sábado, 19 de agosto de 2017

José de San Martín: controversias en la historiografía argentina



En 1850 fallecía en Boulogne-Sur-Mer José de San Martín. Una de las figuras más discutidas por la historiografía argentina, y reivindicada por distintos sectores que incluyen desde el ejército argentino hasta los populismos americanos.

Sobre él se han construido distintos epítetos como“el mejor estratega militar”, “el padre de la patria” y “el libertador de los pueblos americanos”.
De origen plebeyo y mestizo, como destaca el historiador Galasso marcando su perfil popular, San Martín nace en Corrientes y los primeros años de su adolescencia lo encuentran en España cursando el colegio militar. Un tiempo después formó parte del ejército español, combatió contra los moros en el norte de África y contra la invasión napoleónica al territorio español en 1808. Durante estos enfrentamientos estudió las estrategias del ejército napoleónico y defendió las posiciones liberales en las Guerras de la Independencia Española influenciado por la Revolución Francesa. Ambas experiencias recorrerán su vuelta al Virreinato del Río de la Plata en 1812.
Antes, en su paso por Londres, participó de la organización secreta la Gran Reunión Americana, que será un antecedente de la Logia Lautaro (1812) en el Virreinato del Río de la Plata, cuyos planes fueron la liberación de las colonias americanas con apoyo del gobierno británico (Gallegos y otras, 2006). De estas reuniones participaron además Francisco Miranda, Simón Bolívar, Carlos María de Alvear, Bernardo O´Higgins entre otros.
Sobre el regreso de San Martín al virreinato del Río de la Plata se han desarrollado distintas posiciones, algunas destacan la necesidad de expandir los ideales liberales en Latinoamérica a partir de los procesos políticos iniciados en mayo de 1810, otras que su regreso es consecuencia de la derrota de los principios liberales en España y que en la posible restauración monárquica de Fernando VII intentaría recuperar su colonias que caminaban hacia la independencia (Alejandro Horowicz).
Fue en el Virreinato del Río de la Plata donde San Martín desarrolló su actividad militar contra los realistas haciendo su primera experiencia en la Batalla de San Lorenzo (1814) y luego como jefe del Ejército del norte y, en menor medida en lo político, como gobernador de Cuyo. Nunca fue un político dirigente de la élite porteña o un representante político de los criollos. Su estadía en Europa lo distancia de los primeros gobiernos de las élites criollas y de los inicios del proceso independentista. Sin embargo es el Segundo Triunvirato el que le otorga los cargos militares y los directorios el de gobernador. Mientras en Europa avanzaban las restauraciones monárquicas luego de la derrota de Napoleón.
Como gobernador de Cuyo, San Martín exige al congresal al Congreso de Tucumán el pedido de independencia y ruptura luego de seis años desde el surgimiento de los gobiernos de criollos, con el orden colonial español.
Durante la segunda etapa de las luchas por la independencia, San Martín adquirió un importante rol en la lucha por la independencia americana bajo el dominio español. Hacia 1814 ya había planificado invadir el foco de resistencia española en el territorio central de los Andes del Sur. Para atacar el foco de gravedad realista, ideó un plan por mar. Organizó el cruce de la cordillera de Los Andes en 1817.
El cruce de los Andes estuvo coordinado por oficiales de ambos lados de la cordillera. Al llegar al actual territorio chileno, dos triunfos marcaron la derrota de los realistas: la batalla de Chacabuco (1817) y la de Maipú (1818). Kohan argumenta que estos triunfos se basaron en estrategias militares combinadas con insurrecciones populares. San Martín concebía la guerra a partir de la doctrina de pueblo en armas (José de San Martín: Instrucciones para Juan Antonio Álvarez de Arenales. Cuartel General de Pisco, 4/10/1820). El 12 de febrero proclamó la independencia de Chile, iniciando libertad que termina con la derrota del foco realista en 1820.
En ese año, San Martín parte hacia Perú donde bloqueó el puerto del Callao, iniciando el proceso de independencia, fue nombrado Protector de Perú. Una de las medidas más importantes que tomó fue la liberación de esclavos: “Todo esclavo que desde esta fecha llegase al territorio independiente del Perú quedará libre del dominio de su amo, por el solo hecho de pisarlo” (Decreto aboliendo la esclavitud. Lima, 24/11/1822). A pesar de otorgar estos beneficios a los esclavos, el modelo que sostenía San Martín para gobernar Perú fue una monarquía constitucional. Luego del encuentro con Simón Bolívar en Guayaquil en 1822, el Congreso de Perú dictó una constitución, otorgándole importantes poderes a los que luego renuncia y vuelve a Buenos Aires.
En 1824 se embarcó de Buenos Aires hacia Europa. Sobre el exilio de San Martín, se debaten distintas cuestiones: su enfermedad, el enfrentamiento con Rivadavia y los unitarios, el negarse a reprimir a los federales y los que ven en el exilio una negación a las guerras fraticidas. Por el mismo motivo, al regresar a Buenos Aires en 1829, prefiere permanecer en Montevideo.
Ya en París vivencia los sucesos de las revoluciones liberales de 1848, una París en insurrección, con barricadas, huelgas y enfrentamientos de clases. En una de sus últimas cartas expresó: “Casi ciego por las cataratas y con la salud arruinada, esperaba terminar mis días en este país, pero los sucesos ocurridos desde febrero han planteado el problema de dónde iré a dejar mis huesos, aunque por mí, personalmente, no trepidaría en permanecer en este país. Pero no puedo exponer a mi familia a las vicisitudes y consecuencias de la revolución" (Carta al mariscal Ramón Castilla, del Perú, 11 de septiembre de 1848). Estos sucesos son los que marcan su retiro junto a su hija a Boulogne Sur-Merhasta su muerte dos años después.

Hernán Perriere

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