con la participación de 22 grupos en una zona liberada de Bagdad. ...
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IRAQ: LA RESISTENCIA PATRIOTICA SE FORTALECE
La guerra de conquista contra Iraq continúa, inundando de sangre y dolor los campos y ciudades de este milenario país. Son casi un millón de seres humanos, ¡¡un millón de iraquíes!!, las victimas mortales de esta acción de rapiña imperialista.
Los Estados Unidos y la coalición de Estados lacayos que desataron la agresión y la barbarie contra Iraq y su gente, han violado toda la juridicidad internacional, cometiendo crímenes contra la humanidad: genocidio, torturas masivas, bombardeos sobre la población civil.
Han destruido un país, matriz de civilizaciones, fuente de la cultura universal.
Las falacias esgrimidas por el Gobierno yanqui para cometer esta fechoría, han caído una a una. La razón desnuda es el robo del petróleo iraquí, el aseguramiento de los recursos energéticos para el funcionamiento de su maquina imperial. Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos entre 1987 y el 2006, quien acaba de jubilarse, en su último libro “La era de la turbulencia”, con conocimiento de causa, lo confirmó taxativamente.
Las tropas invasoras de Estados Unidos han hecho uso indiscriminado de la fuerza con armas especialmente destructoras, atacando barrios enteros, poblados que ellos determinan como rebeldes. Han desplazado a más de cuatro millones de personas, dos millones de ellas han salido del país. La pobreza, el hambre, la insalubridad, las enfermedades y la mortalidad infantil crecen en todo Iraq.
El desprecio por los pueblos con cultura milenaria, como el iraquí, se demuestra en el saqueo y destrucción de sus museos y su patrimonio, en el bombardeo de sus universidades y el asesinato sistemático, en unión con los asesinos de la Mossad israelí, de los científicos y académicos, intentando quebrar el desarrollo y la historia de los iraquíes.
La desinstitucionalización de Iraq, de sus tradiciones históricas gubernamentales, jurídicas y sociales, la destrucción de su condición laica y la imposición de la guerra entre las etnias y la guerra sectaria, hacen parte de la política de los invasores para someter al pueblo iraquí, crear el caos y transmitirle al mundo una imagen de barbarie que proviene en apariencia de los mismos pobladores.
La propia Resistencia patriótica combate a la red terrorista Al-Qaeda, y se deslinda de sus acciones indiscriminadas, que han sembrado de muertos y dolor el suelo iraquí, haciéndole el juego a la invasión.
La presencia de las hordas yanquis impide la construcción de un gobierno en medio de la ocupación. La creación de un gobierno colaboracionista, de corte feudal, no representa al conjunto de la nación, no tiene credibilidad ni legitimidad en la mayoría del pueblo. Su condición cipaya lo convierte en objetivo de la Resistencia.
Los elementos unificadores del pueblo no han podido destruirlos ni los invasores, ni los fundamentalistas, ni los colaboracionistas. Las luchas del pueblo iraquí se manifiestan en la diversidad de la resistencia. La clase obrera iraquí ha realizado huelgas en el sector petrolero, las mujeres luchan por mantener sus logros -los mas avanzados en el mundo árabe-, y los pobladores se agrupan en los diversos núcleos de apoyo a la resistencia que desborda las tropas agresoras.
La Resistencia patriótica iraquí, el mes pasado realizó un congreso de unidad, con la participación de 22 grupos en una zona liberada de Bagdad. Retomamos de la versión del comunicado:
“(..) Unir a todos los grupos con el objetivo esencial de lograr la liberación total de Iraq, por mucho tiempo que pueda llevar. El Congreso decidió también que todos los grupos pertenecientes al Frente Unificado de la Resistencia estarían abiertos a otros grupos o combatientes que desearan unirse a ellos.
Se creó un Mando Supremo de la Yihad y de la Lucha por la Liberación e Izzat Ibrahim al-Duri, secretario general del Partido Baas y Presidente de Iraq, fue elegido Comandante Supremo del Frente.
El Mando Supremo celebró entonces su propia reunión durante la cual se creó un Estado Mayor. (…) Se eligió un Cuerpo Consultivo Religioso; una Junta de Seguridad Nacional. Se creó también una Junta para Asuntos Financieros y Administrativos y se estableció un Departamento de Movilización e Información. El Dr. Kan’an Amin fue elegido portavoz oficial para la Yihad y el Mando por la Liberación.
El Mando Supremo declaró que la Yihad y el Mando por la Liberación se sustentan sobre unos “principio sagrados” que no podrán ser violados y que ningún partido está autorizado a entrar en negociaciones con el enemigo estadounidense si no es a partir de esos principios.
Las condiciones previas para las negociaciones con las fuerzas ocupantes aparecen claramente explicadas en los siguientes términos:
• Reconocer oficialmente a la Resistencia patriótica, con todas las organizaciones patrióticas, nacionalistas árabes y de la resistencia islamista, como la única fuerza representativa legítima de Iraq y de su gran pueblo.
• Anunciar oficialmente una retirada incondicional de Iraq, ya sea inmediata o en una serie de rápidas etapas.
• Parar todos los asaltos, persecuciones, asesinatos, destrucción, sabotajes, saqueos y expulsiones y retirar las tropas de ocupación de todos los centros de población.
• Liberar, sin excepción, a todos los prisioneros y detenidos y compensarles por los daños sufridos.
• Restaurar el ejército iraquí y las fuerzas de seguridad nacional, manteniendo las normas y tradiciones que estaban en vigor antes de la invasión estadounidense. Todos ellos deberán ser asimismo compensados por las pérdidas sufridas.
• Comprometerse a compensar a Iraq por las pérdidas y daños causados al país por la ocupación.
• Anular todas las leyes, decretos y cualquier tipo de legislación emitidos durante la ocupación.
• Si el enemigo quiere retirarse de forma que salve su dignidad, deberá sentarse y hablar directamente con la Resistencia para discutir la implementación de los sagrados principios anteriores. De otra forma, la única alternativa es el colapso y la huida.
• Después de la preparación de un programa para el cumplimiento de esos principios, tendrán lugar reuniones y un diálogo entre el pueblo de Iraq, a través del gobierno interino, y los Estados agresores para volver a formular relaciones oficiales entre ellos sobre la base de la igualdad y la no interferencia en los asuntos internos del otro, del respeto por la independencia, soberanía y autodeterminación.
• Una vez que dé comienzo la retirada del enemigo de la patria, las fuerzas de la Resistencia se reunirán para la formación de un Consejo Nacional (shura) que supervise la fase transitoria y nombre un Gobierno de transición para un período de tiempo acordado, a fin de preparar elecciones a la Asamblea Legislativa y que el pueblo pueda elegir libremente a sus propios dirigentes.”
La Resistencia patriótica, con su Mando Supremo, tiene ahora las condiciones para negociar el retiro de los bárbaros. Ya los ingleses se van de Basora.
La salida de los invasores es condición sine qua non para darle continuidad al proyecto nacional iraquí. Es en un entorno árabe, con ideología nacionalista, en medio del respeto a la condición religiosa y étnica de sus ciudadanos y en paz, como se entiende su futuro.
El pueblo iraquí tiene derecho a su autodeterminación, a la independencia, a la unidad y a la soberanía nacional. Es legítimo su derecho a la resistencia.
Vietnam marcó el camino. En Iraq y en cualquiera de los “oscuros parajes” de los que habló el Emperador George W. Bush, la Resistencia de los pueblos más tarde que temprano vencerá.
El combate a muerte contra los invasores es un deber. No hay otro camino.
Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN)
elndecolombia@yahoo.fr
www.eln-voces.com
www.patrialibre.org
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