25 de setiembre del 2007
MENSAJE DE LA 36
“El amigo y ejemplo de los progresistas uruguayos llamó de dictador cruel a Fidel Castro”
La Asamblea General de las Naciones Unidas dio comienzo con un sorprendente y provocador discurso de George W. Bush en el que, desviando las expectativas de muchos, evitó condenar y atacar los programas nucleares de Irán, y en contrapartida, tuvo por fin atacar el gobierno de Cuba.
El que sí se refirió a Irán fue el presidente francés, quien declaró que dejar que el país asiático obtenga un arma nuclear sería “correr un riesgo inaceptable para la estabilidad de la región y del mundo”.
“Irán tiene derecho a la energía nuclear”, declaró Sarkozy ante el auditorio de la ONU. “Pero dejar que se dote de armas nucleares, nos haría correr un riesgo inaceptable”.
Sarkozy estimó que “no habrá paz en el mundo si la comunidad internacional da muestras de debilidad frente a la proliferación de armas nucleares”.
“En nombre de Francia declaro que sólo podremos solucionar esta crisis con una combinación de acción decidida y diálogo”, dijo, ante la mirada del presidente iraní.
Conocido por su admiración hacia Estados Unidos y su cultura, Sarkozy subrayó que Francia permanecerá fiel junto a sus aliados, en una velada referencia al desacuerdo entre Washington y París sobre la guerra de Irak.
Previo al discurso de Bush, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, inauguró formalmente el debate afirmando que “el mundo cambiante necesita una ONU más fuerte” porque “el multilateralismo está de regreso”.
“Buscaré hasta debajo de las piedras la manera de poner fin a la crisis de Darfur”, prosiguió Ban, quien también aseguró que otras crisis actuales, como la de Irak, son ahora “el problema del mundo”.
Representantes de 192 países participan a partir del martes de la Asamblea General de la ONU, que llega con el cambio climático como tema oficial pero superado por la tensión con Irán, las guerras en Irak y Afganistán y el conflicto en Medio Oriente.
La reunión de este año estuvo precedida por una cumbre sin precedentes sobre cambio climático en la que se discutió un mecanismo para renovar el protocolo de Kyoto sobre emisiones contaminantes, cuyo vencimiento está previsto para 2012.
A la reunión no asistió Bush, debido a que su país, pese a que es el mayor emisor de gases que afectan la atmósfera, no firmó el protocolo sobre el cual se centraron las discusiones.
El presidente venezolano Hugo Chávez descartó su asistencia a la 62a. Asamblea General de las Naciones Unidas alegando complicaciones de agenda, y dijo que lamentaba no acudir a la reunión porque servía para “desenmascarar” a Estados Unidos.
Chávez declaró que no podría viajar a Nueva York para intervenir el 26 de septiembre en la Asamblea General de la ONU debido a “complicaciones de agenda y a varias actividades a realizar en Venezuela”, según reseña de la Agencia Bolivariana de Noticias.
El mandatario señaló que en representación del gobierno venezolano acudiría a la cita el canciller Nicolás Maduro. Chávez hizo la salvedad que lamentaba no acudir a ese foro porque sirve para “desenmascarar” en la “propia cueva del imperio” al gobierno estadounidense por su “actitud hostil”.
Asimismo, el gobernante expresó su solidaridad con su homólogo iraní, Mahmoud Ahmadinejad, quien recibió una serie de recriminaciones de parte del rector de la Universidad de Columbia, Lee Bollinger.
“Lo felicité a Ahmadinejad en nombre del pueblo venezolano ante una nueva agresión del imperio estadounidense”, comentó Chávez al referirse al incidente, y aseguró que el mandatario iraní fue víctima de “una emboscada”.
La delegación cubana abandonó el plenario de la Asamblea General de la ONU el martes luego que el presidente estadounidense George W. Bush dijo que Cuba está siendo gobernada por un “dictador cruel”.
“En Cuba, el prolongado régimen de un dictador cruel se acerca a su fin. El pueblo cubano está listo para su libertad. Y mientras esa nación entra en un período de transición, la ONU debe insistir en la libertad de expresión, la libertad de asociación y finalmente, elecciones libres y competitivas”, declaró Bush en su discurso ante la 62da. Asamblea General de la ONU.
Fue en ese momento que la delegación cubana, encabezada por el canciller Felipe Pérez Roque, abandonó el plenario.
La delegación cubana emitió poco después un comunicado afirmando que había abandonado el lugar “en una expresión de rechazo profundo a la declaración mediocre y arrogante emitida por el presidente Bush”.
La misión cubana acusó a Bush de ser “responsable de la muerte de más de 600.000 civiles en Irak; autorizó la tortura de prisioneros en la Base Naval de Guantánamo y el secuestro de personas, así como vuelos clandestinos y cárceles secretas. Es un criminal y no tiene autoridad moral ni credibilidad para emitir juicio sobre ningún otro país”.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo este martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas que el régimen de “un dictador cruel llega a su fin” en Cuba, y pidió a la organización ayuda para impulsar una transición hacia la democracia en la Isla.
“El pueblo cubano está listo para la libertad y su nación entra en un período de transición. La ONU debe insistir en la libertad de expresión, la libertad de reunión y en última instancia, elecciones libres y competitivas” en Cuba, dijo Bush ante el pleno de la Asamblea General de la ONU.
La delegación cubana abandonó la sala de debates al escuchar las alusiones a la falta de libertades en la Isla.
Los representantes cubanos dijeron en una declaración que la retirada fue una “señal de profundo rechazo al discurso arrogante y mediocre del presidente Bush”.
“Bush es un criminal y no tiene autoridad moral, ni credibilidad para juzgar a ningún otro país”, afirmó la delegación, que está encabezada por el canciller cubano, Felipe Pérez Roque.
El presidente estadounidense “es responsable del asesinato de más de 600.000 civiles en Irak, autorizó la tortura de prisioneros en la base naval de Guantánamo y el secuestro de personas, vuelos clandestinos y cárceles secretas”, agregaron los representantes cubanos.
Bush dedicó su discurso a hablar de la importancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada hace seis décadas, que según él sigue siendo violada en muchos puntos del planeta.
Mencionó de pasada los casos de Irán y Zimbabue, entre otros países, y se detuvo en los casos de Cuba y de Birmania, país al que Washington aplicará nuevas sanciones.
Bush manifestó refiriéndose a Cuba “Que a medida que esa nación entra en un período de transición, Naciones Unidas debe insistir en la libertad de expresión, libertad de reunión y en última instancia elecciones libres y competitivas".
El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, salió en defensa de Cuba, diciendo que Fidel Castro ha mostrado su solidaridad con otros países pese al “bloqueo”, producto de las sanciones económicas de Estados Unidos, y dijo que en su discurso Bush había faltado el respeto a Cuba.
En tanto, el canciller Pérez Roque intervendrá el miércoles ante la Asamblea General del organismo.
Ortega viajó a Nueva York para participar en la 62 Asamblea General de las Naciones Unidas que inició ayer. El ministro Relaciones Exteriores de ese país, Samuel Santos, había dicho que el presidente Ortega centraría su discurso en la emergencia que enfrenta la Región Autónoma del Atlántico Norte, declarada en estado de desastre tras el paso del huracán “Félix”. Sin embargo, esto no ocurrió.
El mandatario nicaragüense condenó el “bloqueo brutal” contra Cuba impuesto por los Estados Unidos y se limitó a recordar a las víctimas de los más recientes fenómenos naturales, que según dijo han sido provocados por la agresión a “la madre tierra, destruida por esa avaricia del capitalismo imperial”.
De las víctimas y efectos del huracán Félix en Nicaragua, únicamente mencionó un documento que por encargo de los pueblos indígenas de la Costa Caribe, dijo haría circular en el plenario de las Naciones Unidas.
Ortega dijo no haber encontrado “ninguna diferencia entre lo que era el pensamiento, la palabra, la acción de quienes entonces estaban al frente de esta potencia imperial, con el discurso, del presidente estadounidense George W. Bush, que he escuchado esta mañana”.
“Cambian los presidentes en los Estados Unidos. Y pueden llegar con la mejor buena intención y pueden pensar que le están haciendo un bien a la humanidad porque no logran percatarse que no son más que instrumentos de un imperio más, de los tantos imperios que se han impuesto sobre nuestro planeta”, agregó.
“Olvidan que la vida de los imperios es efímera en relación con el tiempo. Que así como surgen, así como se llenan de soberbia y de prepotencia, así como se plantan a dictar como dioses quién es bueno, quién es malo, así como se ponen a dictar cómo entregar lo que ellos llaman asistencia, que no son más que las deudas históricas que ellos tienen con los pueblos… sencillamente lo que están haciendo es respondiendo a las políticas del imperio y por eso no es de extrañarnos que nos encontremos no sólo con el mismo discurso sino con las mismas circunstancias de opresión, de violencia y terror que sufre la humanidad, hoy más amenazada que hace 18 años cuando tuve la oportunidad de hablar aquí”, añadió Ortega.
Según el mandatario, el mundo está dominado por una “minoría de dictadores”, que dijo “no son nuevos” e “imponen sus intereses”.
“No son nuevos, fueron los que esclavizaron a los pueblos africanos, fueron los que esclavizaron y sometieron a nuestros antepasados indígenas, fueron los que exterminaron a los pueblos originarios de los Estados Unidos y vinieron entonces los inmigrantes de Europa muy tranquilamente a arrasar con estos pueblos y a instalarse como dueños de los que no les pertenecía”, agregó.
Aseguró “le robaron a estos pueblos sus derechos, su cultura; y se impuso la cultura y se impusieron los intereses de los colonizadores y ahí nació lo que hoy se presenta como la democracia más ejemplar en el mundo, cuando realmente es la tiranía, la dictadura más gigantesca y más impresionante que ha existido a lo largo de la historia de la humanidad... la tiranía del imperio norteamericano”, expresó Ortega.
La presencia de Ahmadineyad en las Naciones Unidas y en la Universidad de Columbia, donde, acompañado de un grupo de judíos antisionistas, pidió “investigar más” el Holocausto y criticó a Israel calificándolo de régimen “racista” de “ocupación”, provocó una reacción virulenta en los sectores del sionismo estadounidense y una ácida polémica en la dirigencia del Imperio.
Los medios y las cadenas norteamericanas destacaron la “furiosa reacción” no solamente de la comunidad judía sino de los principales estamentos de la dirigencia norteamericana frente a lo que consideraron una invasión “provocativa” del presidente iraní en su propio territorio.
“El demonio ha llegado” fue el titular de portada del diario Daily News de Nueva York.
El mensaje del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, que desató la furia sionista en Nueva York, tuvo como claves principales a Israel, el Holocausto, el 11 de Setiembre y la homosexualidad en EEUU.
En plena escalda del conflicto con Estados Unidos, y con versiones crecientes de guerra en Medio Oriente, Ahmadineyad acusó el lunes a Israel de “ocupación” y “racismo” en el inicio de una visita a Nueva York para la Asamblea General de la ONU que desató críticas y manifestaciones de protestas e indignación de la comunidad judía y los medios estadounidenses.
Durante su estadía en Nueva York para participar en la 62 Asamblea General de la ONU, Ahmadineyad intervino en la Universidad de Columbia, tras una invitación que despertó fuertes críticas tanto de organizaciones judías como de la prensa sionista, que lo calificó de “demonio”, “loco”, “terrorista número 1” y “Hitler iraní”.
Luego de reunirse con líderes de un grupo judío antisionista el líder iraní afirmó en conferencia de prensa respecto de Israel y su invasión al Líbano que “No reconocemos a ese régimen porque está basado en la ocupación y el racismo. Constantemente ataca a sus vecinos”.
“Mata a personas. Saca a las personas de sus casas”, dijo Ahmadineyad rodeado de judíos antisionistas que adhieren a Irán.
También criticó con dureza a Estados Unidos diciendo: “Nos oponemos al modo en que el Gobierno trata de gestionar el mundo. Creemos que este método está mal. Lleva a la guerra, la discriminación y el derramamiento de sangre”.
Ahmadineyad recibió una ácida bienvenida en la Universidad de Columbia, donde la seguridad era rigurosa en el salón donde se dirigió a unas 700 personas, 80 por ciento de ellas estudiantes, de los cuales decenas usaban camisetas con el mensaje: “Detengan el mal de Ahmadineyad”.
Su intervención en la casa de estudios estuvo precedida por la del rector de ese establecimiento, Lee Bollinger, quien leyó una dura declaración en la que acusó al presidente iraní de comportarse como un “mezquino y cruel dictador” y calificó de “ridícula y absurda” su actitud hacia el holocausto, del que Ahmadineyad ha dicho que es “un mito”.
Tras lamentar los “insultos” recibidos, Ahmadineyad aseguró que su país “está preparado para negociar y tener una relación amistosa con todos los países”, incluido Estados Unidos, con el que no tiene relaciones diplomáticas desde 1979.
El mandatario iraní, que recibió por igual aplausos y abucheos, se refirió en varias ocasiones al Holocausto, de cuya existencia aseguró no dudar, pero sí pidió que se investigue más y “desde distintas perspectivas”.
“Hay investigadores que quieren acercarse al asunto desde perspectivas diferentes. ¿Por qué se les mete en prisión? ¿Por qué no se abre a todas las formas de investigación?”, se preguntó.
El presidente iraní, que el año pasado reprendió a Estados Unidos en su discurso ante la Asamblea General, minimizó la posibilidad de un conflicto armado con Occidente por su programa nuclear, que según Estados Unidos está usando para tratar de construir armas nucleares.
“Creemos que hablar de guerra es una herramienta de propaganda. La gente que habla tiene que aportar una razón legal para la guerra”, señaló.
La visita de Ahmadineyad y su discurso en la Universidad de Columbia provocó la reacción de sectores sionsitas de la prensa estadounidense. “El demonio ha llegado”, fue el titular de portada del diario Daily News de Nueva York.
El periódico informó de la “indignación” que produjo entre los estadounidenses la presencia de un dirigente que niega el Holocausto y que está acusado por Washington de “apoyar el terrorismo”, y que no debería tener voz en una de las universidades más de derecha y “pitucas” de Estados Unidos.
Sobre el respeto de los derechos humanos en su país, el mandatario iraní aseguró que las mujeres, “las mejores criaturas creadas por Dios”, son “las más libres del mundo”, participan en todos los niveles de la sociedad y tienen muchas responsabilidades.
Además, aseguró que su país goza de una de las mayores participaciones por parte de la sociedad y puso como ejemplo que “en las elecciones participa el 80 y el 90 por ciento de la población” y, respecto a la existencia de ejecuciones, apuntó que Estados Unidos “también tiene pena de muerte” y también “mata a las personas que quebrantan ciertas leyes”.
Preguntado por “los motivos por los que ayuda al terrorismo”, argumentó que su país ha sido víctima del terrorismo y abogó por “investigar las verdaderas raíces” de sus causas.
En concreto, se refirió al ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y se preguntó retóricamente: “¿Por qué ocurrió? ¿Qué lo causó? ¿Qué condiciones llevaron a ello? ¿Quién estuvo realmente involucrado?”.
El presidente iraní mostró su sorpresa por las críticas despertadas por su intención de visitar la “zona cero” de Nueva York e insistió en que sólo pretendía que fuera “una muestra de respeto, no un insulto hacia nadie, tal como han dicho”.
Durante su intervención, también se refirió a su programa nuclear, para reiterar que “ya se ha demostrado que tiene fines pacíficos” y que su país “tiene derecho” a desarrollar energía nuclear y a “ser independientes”, porque, además de estar reconocido para todos los miembros del Organismo Internacional de la Energía Atómica OIEA, “la ciencia es un regalo divino concedido a todos”.
“Todos sabemos que se trata de un asunto político”, sentenció Ahmadineyad, quien apuntó que más de 300.000 iraníes han sido víctimas de armas nucleares iraquíes, un régimen que en su día contaba “con el apoyo de Estados Unidos”.
En su opinión, “algunas grandes potencias quieren monopolizar la ciencia y no quieren ver el progreso de otras sociedades y naciones”.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, apuntó el lunes en declaraciones a la cadena de televisión CNBC que esa visita habría sido una “farsa”, ya que se trata del presidente de un país que “es probablemente el mayor patrocinador del terrorismo”.
Se han convocado varias manifestaciones, con eslóganes como “Ni un terrorista más en la ciudad” o “Fuera el terrorista número 1”.
El Presidente Evo Morales envió una Carta a los representantes miembros de la Naciones Unidas sobre el medio ambiente.
Respetemos a nuestra Madre Tierra: “El mundo tiene fiebre por el cambio climático”
Hermanas y hermanos Presidentes y Jefes de Estado de las Naciones Unidas: “El mundo tiene fiebre por el cambio climático y la enfermedad se llama modelo de desarrollo capitalista”.
Mientras en 10.000 años la variación de dióxido de carbono CO2 en el planeta fue de aproximadamente un 10 por ciento, en los últimos 200 años de desarrollo industrial, el incremento en las emisiones de carbono ha sido de un 30 por ciento. Desde 1860, Europa y Norteamérica han contribuido con el 70 por ciento de las emisiones de CO2.
El 2005 ha sido el año más caluroso de los últimos mil años en el planeta.
Diferentes investigaciones demuestran que de 40.170 especies vivas estudiadas, 16.119 están en peligro de extinción. Un pájaro de cada ocho puede desaparecer para siempre. Un mamífero de cada cuatro está amenazado. Un anfibio de cada tres puede dejar de existir. Ocho crustáceos de cada diez y tres insectos de cada cuatro están en riesgo de extinguirse.
Vivimos la sexta crisis de extinción de especies vivas en la historia del planeta Tierra y, en esta ocasión, la tasa de extinción es 100 veces más acelerada que en los tiempos geológicos.
Ante este futuro sombrío, los intereses transnacionales proponen seguir como antes y pintar la máquina de verde, es decir, seguir con el crecimiento y el consumismo irracional y desigual generando más y más ganancias sin darse cuenta de que actualmente estamos consumiendo en un año lo que el planeta produce en un año y tres meses. Ante esta realidad, la solución no puede ser el maquillaje ambiental.
Para mitigar los impactos del cambio climático leo en informes del Banco Mundial que hay que acabar con los subsidios a los hidrocarburos, ponerle precio al agua y promover la inversión privada en los sectores de energía limpia. Nuevamente quieren aplicar las recetas de mercado y privatización para hacer negocios con la propia enfermedad que estas políticas producen. Lo mismo sucede en el caso de los biocombustibles puesto que para producir un litro de etanol se requieren 12 litros de agua. De igual forma, para procesar una tonelada de agrocombustibles se necesita, en promedio, una hectárea de tierra.
Ante esta situación, nosotros, los pueblos indígenas y los habitantes humildes y honestos de este planeta, creemos que ha llegado la hora de hacer un alto para reencontranos con nuestras raíces, con el respeto a la madre tierra; con la Pachamama como la llamamos en los Andes. Hoy, los pueblos indígenas de América Latina y del mundo estamos convocados por la historia para convertirnos en la vanguardia de la defensa de la naturaleza y de la vida.
Estoy convencido de que la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada recientemente después de tantos años de lucha, tiene que pasar del papel a la realidad para que nuestros conocimientos y nuestra participación nos ayuden a construir un nuevo futuro de esperanza para todos. Quién sino los pueblos indígenas podemos señalar el rumbo de la humanidad para la preservación de la naturaleza, de los recursos naturales y de los territorios que habitamos ancestralmente.
Necesitamos un golpe de timón de fondo y a nivel mundial para dejar de ser los condenados de la tierra. Los países del norte tienen que reducir sus emisiones de carbono entre un 60 y un 80 por ciento si queremos evitar que la temperatura de la tierra suba más de 2 grados en lo que queda de siglo provocando que el calentamiento global alcance proporciones catastróficas para la vida y la naturaleza.
Tenemos que crear una Organización Mundial del Medioambiente con fuerza vinculante, y disciplinar a la Organización Mundial del Comercio empeñada en llevarnos a la barbarie. Ya no podemos seguir hablando de crecimiento del Producto Bruto Nacional sin tomar en cuenta la destrucción y el derroche de los recursos naturales. Tenemos que adoptar un indicador que permita considerar, de manera combinada, el Índice de Desarrollo Humano y la Huella Ecológica para medir nuestra situación medioambiental.
Hay que aplicar fuertes impuestos a la superconcentración de la riqueza y adoptar mecanismos efectivos para su redistribución equitativa. No es posible que tres familias tengan ingresos superiores al PIB conjunto de los 48 países más pobres. No podemos hablar de equidad y justicia social mientras continúe esta situación.
Los Estados Unidos y Europa consumen, en promedio, 8.4 veces más que el promedio mundial. Por ello, es necesario que bajen sus niveles de consumo y reconozcan que todos somos huéspedes de una misma tierra; de la misma Pachamama.
Sé que no es fácil el cambio cuando un sector extremadamente poderoso tiene que renunciar a sus extraordinarias ganancias para que sobreviva el planeta Tierra. En mi propio país sufro, con la frente en alto, ese sabotaje permanente porque estamos acabando con los privilegios para que todos podamos "Vivir Bien" y no mejor que nuestros semejantes. Sé que el cambio en el mundo es mucho más difícil que en mi país, pero tengo absoluta confianza en el ser humano, en su capacidad de razonar, de aprender de sus errores, de recuperar sus raíces y de cambiar para forjar un mundo justo, diverso, inclusivo, equilibrado y armónico con la naturaleza.
Evo Morales Ayma
Presidente de la República de Bolivia
25/9/07
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, defendió hoy en la conferencia sobre el cambio climático de la ONU que los países industrializados deben recompensar a los que están en desarrollo por la contaminación que su bienestar económico ha causado.
En su intervención, el mandatario ecuatoriano aseguró que no se pueden pasar por alto “la desigualdad en el origen y en la distribución de los efectos del calentamiento global” en el actual debate sobre el cambio climático.
“Lo que necesitamos es que los países industrializados nos recompensen por los daños causados por la desproporcionada cantidad de gases del efecto invernadero que han emitido y que siguen emitiendo”, afirmó.
En su opinión, los países ricos no se han hecho cargo del verdadero costo en contaminación derivado de su industrialización.
Correa citó un estudio del Banco Mundial que cifra en 40.000 millones de dólares el costo para los países de desarrollo de las medidas que tendrán que tomar para adaptarse al cambio climático.
El mandatario ecuatoriano, que se considera uno de los representantes de la nueva izquierda latinoamericana y es un aliado del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, manifestó que el actual modelo de crecimiento basado en combustibles beneficia a los “privilegiados” y perjudica a todos.
Por ello, defendió la propuesta presentada por su gobierno en junio pasado de dejar sin explotar un campo petrolífero en el Amazonas, a cambio de recibir compensaciones del mundo desarrollado.
Aseguró que su implementación supondría “un ejemplo extraordinario de una acción colectiva en todo el mundo para reducir el calentamiento global”.
“Por primera vez, un país productor de petróleo, Ecuador, donde una tercera parte de los ingresos del Estado depende de la explotación de este recurso, renuncia a esta entrada por el bien de la humanidad e invita al mundo a que se una al esfuerzo a través de una compensación justa”, agregó.
El plan propone mantener bajo tierra el petróleo del campo Ishpingo-Tamboocha-Tiputini ITT, situado en una zona vulnerable de la Amazonía de este país andino, que cuenta con 920 millones de barriles de petróleo y podría general 720 millones de dólares anuales durante sus trece años de vida plena.
A cambio, Ecuador sería recompensado con 4.600 millones, el equivalente a cinco dólares por cada barril que no se extraerá, parte del cual se invertiría en un fondo fiduciario destinado a la región donde se encuentra el campo petrolero.
Correa advirtió en su intervención que esta propuesta “transforma el viejo concepto de la economía y del valor”, al incluir en la ecuación valores como el medioambiente, la diversidad ecológica y el costo en emisiones de gas contaminante que causaría ese petróleo de llegarse a explotar.
Según sus cálculos, la renuncia a explotar esos 100.000 barriles diarios de crudo extra pesado supondrán, por su potencial de combustión, emitir 111 millones de toneladas de dióxido de carbono.
En una conferencia de prensa posterior aseguró que la propuesta ha logrado una gran acogida “de diferentes sectores”, y consideró que se podrá lograr la meta de recibir los 350 millones de dólares anuales que Ecuador pide.
En caso de que este plan fracase, Quito ha indicado que exploraría la asociación con petroleras estatales de otros países o la apertura de una licitación internacional para explotar el ITT.
La estatal ecuatoriana Petroecuador señaló recientemente que empresas petroleras de Argentina, Brasil, Chile, China, Indonesia, Japón, Malasia, India, Argentina, Colombia y Perú, así como la compañía privada Total, de Francia, han mostrado interés en explotar el campo petrolífero.
El presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, criticó a los países poderosos que a su criterio impiden la construcción de un mundo más justo y equilibrado.
En su última intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Duarte, quien entregará el poder a su sucesor el próximo 15 de agosto, abogó por una reforma del organismo internacional orientada a promover una economía más equitativa a escala mundial y cuyos temas prioritarios no sean la guerra o los conflictos armados.
“Asistimos a una realidad en la que los países que tienen más pretenden mayor acumulación. Su humanismo se disfraza de asistencialismo y filantropía, cuando el mundo necesita de una vinculación más solidaria y justa”, dijo el gobernante de uno de los países más pobres de Sudamérica.
“Mientras esta sea la situación bipolar que divide al mundo, de poco sirve una organización como las Naciones Unidas. Cuando los países poderosos dejen de aprovecharse de los países más débiles, las Naciones Unidas tendrán plena vigencia e impacto en la vida de los pueblos”, agregó.
El Tribunal Supremo estadounidense ha anunciado que decidirá si la inyección letal, usada habitualmente, es un método de ejecución válido o si vulnera el artículo constitucional que condena los tratos crueles y degradantes.
El Alto Tribunal señaló que decidirá sobre esta cuestión de acuerdo con la apelación interpuesta por dos reos de Kentucky que están condenados a muerte.
Estos presos argumentan que el “cóctel” de productos farmacéuticos utilizado en las tres dosis genera un sufrimiento innecesario.
Sus abogados señalaron al Supremo que desde hace 100 años no existe un método de ejecución que se adecue al texto constitucional ni a ninguno de los parámetros legales recogidos en otras leyes.
Los 38 estados que aplican la pena capital en Estados Unidos utilizan la inyección letal.
La única excepción es Nebraska, donde se usa la silla eléctrica.
El método implica administrar tres productos químicos por separado: pentotal sódico, que es un anestésico que deja al sujeto inconsciente; bromuro de pancuronio, que paraliza todos los músculos excepto el corazón; y potasio clorado, que detiene el corazón, provocando la muerte.
Los abogados de los presos señalaron que al menos la mitad de los reos que han tenido que hacer frente a ejecuciones inminentes en los dos últimos años han utilizado este mismo argumento frente a los tribunales, pero sus demandas han sido archivadas.
Mientras varios tribunales federales han eludido la cuestión, al Supremo le toca ahora enfrentarse a ella.
PLURALISMO Y DEMOCRACIA ESTE ES EL EJEMPLO NORTEAMERICANO, CADA CUAL PUEDE DISCUTIR LA MANERA DE MORIR, MIENTRAS TANTO NO DESCUIDAN EL MEDIO AMBIENTE.
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