martes, 1 de agosto de 2017

La batalla obrera por la agenda política

La operación política por la expulsión sumaria de Julio De Vido, derrotada, fue un intento anticonstitucional de alcances golpistas de atropellar los derechos de los trabajadores, como valientemente lo denunció el Partido Obrero. Se sabe dónde empiezan las medidas de excepción que llevan a un Estado de excepción pero no se sabe dónde terminan, o mejor, terminan invariablemente contra los explotados, nunca contra los explotadores. La cuestión tuvo sus antecedentes, porque tuvimos el fallo del 2x1 que fue una estocada mayúscula en la rehabilitación política de las fuerzas armadas, abortada por una colosal movilización popular. Antes de eso, el decreto 721 de autonomía de las Fuerzas Armadas (2016), frente al cual Prensa Obrera tituló “Estado de excepción” en su tapa, marcó la tendencia del macrismo y sus socios parlamentarios que votan jueces de la Corte, militares y leyes del ajuste. Es decir que la cosa viene de atrás y el PO la viene enfrentando de manera sistemática.

Operación

El fallido de la operación terminó en un show, pero aún como cortina de humo, tuvo una clara función reaccionaria, porque en los días de la pantomima, Vidal envió las tropas al Correo, en Esteban Echeverría, ante un conflicto con fleteros; a Carboclor, por su cierre en Zárate; a Cresta Roja, que fue a la huelga por 57 despidos; y, como todos saben, a Pepsico, con la represión a la ocupación de planta de los compañeros. Al momento de escribir estas líneas, otra vez enviaba las tropas ante 172 despidos en Adidas, que es la cuarta fábrica con despidos masivos en la provincia, sólo en la industria del calzado, porque se suman al virtual cierre de Gotelli en Las Flores, a las suspensiones masivas en Paqueta, Chivilcoy, y en Dass, hasta fin de año, la enorme planta de Coronel Suárez. Pero habría que apuntar que siguen las luchas y represiones en Santa Cruz, como semanas atrás en Chubut, con gendarmería incluida en Tecpetrol ante el despido de 300 petroleros más.
Hay en la ´operación De Vido´ un claro intento por sacar de foco la enorme desorganización económica, con un dólar en alza al mismo tiempo que las tasas, en medio de cierres, despidos y luchas, de paritarias a la baja y ante el hecho de que si la Justicia actúa en regla en las causas del propio De Vido, empezarían a caer grupos económicos y hasta funcionarios del actual gobierno que estuvieron asociados a la corrupción kirchnerista.
Pero es importante centrarse en la disputa por la agenda política con la clase obrera en lucha. Pepsico puso en primera plana de la agenda nacional no sólo el cierre de una planta sino sus motivos flexibilizadores, precarizadores, de ataque al convenio, al salario y a la organización fabril, al tiempo que la entrega por parte de la burocracia sindical de Daer. Esta disputa empezó con el Conicet, tuvo un salto con la ocupación de AGR Clarín durante 82 días y otros tanto de carpa, otro salto más grande con las huelgas docentes y las movilizaciones de masas de marzo, por los docentes, por el paro de la mujer y el 24 de marzo, que superó todos los años previos.
En el medio ocurrió la revuelta contra la burocracia cegetista el 7 de marzo, obligando al fuerte paro nacional, que bien mirado, no logró cancelar el proceso de luchas, como lo marcaron las y los choferes cordobeses lanzados a una huelga general salarial contra la mismísima burocracia de la UTA y, más adelante, las luchas de la Alimentación mencionadas, al igual que la continuidad en Santa Cruz y aún la vuelta de la docencia bonaerense al paro antes del cierre de la paritaria. Cabe preguntarse por el destino que tendrá la movilización tardía y maniobrera del 22 de agosto, posterior a las elecciones, para no contribuir con las luchas y para enterrar a los trabajadores en el voto a los verdugos.

La batalla por la agenda política

Desde principios de año, la clase obrera, contra la propia burocracia sindical, aún la kirchnerista, hoy llamada a silencio por ´la Jefa´, disputa la agenda política del país, condicionando primero la formación de listas y luego la campaña electoral misma. Las fuerzas de Estado, que gobiernan para el capital, tuvieron que postergar hasta el último minuto sus candidaturas por la crisis social. La candidatura de CFK es un extremo de esa situación, sin ningún apoyo orgánico de la clase capitalista –opuesta a la vuelta de la agotada experiencia de contención del kirchnerismo. La ex presidenta, acorralada por causas judiciales, vuelve a pedido de intendentes pejotistas sin candidato potable.
No se puede separar el ataque al Frente de Izquierda, montado especialmente a través de la operación De Vido, de nuestra ligazón a las luchas de la clase obrera. Algo que ya tuvo antecedente en el intento de desafuero del gobernador mendocino Alfredo Cornejo a senadores y diputados del FIT por el paro del 6 de abril o los ataques a nuestro planteamiento ante el Consejo del Salario, donde nos movilizamos masivamente desde la Coordinadora Sindical Clasista del PO y el Polo Obrero, marcando que pondríamos la campaña electoral al servicio de las luchas.
El flamante diputado chaqueño del PO, que rompe la falsa polarización del PJ y Cambiemos en el Chaco entre diez fuerzas, hizo eje en su último debate en la muerte de cuatro obreros de la empresa de aguas, un crimen laboral del régimen, del tipo de la muerte y desaparición de diez pescadores marplatenses en aguas chubutenses, por negreo, precarización laboral y desinversión.
La clase obrera es la única que lucha contra la brasileñización de Argentina antes y después de octubre, que preparan mediante la reforma antilaboral y antijubilatoria, en una segunda y más profunda fase del ajuste. El Partido Obrero acompaña vigorosamente esa batalla por la agenda política. El voto al Frente de Izquierda reforzará posiciones para las grandes batallas que se avecinan, marcando la perspectiva de una reorganización social y económica bajo la batuta de los trabajadores, preparándolos para ser alternativa política y de poder. A eso contribuirá el voto a nuevos y más legisladores de la izquierda obrera y socialista.

Néstor Pitrola

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