lunes, 10 de septiembre de 2007
Pese a los índices K, la desnutrición hace estragos en Quilmes
A pocos minutos de la Casa Rosada, al sur de la provincia de Buenos Aires, en Quilmes, los vecinos han presentado recursos de amparo ante la justicia para que se alimente a barrios enteros que padecen la desnutrición, que carcome a familias enteras y que por su causa ya han muerto varias personas y otras tantas están con los mismos síntomas, sin que por el momento se dé una solución desde el Estado.
El 23 de julio pasado, en el Barrio Matadero, Abel Benítez, de tan solo 16 años, murió a causa de un cuadro agravado de desnutrición y además padecía tuberculosis. Pero si eso golpea, aún más duro es saber que dos semanas antes su hermano Jonathan, de 20, moría por las mismas causas, y que en sus tres hermanitos menores -de 8, 11 y 13 años- se pueden observar los síntomas de la enfermedad.
Según la Federación de Entidades de Fomento de Quilmes, se han detectado más de 350 casos de desnutrición en diferentes barrios del municipio y por ello han tenido que presentar aproximadamente 340 recursos de amparo. Uno de ellos llegó a la Corte Suprema de la Nación, la que falló a favor el 11 de julio de este año y ordenó al municipio de Quilmes, a cargo de Villordo, y al gobierno bonaerense de Felipe Solá, garantizar la alimentación de 5 hermanos.
De acuerdo al último estudio elaborado en 2006 por el Ministerio de Salud, la desnutrición es del 1,1 por ciento. El diagnostico fue realizado en Moreno, Luján, Avellaneda, Berisso y Junín y se trabajó con 1300 niños de entre 6 y 24 meses. Sin embargo, esos datos contrastan drásticamente con la realidad que se vive en Quilmes y otras localidades de la provincia de bonaerense.
Prensa De Frente entrevistó a Ofelia Rosales, quien es trabajadora social de Aguante La Manga, organización que forma parte de la Federación de Entidades de Fomento, y confirmó lo que está sucediendo en Quilmes: "Es lamentable lo que está ocurriendo aquí. La gente se muere de hambre pero además hay sarna y tuberculosis. Es inaceptable que tengamos que presentar recursos de amparo para que la gente pueda alimentarse. Ayudamos a la gente con lo que otros vecinos donan y también con la colaboración del Movimiento Santucho, que nos da una gran mano; pero la realidad es muy difícil".
En la provincia, cerca de 650 mil niños y niñas almuerzan en comedores, pero el gobierno bonaerense solo aporta un peso (sí, un solo peso) por cada almuerzo y con la inflación en constante crecimiento es simple darse cuenta que una alimentación correcta se hace mas que difícil.
Además de la difícil situación provocada por el incumplimiento del Estado de sus obligaciones para con los ciudadanos, las asociaciones como Aguante La Manga sufren la persecución en el municipio de Villordo: "Nos han hackeado los mails y la página e incluso han clausurado nuestra radio, que funcionaba desde 1994 y desde la cual lográbamos dar a conocer la situación del municipio y pedíamos donaciones a la gente. Se ve que molestamos a algunos y por eso nos han confiscado los equipos y ya no podemos transmitir y ayudar tanto como antes".
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